El Consejo de Presidentes de la ANFP dio por finalizado el Campeonato Nacional, dando terminado el torneo y como ganador a la Universidad Católica con 42 votos a favor. Una decisión que fue tomada en medio de un paro de profesionales del fútbol y la crisis del país.
Domingo 1ro de diciembre de 2019
En medio de la situación que atraviesa el país, la ANFP había intentado volver al fútbol infructuosamente. No sólo mantenía una presión total de las “barras bravas” quienes históricamente se unieron para no volver a la normalidad, sino que a esto se sumó un paro de los jugadores de fútbol.
“Perdimos mucho tiempo peleando entre nosotros”
Con un afiche de los principales equipos de la Primera División (Colo Colo, Universidad de Chile, Universidad Católica, Cobreloa, Unión Española y Santiago Wanderers) las barras bravas históricamente se unían al calor de la movilización del país que lleva más de un mes.
Y es que ya habíamos visto algunos videos que parecían imposibles de ver hasta antes del estallido social. Banderas de Colo Colo y Universidad de Chile marchando juntas en Plaza Dignidad (ex Plaza Italia), por dar un ejemplo, se unían al canto de “Chile despertó”.
Es más, exigieron juntos que no se regresara al fútbol, y llamaron a boicotear los torneos, acusando que el retorno del fútbol no era más que una acción para distraer a la gente de las calles. “Lo que pretende el gobierno es dar una sensación de normalidad a través del fútbol y crear una falsa realidad” denunció la Garra Blanca en un comunicado. Por su parte, Los de Abajo declararon “No puede retornar el juego mientras no se haya concretado un compromiso político que satisfaga las justas demandas del pueblo”. Con comunicados similares se sumaron las barras de Cobreloa, Club Deportes Antofagasta, Everton, Santiago Wanderers, Audax Italiano, O’higgins y Unión Española.
Todos estos sectores hicieron suya la consigna “sin justicia no hay fútbol”, denunciando la represión del Gobierno, que ya lleva casi 300 personas sin visión de un ojo y más de 20 muertos. Es más a esto se sumaron importantes figuras del fútbol profesional como Marcelo Barticciotto y Esteban Paredes, quienes visitaron al jóven Gustavo Gatica, quien perdió la totalidad de la visión producto de los disparos de perdigones por parte de FF.EE.
Por otra parte, el Gobierno, intenta criminalizar a este sector. Karla Rubilar, el 22 de noviembre declaraba que el narcotráfico y las barras bravas financiaban la violencia.
El paro de los futbolistas profesionales
Desde que comenzó el estallido social en el país, el pronunciamiento a favor de las movilizaciones por parte de importantes figuras del fútbol profesional fueron una constante, como el caso del jugador Charles Aranguiz quien milita en el fútbol alemán el que continuamente se opuso a que se jugase el partido amistoso entre la selección chilena y peruana por respeto a las movilizaciones. O el caso de Esteban Paredes, que ante la idea inicial de la ANFP de volver al Torneo Nacional declaró “estamos en paro, no sé de dónde van a sacar jugadores”, en una clara muestra de solidaridad con el pueblo trabajador y la juventud que se moviliza en el país.
El SIFUP, organismo que agrupa a los jugadores del fútbol profesional, se ha mantenido de lado de las movilizaciones desde que comenzaron, esto combinado con la disposición de las barras bravas de no permitir la normalidad en el fútbol, como se expresó la semana pasada logrando boicotear la vuelta al campeonato, el que literalmente duró 67 minutos en el marco del partido de Unión La Calera y Deportes Iquique, sumado a que los jugadores de Colo-Colo y Coquimbo Unido también desde antes se habían negado el mismo día a jugar, obligaron a los dirigentes de la ANFP a tomar medidas que no querían, para no afectar el bolsillo de las empresas de los canales de fútbol como el CDF, que tiene el monopolio de la transmisión del campeonato.
Pero, la determinación de la ANFP de suspender el campeonato por este año, fue producto del paro de futbolistas encabezado por el SIFUP, quienes mantuvieron la posición de principios de la rebelión como declaró el ex jugador y presidente Gamadiel García “Hemos tomado la decisión de no jugar este fin de semana, principalmente porque adherimos a las movilizaciones sociales desde el primer día y, bajo las actuales circunstancias, no podemos estar ajenos al dolor y sufrimiento de muchos compatriotas”.
El fútbol como deporte popular, ha demostrado una vez más que no está separado de las problemáticas sociales. Por una parte, porque la mayoría de la composición de los jugadores son personas que provienen de las poblaciones precarias con el sueño de sacar a sus familias adelante, y por otra porque son los mismos empresarios que han arrojado a las familias trabajadoras, a la juventud y a las mujeres a la precarización de la vida quienes han hecho un negocio con el fútbol. Este deporte se hace parte de procesos históricos de la lucha de clases, por lo que es necesario que las hinchadas y jugadores que han mostrado disposición y solidaridad con lo que ha sido la rebelión chilena, tomen en sus manos procesos y experiencias históricas dentro del deporte rey como lo fue en su momento la “Democracia Corinthiana” que se dispuso a combatir la dictadura brasileña y recuperar el fútbol democratizando sus instituciones para ponerlo al servicio del pueblo trabajador.
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