Desde La Izquierda Diario analizamos en detalle los balances contables presentados por YPF. Sólo en 2019 obtuvieron una abultada ganancia de $ 187.000 millones. Se excusan en la crisis del coronavirus para rebajar salarios y despedir, mientras siguen repartiendo dividendos. Para mantener los puestos laborales es necesario afectar la ganancia capitalista.
Martes 5 de mayo de 2020 21:47
Imagen: Mar Ned * Enfoque Rojo
Sin ningún lugar a dudas el sector hidrocarburífero es de relevancia estratégica para el desarrollo de la economía del país. YPF es la empresa con de mayor peso concentrando el 47 % de la producción nacional de petróleo y el 37 % gas, de acuerdo a los datos de un informe del Ministerio de Economía. Le siguen Pan American Energy con una cuota de 21 % y 11 % respectivamente, y muy por detrás Pluspetrol con una producción de 6% y 2 % de crudo y gas.
Las empresas energéticas fueron parte de los grandes ganadores del macrismo, sin embargo YPF se excusa en la crisis generada por la pandemia para permitr despidos y suspensiones con rebajas salariales del 40 % acordada con el sindicato petrolero. En el marco de una ofensiva patronal para descargar los costos de la crisis sobre los trabajadores, se adelanta en socializar pérdidas que no existen, mientras siguen repartiendo dividendos.
En su último balance anual, al 31/12/2019; la empresa mostró pérdidas netas por más de $33.000 millones, casi exclusivamente por deterioro de activos. Pero también presento un resultado integral positivo (ganancia) por $ 187.988 millones. ¿Qué significan estos resultados? Veamos:
Fuente: Estados Financieros Consolidados en ypf.com
*¿A qué se debe esta pérdida y qué significa? YPF agrupa sus activos fijos (la inversión “pesada”: pozos y perforaciones, plantas refinadoras, instalaciones, maquinarias y herramientas, junto con todas las inversiones relacionadas al funcionamiento de las mismas) en Unidades Generadoras de Efectivo (UGE); lo que comúnmente se conoce como unidades de negocio. Uno de los segmentos más importantes se denomina Upstream, que incluye los campos con reservas de petróleo crudo y las cuencas de gas, como Vaca Muerta.
El valor económico que se le atribuye a estas reservas está relacionado con el beneficio que se espera obtener. Estas estimaciones son efectuadas por científicos especializados en petróleo que trabajan para la compañía. En conclusión, la pérdida económica atribuida al año 2019 se debe a un cambio en esas estimaciones. Es decir, los expertos han aconsejado disminuir el valor que anteriormente se había reconocido a estos activos (lo que se conoce como “hundir costos”). Este reajuste a la baja en los beneficios esperados es la pérdida operativa por deterioro, que se presenta como principal causa del resultado negativo en los balances de la compañía.
La lectura de los estados contables a simple vista puede ocultar información, en este caso es cierto que el resultado del ejercicio es negativo, per esta lectura es incompleta. Dado que la pérdida está asociada a un hundimiento de costos realizado por la empresa, la mirada tiene que ir a los flujos de caja (también llamados flujos de fondos o flujos de efectivo).
*¿Qué son y que indican los flujos de caja?: en actividades como la petrolera, debido a que los resultados económicos están compuestos por elementos no financieros (“hundir costos”), los inversionistas ponen su mirada en los flujos de caja para evaluar una inversión. Para ello, es prioritario conocer si un negocio produce retornos positivos de efectivo, importa saber si la empresa está generando dinero, y eso se ve en los flujos de caja.
En el caso de YPF en 2019 se ve una suba interanual en el flujo de fondos de un 16% con $20.072 millones, contra los $17.290 millones en 2018. Las actividades operativas generaron un retorno de efectivo de $217.137 millones (un 74% más que el año anterior) mientras que la inversión consumió $163.879 millones de pesos (casi el doble en 2018) y las obligaciones financieras representaron un flujo de efectivo negativo de $56.082 millones.
Fuente: Estados Financieros Consolidados en ypf.com
Luego de haber repasado los aspectos claves que componen el registro contable de YPF, sostener que en 2019 obtuvo pérdidas, es una distorsión que parte de un dato reducido y aislado, que no da cuenta de la realidad económica de la compañía, esa no es la historia completa.
Si observamos con atención el balance, a continuación del “resultado neto” del ejercicio (pérdida), se aplican algunos ajustes por “conversión” y luego un se presenta un “resultado integral” (ganancia). Estos ajustes se realizan por la propia la conformación del grupo económico de YPF, que obliga a convertir las operaciones de las subsidiarias en el exterior a la moneda de la casa matriz, en este caso pesos argentinos fuertemente devaluados en 2019. Si se consideraran las operaciones de las subsidiarias en el exterior en sus respectivas monedas (dólar, euro, etc.) - sin convertirlas a pesos argentinos - sus resultados serían positivos.
