El peso no se recupera y la inflación sigue creciendo. La precarización de la vida en México sigue dependiendo de la economía estadunidense.
Viernes 21 de abril de 2017
Este miércoles el peso volvió a ser noticia, con su tropiezo más fuerte desde que comenzó la recuperación producto de la subida de las tasas de interés, se situó en su nivel más bajo en 15 semanas perdiendo un 1% de su valor llegando a 18.8 pesos por dólar.
Por su parte la inflación que se mantiene caminando en 5% y un poco más. Los precios de los productos básicos han sufrido un aumento generalizado y las perspectivas sobre la inflación no son muy alentadoras, y llegan a casi el 6% para lo que resta del año. La vida seguirá encareciéndose, y como es de esperarse, los más pobres seremos los más afectados.
Ambas variables de la economía han sido tema en nuestro país desde que en Estados Unidos llegara a la presidencia el magnate Donald Trump, y están sujetas en los hechos a las decisiones tomadas por este gobierno.
La renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), y la incertidumbre por la política proteccionista que desde antes de la toma de posesión Trump declaró como ideal para su país, y que pone en distinto lugar la relación bilateral entre México y Estados Unidos, junto con la contracción del comercio internacional, son los factores que determinan la debilidad de la economía mexicana.
La subordinación de nuestra economía a la del país vecino del norte es cada vez más evidente. La implementación de las reformas estructurales y la incertidumbre internacional abonan a la descarga de las consecuencias sobre las espaldas de los trabajadores. Ejemplo de eso el gasolinazo y la liberación del precio de los combustibles, que combinados con la inestabilidad provocada por el ascenso de Donald Trump, trajeron como consecuencia la precarización de la vida para millones y el aumento de la inflación que hoy el gobierno de Peña Nieto se ve obligado a reconocer. Las familias trabajadoras, que destinan sus ingresos en su mayor parte a los productos de la canasta básica, siempre son las más afectadas.