Recibimos la denuncia de trabajadores de la empresa Sindelen que hoy los despide, en complicidad con la dirección del sindicato, por exigir mejores condiciones laborales
Viernes 1ro de septiembre de 2023
La empresa SINDELEN ha obtenido enormes ganancias en ventas por medio de sus más de 18 tiendas en el país, además de su plataforma virtual y productos en el retail. Y si bien por el “secreto comercial” no son públicas sus ganancias, las y los trabajadores que hoy denuncian, estiman que vienen acumulando alrededor de $100 millones de dólares anuales.
Más allá de esta fortuna, las condiciones de los trabajadores son precarias, a pesar de ser la pieza fundamental en las ganancias de esta empresa. Los trabajadores nos comentan, que no cuentan con bonos o incentivos de productividad, o cuestiones tan básicas como permisos de medio día por cumpleaños o un día al año para trámites administrativos. Por otro lado, la ropa de trabajo -que no implica grandes costos- no es la adecuada, ni cuentan con calzado de seguridad. Tampoco se les brindan descuentos de productos para el empleador, práctica que suele hacerse hasta incluso en las pymes o comercios familiares. Cuestiones elementales como dispensadores de agua caliente o frío en los sectores de producción o bodega, no son garantizadas. Ni que hablar de reajustes salariales anuales.
En esta circunstancia quienes hoy dirigen el sindicato, que debe velar por los intereses y mejoras para los trabajadores, se ha mantenido ajeno a estas necesidades.
Los dos únicos miembros directivos de dicho sindicato, no solo están perpetuados en los cargos imposibilitando nuevas incorporaciones (proporcionales a la cantidad de empleados), como sucedió en la última elección al negarse el ingreso de un nuevo postulante, sino que actúan como correa de transmisión de las ordenes patronales, haciendo de bloqueo de las demandas de los trabjadores.
Cansados de esta situación, los obreros, decidieron tomar en sus manos la defensa de sus derechos, organizando una consulta interna y elaborando un petitorio donde se exigía lo arriba mencionado. Todo esto, en el marco de una negociación que el sindicato estaba llevando a cabo con la empresa sin realizar un intercambio mediante asambleas con las y los trabajadores, o sea a sus espaldas. Ante esta gestión y con complicidad de la burocrática directiva sindical, la empresa decide responder despidiendo a cuatro de los trabajadores que habían impulsado esta consulta.
Un trabajador nos relata: "Nosotros citamos a una reunión a los dirigentes sindicales en la cual nos dijero que ellos "no tienen idea" de cómo ayudarnos ante las demandas que recogimos en consultas, que la mejor solución que ellos veían era que redactáramos un petitorio y se lo hiciésemos llegar. Pero cuando lo estábamos redactando nos dimos cuenta que el sindicato ya estaba negociando con la empresa lo cual generó un malestar en los trabajadores y decidimos enviar directamente el petitorio al dueño de Sindelen, Horacio Simonetti. Ante esto lo dirigentes sindicales se molestaron y solicitaron a Simonetti que las personas involucradas en la redacción del petitorio fuéramos desvinculadas de la empresa".
Con este accionar, la empresa ha demostrado no solo no querer dar mejoría a las condiciones de trabajo, si no además atacar a la misma organización de los trabajadores, que hasta el reaccionario Código del Trabajo defiende, que prohíbe el despido de trabajadores por participar en actividades sindicales (art 5°), o incluso el mismo convenio 98 de la OIT, esa organización dirigida por el imperialismo yanqui que delinea las pautas de explotación de los países bajo su techo, que indica que “los trabajadores deberán gozar de adecuada protección contra todo acto de discriminación tendiente a menoscabar la libertad sindical en relación con su empleo”, entre otras normas vigentes.
"La empresa lo que dice es que "las condiciones laborales son esas" y el sindicato dice lo mismo, y al que no le gusta se tiene que ir nomás, esa es la forma de "defender a los trabajadores" que tienen ellos" nos señala uno de los despedidos.
Esta experiencia refuerza la necesidad de que el sindicato deje de ser un órgano más de la empresa, de la importancia de tener independencia política de los empresarios y jefes, organizarse colectivamente con mandatos de base, y enfrentar cada atropello a la organización de las y los trabajadores. Frente a los despidos, la dirección del sindicato debe apoyar difundiendo masivamente los casos, exigir la reinstalación inmediata a los puestos de trabajo, organizando en lo que dure el proceso, un apoyo de fondo económico. Frente al intento de amedrentar, se debe redoblar la participación, organización y fortalecer la herramienta sindical, recuperando el protagonismo por parte de los trabajadores para que sea un instrumento de las y los trabajadores, y no de la patronal.
Presentación del petitorio: