Después de horas de argumentos leguleyos por parte de las autoridades, representantes del sindicato llegan a un acuerdo para levantar el paro de labores. La base trabajadora ya no confiamos en las autoridades y nos mantenemos firmes en que sean resueltas todas sus demandas.
Viernes 1ro de marzo
Este miércoles 28 por la madrugada y tras casi siete horas de mesa de trabajo, las autoridades y representantes del comité ejecutivo del Sindicato de Trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (STUNAM), acompañados por delegados sindicales de la DGBSDI-Biblioteca Central, firmaron acuerdos para el levantamiento del paro.
Las autoridades recurrieron a maniobras como alargar la negociación con argumentos leguleyos, asegurando que en la UNAM no se violan derechos laborales, no obstante, tuvieron que levantarse de la mesa en dos ocasiones durante la negociación para valorar y reformular las condiciones del acuerdo por la presión que ejercimos como base trabajadora, la cual fue fundamental para arrancar algunas de las demandas de los 10 puntos del pliego petitorio.
Un triunfo histórico aunque contradictorio
Frente a la demanda de destitución del Jefe de Personal, Cuautéhmoc Tapia Montelongo y de José Luis Rodríguez Toledo, Jefe de Servicios de la BC, acordaron que “la administración de la DGBSDI-BC estará atenta a la resolución que al efecto emitan las instancias ante las que acudió el trabajador afectado, para cumplir y aplicar en sus términos lo conducente.”
Apelaron a los mecanismos y procedimientos institucionales, solicitando al STUNAM y a la delegación sindical de la BC que “en término de 5 días posteriores a la fecha de la presente minuta, se aporten todas las evidencias de las faltas atribuidas a esa persona” para poder iniciar el procedimiento laboral correspondiente.
Esto es indignante en el marco de las múltiples denuncias por violencia de género y hostigamiento laboral y sexual que las y los trabajadores de base hemos presentado en su contra, incluso en las instancias correspondientes, sin ningún tipo de respuesta garantizado su protección e impunidad. Es claro que las autoridades no quieren presentar esta resolución como un triunfo de la base y harán todo lo posible por no rescindirle el contrato laboral, buscando evitar que se asiente una conquista de la lucha.
No obstante, la administración de la DGBSDI-BC, garantizará a la representación sindical que la persona citada no tendrá ningún trato directo con el personal administrativo de base, lo cual es un avance arrancado por el paro de labores.
Con respecto a la exigencia de recibir el pago íntegro de los descuentos injustificados y por motivos políticos que sufrieron distintos trabajadores, las autoridades aseguraron que dichos descuentos no podían no tener fundamento, pues eso implicaría actuar fuera de la normativa como hicieron las autoridades en la Biblioteca Central. Acordaron revisar cada caso y reintegrar a la brevedad lo correspondiente a los descuentos, sin embargo, lo que quieren ocultar es que los descuentos son parte del clima de hostigamiento y son un mecanismo represivo. Hasta ahora los descuentos no han sido reintegrados.
Por los adeudos de Cláusula 29, 64 y 65, también se acordó su pago inmediato. No obstante, los adeudos por trabajos ya realizados que violan el CCT y la Ley Federal del Trabajo se han vuelto una práctica recurrente de la administración de la UNAM que afecta a trabajadores administrativos, y en su modalidad, a trabajadores académicos, mientras las autoridades pertenecientes a la “casta dorada” de la UNAM reciben sus salarios millonarios.
Respecto a la exigencia de reinstalación del compañero despedido tras sufrir y denunciar hostigamiento laboral, Juan Manuel González, acordaron evaluar su solicitud de permuta, que deberá ser analizada en la Comisión Mixta Permanente de Conciliación, tendente a su materialización, es decir, a su reinstalación, previa consulta ante la Oficina de la Abogacía General, cosa que es un triunfo de esta lucha.
