Mediante una conferencia de prensa con Jaime Mañalich a la cabeza, el gobierno de forma descarada sigue ocultando información para resolver la crisis sanitaria.
Miércoles 1ro de abril de 2020
Con la presencia de Jaime Mañalich, ministro de salud, el gobierno entregó nuevas cifras de casos de contagio durante la mañana de este miércoles. Con 293 casos nuevos y 4 fallecidos contabilizados hasta las 21 horas del martes 31 de marzo, la actualización de los casos de contagio son de 3.031 casos y 16 fallecidos en total.
Ante las nuevas cifras gobierno titubea ante las preguntas de la prensa frente a la utilización de las camas y ventiladores, tras la polémica realizada el día de ayer martes ante el reportaje del medio Interferencia: “Todo lo que se observó durante ese mes, respecto de compras, fue la adquisición de un ventilador no invasivo por parte del Instituto Nacional del Tórax. La compra fue hecha a Andover Alianza Médica SA. y el precio del ventilador ascendió a la suma de 9.660.000 sin IVA”.
El secretario de redes asistenciales, Arturo Zúñiga, señaló que las formas de funcionamientos de las camas y del personal de salud van hacia un mejor manejo clínico, pero no dijo nada, no señaló las medidas específicas ni tampoco el presupuesto y cifras totales para la obtención de equipos e implementos. Con esto Zuñiga llamó a promover las residencias sanitarias, ¿las mismas residencias sanitarias de más de 20 millones de pesos como Espacio Riesco?
Al mismo tiempo, ante la pregunta concreta de con cuántos ventiladores mecánicos se cuentan, Zuñiga no fue capaz de responder. Para esto, tuvo que hablar su jefe, Jaime Mañalich, quien sostuvo que la cantidad de ventiladores mecánicos serían 240 a nivel nacional.
Y el propio Ministro reconoció que este era el gran "talón de Aquiles" del país frente a la pandemia.
¡240! Es una cifra que realmente no alcanzará para nada cuando nos aproximemos al peak del coronavirus en Chile. El gobierno lo que está preparando es una tragedia, para que la pandemia la paguen con su salud y su vida el pueblo trabajador. Y al mismo tiempo continúa entregando información directamente contradictoria: hoy Mañalich habla de 240, cuando hace unos día atrás Arturo Zuñiga mencionaba que habían 850 y que compraron 997 más. ¿Cuál es la información real? ¿Tienen datos exactos y precisos para aclarar la situación?
El gobierno no ha planteado ninguna medida de prevención para el conjunto de la población, se limita a llamar a cuarentena total en 6 comunas de Santiago y en Punta Arenas, además de cordones sanitarios para zonas aisladas, pero arroja a los trabajadores al contagio en el transporte público y sin medidas preventivas en los puestos de trabajo ¡Necesitamos test masivos y gratuitos para quienes presenten síntomas de contagio y la paralización de la empresas no esenciales YA, con licencias laborales masivas y automáticas para sus trabajadores!.
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El gobierno anunció la realización de 2500 test diarios en promedio, cifra que se cuestiona por organismos como el Colegio Médico, que se ha mantenido crítico frente al rol del gobierno para afrontar la crisis sanitaria desde el comienzo del monitoreo de los casos.
Por su parte, la subsecretaria de salud, Paula Daza, anunció aduanas sanitarias en el terminal de buses de la Región Metropolitana, medida que recién comienza a las dos semanas del seguimiento de los casos.
Y frente al problema del aumento de precios de los planes de las ISAPRES, Mañalich sencillamente se encogió de hombros, señaló que poco se podía hacer, y que realizaron una "sugerencia" a las ISAPRES de que no subieran los precios. ¡Criminales!
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Mantienen a toda costa la ganancia empresarial, empujando a los trabajadores a producir productos no esenciales, arriesgando su salud, y garantizando el negocio de los mercaderes de la salud como las ISAPRES, farmacias y clínicas privadas.
El gobierno de forma descarada sigue ocultando información como han criticado de diversos sectores: no se sabe con claridad cantidad de tests que se realizan y procesan, en qué lugares y laboratorios o en cuántos días tienen los resultados; cuándo llegarán nuevos insumos para el personal médico y trabajadores de la salud; cuándo llegarán nuevos monitores, camas, respiradores artificiales.
El tratamiento del virus en manos de Piñera y Mañalich es un peligro, pues son también responsables de un sistema público de salud en ruinas, desmantelado por la dictadura y luego por los gobiernos de la “transición” (Derecha y Concertación), donde los trabajadores y pobres son quienes lo padecemos, no los ricos con su sistema de salud privado en sus clínicas.