¿Qué es Ar TV Trans? ¿Cómo se formó el grupo? ¿Cómo fue tu incorporación?
La cooperativa se formó legalmente hace 3 años en el 2012 con el fin de autogestionar nuestro trabajo en el arte. Nació como un encuentro de chicas. Daniela Ruiz que fue una de las primeras y la ideadora de todo esto, junto con Emma Serna y Nicole Cagy, estaban armando Hotel Golondrina con la idea de contar a través de una obra de teatro la historia del Hotel Gondolín. Cuenta historias de chicas trans, cómo llegan a Buenos Aires, cómo es el paso... Hotel Golondrina es como la historia general de las chicas y es básicamente historias de travestis en una casa de travestis y el vocabulario es travesti. Daniela un día me llama y me dice que le parecía que yo podía preparar y hacer un papel que ella estaba necesitando. Yo había hecho teatro con un grupo de aficionados nada más, en Salta 10 años atrás, y no estaba haciendo muchas cosas en ese momento. Y me animé, me pareció divertido. Le digo que sí. Nos parecía que con esta obra podíamos, además de actuar que es nuestra pasión, podíamos hacer también visible nuestra identidad. La obra reivindica mucho eso.
También comenzó a dejarnos unos mínimos ingresos pero... se podía, decíamos "esto lo podemos hacer más continuadamente, puede ser un dinero significativo a fin de mes". Esto para mi significa principalmente un trabajo, significa comprometerme, ya sea desde los ensayos hasta las tareas de la cooperativa de la cual soy socia: aunque hay chicas que se encargan específicamente de lo administrativo, en general hacemos todas un poco de todo. El hecho de estar organizadas nos da más aceptación y nos abre puertas. Esto es un trabajo más allá de que, con el pasar del tiempo yo fui descubriendo que es también una pasión y es algo de lo que me gustaría poder vivir algún día.
Hablabas de que uno de los objetivos de la cooperativa era darle visibilidad a la identidad trans, además de ser un trabajo y una expresión artística, ¿lo consideran una intervención política, parte de su militancia?
Totalmente. Ya el subirnos al escenario es hacer visible nuestros cuerpos. En un principio cuando empezamos a hacer Hotel Golondrina y nos encantó. Seguimos con otra obra que se llamaba Monólogo de las tetas con pene que era casi un show de stand up que estuvo muy bien también reivindicando y visibilizando mucho más porque ahí hablábamos directamente de la construcción de nuestras identidades y la construcción también de nuestros cuerpos. Poder contarlo abiertamente, riéndonos de nuestra identidad era hacer militancia de alguna manera. Siempre creo que desde la posición en la cual nos paramos, las elecciones que hacemos de lo que queremos mostrar, tienen una base política. En un momento dijimos “dejemos de estereotiparnos a nosotras mismas, de hacer siempre papeles de travestis” y ahí empezamos a apropiarnos de los que fue nuestra tercera obra, La casa de Bernarda Alba de Federico García Lorca. Elegimos hacer esa obra porque toma y enreda todo lo que tiene que ver con la opresión hacia la mujer y en nuestros casos lo comparábamos con nuestras identidades, con la opresión que sentimos nosotras, con el esconder todo de cuatro paredes para adentro. Entonces nos encontrábamos muy presentes con la obra. En un principio la puesta fue bien clásica y eso nos permitió tener mucha más llegada quizás que con las otras obras que, al ser de la jerga travesti o trans, estaba más dirigida hacia un público determinado. Nos dimos cuenta de que con La Casa de Bernarda Alba rompimos con eso, dejamos de estar solamente dentro del ambiente LGBTI. En un momento el público deja de ver nuestra condición trans y empiezan a identificarnos con los personajes, ya no le importa cuál es tu sexualidad, cuál es tu género y eso también es hacer visibilidad para nosotras: dejar de estar siempre en el mismo lugar y poder estar en el lado que nosotras queramos. Eso es lo que estamos haciendo. Contabas que la primer puesta de Bernarda Alba que fue muy clásica ¿eso fue cambiando?
Hasta la penúltima función la obra siempre fue clásica. Ahora empezamos a trabajar con Charlee Espinoza. Charlee vuela y para sus obras es muy visual y ya sabiendo cómo veníamos trabajando se animó a sumarse y a darle otra puesta. Y creo que estuvo bien que hagamos el clásico porque nos permitió llegar a muchos lugares pero ahora estamos haciendo algo súper transgresor. Charlee notó que a la obra le faltaba algo y era eso, el toque trans que necesitaba. La obra que estamos haciendo ahora tiene un vuelco que para mi no tenía, que le faltaba y que fue muy necesario cambiar y que seguramente va a seguir cambiando yo creo que siempre para mejor. También estoy contenta con el resultado de la última función porque ninguna de las chicas que se fueron sumando a la cooperativa -como yo en un primer momento- venía con formación y esto de seguir pisando los escenarios te hace seguir creciendo y me gusta ver cómo a mis compañeras y amigas les está pasando lo mismo. En este momento actuando somos 12 haciendo distintas obras: además La casa de Bernarda Alba y de que seguimos haciendo Hotel Golondrina, hay otra obra también escrita y dirigida por Daniela Ruiz que se llama Idénticxs. La idea de la cooperativa es empezar a abrirnos a otros espacios por eso también estamos haciendo un documental autogestionado con las chicas de la cooperativa que va a contar la vida de cada una con la idea de desestigmatizar esa idea de que todas somos prostitutas.
Teniendo en cuenta los dichos recientes de Bergoglio, muy hostiles hacia las personas trans y el acercamiento que está habiendo con el gobierno, ¿cómo ves de acá en adelante la situación para las personas trans?
Yo creo que el Estado tiene que estar separado de la Iglesia. Estoy convencida de que la Iglesia en la historia siempre hizo cosas muy malas, que muchas de sus ideas son retrógradas, que no van de acuerdo con las leyes y crean división entre la gente. Estoy de acuerdo en que la gente sea creyente que crea en algo superior pero no estoy de acuerdo con sus representantes y con la Iglesia que impone cierto pensamiento. Y sí... hace poco Bergoglio comparó a las personas trans con armas nucleares...personas que no reconocen el "orden de la creación"...,
Y bueno sí, somos bombas nucleares. (risas)
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La Casa de Bernarda Alba
Todos los miércoles de abril a las 22.30 hs.
La Oveja Negra
Uriarte 1271, C1414DAI Buenos Aires.
Entrada a la gorra.