“Este paro fue solo un primer round, ahora nos preparamos para ir por más”
Tras dos días de paro y más de diez horas de negociación en las mesas de trabajo, las y los compañeros administrativos de la BC, que en su mayoría sostuvimos el paro y nos sumamos a las distintas acciones para rodearlo de solidaridad -con excepción de un sector minoritario servil a los intereses de la patronal -, sabemos que no podemos confiar en las autoridades y en sus promesas, pues el hostigamiento laboral es un mecanismo sistemático de jefes, supervisores y de la patronal para amedrentarnos como base trabajadora y evitar que luchemos por nuestros derechos. Hay que decir, también, que dicho mecanismo represivo es aplicado en toda la universidad y no solo en Biblioteca Central.
Esta jornada histórica de paro de labores deja enormes lecciones. Se trata de una nueva experiencia de lucha para toda una generación que no había vivido un paro ni medidas de lucha de estas características, pues la política del Comité Ejecutivo del STUNAM, con mayoría de la Corriente Roja, ha priorizado los mecanismos institucionales de negociación y gestión en detrimento de los mucho más efectivos métodos combativos para negociar con las autoridades.
Los sectores dirigentes de la oposición que aparecieron solidarios y defendiendo las demandas de la base trabajadora, pero tampoco priorizan una política combativa de unidad entre las dependencias en lucha, y que, por ello, en general realizan acciones de manera aislada, en el fondo siguen la misma lógica impotente de la Corriente Roja.
Por un sindicato combativo donde decida la base trabajadora
Ni la oposición ni la mayoritaria Corriente Roja impulsaron una discusión profunda de la base trabajadora. Hay que decir que, a pesar de que hubo una consulta muy limitada durante el desarrollo de la mesa, no hubo una sola asamblea específica para debatir a detalle sobre los acuerdos. No obstante, el paro de labores es un ejemplo de lucha para enfrentar los ataques a la materia de trabajo y al Contrato Colectivo, así como para enfrentar el hostigamiento laboral, sexual y la violencia de género.
Las y los trabajadores de base tenemos la posibilidad de enfrentar colectivamente y discutiendo de forma democrática cada medida de lucha para tomar en nuestras manos el rumbo y la vida del sindicato, y aprovechar al máximo que este sea una herramienta de lucha contra la patronal y por mejores condiciones laborales.
Esto es indispensable en el próximo período, pues aún falta que los distintos acuerdos firmados se hagan efectivos. De no cumplirse, las y los trabajadores tendremos que discutir qué medidas implementar, así como los métodos para enfrentar las medidas represivas de la administración si fuera necesario.
La base combativa de trabajadores de la BC no puede quedar aislada y tenemos que fortalecer los lazos de solidaridad y comunicación con otras dependencias, con las y los docentes de asignatura que enfrentan la precarización, con las y los docentes de tiempo completo que cargan la pesada loza de su sindicato patronal (el AAPAUNAM) y con las y los estudiantes que enfrentan la represión y expulsión política como los casos vistos en Prepa 5 y en la Facultad de Artes y Diseño. Hay que mantener viva la tradición de unidad obrera estudiantil.
Quienes integramos Desde las Bases STUNAM, conformada por trabajadoras y trabajadores de base y docentes independientes junto a militantes del Movimiento de Trabajadores Socialistas, saludamos esta enorme muestra de fuerza y determinación de las y los trabajadores de base de la Biblioteca Central.
Alertamos de la necesidad de seguir organizados para enfrentar los ataques de la patronal y la política conciliadora del Comité Ejecutivo, que prioriza la confianza en los mecanismos institucionales y la negociación con la patronal, así como en el Congreso de la Unión y las instituciones del régimen, incluyendo los distintos partidos con registro, en lugar de la movilización combativa con métodos como el paro y la huelga.
Sostenemos que es clave la coordinación con otros sectores en lucha, como los sindicatos universitarios que se reivindican democráticos, y llamamos a fortalecer una perspectiva combativa y de independencia política para defender nuestra materia de trabajo y nuestro contrato colectivo.