Fuente: Estados Financieros Consolidados en ypf.com
YPF reparte dividendos mientras despide trabajadores
Muchas veces las empresas utilizan esta “conveniente” des-información a su favor, como en este caso para avalar más de 200 despidos a través de su contratista, plena pandemia. Nada más alejado a la realidad de YPF que en 2019 obtuvo un resultado positivo integral, implicando una ganancia de $ $187.988 millones, el equivalente a ganar $512 millones por día.
Pero eso no es todo, en una asamblea de accionistas realizada un año atrás (26 de abril de 2019); el directorio de YPF se garantizó el reparto de futuros dividendos a través de la creación de fondo en el que se reservaba la suma de $4.800 millones.
Descontando el pago de dividendos realizados en julio de 2019 por $2.300 millones [1], la empresa se reservó $2.500 millones para pagar dividendos. Ante la crisis, no pensaron en utilizarlo para pagar salarios ni para evitar despidos o suspenciones. Los accionistas simplemente se aseguraron la posibilidad de cobro de dividendos.
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Una medida adoptada que responde a una lógica empresarial y miserable, tratando de mantener satisfecho al inversionista a quien deben asegurarle el pago de dividendos, pero no olvidemos que el 51% de las acciones de YPF están en manos del Estado. En el restante 49% del directorio figuran fondos buitres como Black Rock, que son parte de los acreedores de la deuda.
¿Quién paga los costos de la crisis?
Al igual que el resto de la economía nacional y mundial, el sector se encuentra atravesado por la crisis del coronavirus y sus implicancias. El derrumbe histórico de los precios internacionales del crudo acentúa las contradicciones previas de una producción anárquica orientada a obtener ganancias, y expuesta a “guerras de precios” por mejores cuotas de mercado, entre otros.
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Sin embargo, en Argentina el sector hidrocarburifero ha sido destinatario de innumerables ayudas económicas por parte del Estado, incluyendo un barril criollo desde 2015 a 2017. Fueron uno de los sectores ganadores del macrismo que de la mano del ex CEO de Shell al frente de la cartera de energía, les concedió tarifazos siderales en los servicios energéticos (luz y gas) de hasta 2000% y la dolarización de los precios internos de los combustibles, y la fuga de capitales a través de remesas de las empresas. Con el objetivo puesto en Vaca Muerta, y los pozos de YPF que comenzaron a rendir frutos -reduciendo los costos del fracking- impulsaron con la complicidad del sindicato un convenio laboral flexibilizador que facilito despidos.
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El ataque a los obreros del petróleo sigue en curso, esta vez el sindicato negoció suspensiones con rebajas del 40%, superior al acuerdo entreguista de la UIA-CGT aprobada la semana pasada que pone como tope la reducción del 25 %. Y no sólo eso, la seccional de YPF Ensenada dejo pasar 200 despidos de trabajadores contratados, repitiendo las maniobras de Paolo Rocca.
Se trata de grandes empresas como YPF -que sigue repartiendo ganancias y desde el año 2015-2018 encabeza el ranking de las las compañías de mayor facturación del país- y sin dar explicaciones dejan a familias enteras sin ingresos en el medio de una pandemia.
Aunque en el caso de YPF el acceso a la información contable es pública, para la gran mayoría de las empresas que no cotizan en bolsa, esto no sucede. Es elemental para clase obrera exigir la apertura de los libros contables, para defenderse de los atropellos patronales. Son las multinacionales uno de los sectores que fugan divisas y cuentan con grandes recates del Estado, por eso sostenemos que los recursos están. Se trata de afectar las ganancias de los capitalistas, que paguen ellos a través de un impuesto a las grandes fortunas, a las empresas y la banca privada, se podría costear salarios de cuarentena de $30.000, la compra de insumos médicos necesarios y evitar los despidos, suspensiones y rebajas de salario. Estas son medidas iniciales, para enfrentar la crisis y defender los puestos laborales, en el camino de avanzar hacia la nacionalización del sistema energético y los hidrocarburos, estatizando la exploración y explotación de los recursos naturales, bajo control de los trabajadores, las comunidades y organizaciones socio-ambientales.
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[1] La misma asamblea resolvió efectuar un pago de $5,8478 por acción, sin distinción de clase. Con casi 400 millones de acciones en circulación, el pago (que se hizo efectivo en julio de 2019) ascendió a $2.300 millones.
Guadalupe Bravo
Nacida en Trenque Lauquen, Provincia de Buenos Aires en 1985. Es economista, recibida en la UBA. Miembro del Partido de los Trabajadores Socialistas desde 2004. Coedita la sección de Economía de La Izquierda Diario.