El “apache” ya tendría arreglada su salida del club chino Shanghai Shenhua y -si no surgen inconvenientes- se sumaría a la pretemporada desde la semana que viene. ¿Llegará pleno o “está de vuelta”?
Augusto Dorado @AugustoDorado
Viernes 5 de enero de 2018 01:25
Está todo cada vez más encaminado: entre el miércoles y ayer jueves, los abogados de Carlitos Tevez y de su actual club Shanghai Shenhua arribaron a un principio de acuerdo que destrabaría la salida del jugador de su actual club para volver a la Ribera. Entre los obstáculos se encontraba una cláusula de rescisión del contrato que estaba estipulada en 6 millones de dólares; pero como para comenzar la temporada en la ciudad más industrial de China, el Shanghai tenía que abonar la suma de u$s 20 millones que figura en su contrato, accedió a evaluar liberarlo por menos dinero, habida cuenta de que “el Apache” no sería tenido en cuenta para este 2018 como titular y con suerte calentaría un mullido banco de suplentes. Demasiado caro para desempeñar ese papel de reparto.
En consecuencia, las negociaciones quedaron en una situación de cuarto intermedio pero al borde de un acuerdo porque el Shanghai Shenhua accedería a entregárselo a Boca por sólo 3 millones de dólares en concepto de rescisión. Suma accesible para los planes de “repatriación” del club Xeneize.
El presidente de Boca, el operador macrista Daniel Angelici, considera a Tevez como un jugador que le aportaría una inyección de prestigio a Boca luego de un año en el que Boca no figuró en competencias internacionales (una frustración importante para la parcialidad azul y oro), pese a que cosechó un nuevo campeonato (el torneo 2017) con buenos promedios, que tuvo momentos de rendimiento contundente en el ámbito local y que ostenta el récord de haber encabezado la tabla de posiciones del fútbol argentino durante todo el año calendario. Pero Boca siempre aspira a mucho más y Angelici cree que la figura Tevez puede abrir esas puertas.
Pero Carlitos llega en condiciones futbolísticas que como mínimo dejan un margen de duda. Hace rato que no tiene lugar en el primer equipo del Shenhua, un equipo importante pero de una liga de bajísima jerarquía pese a los presupuestos que maneja. Es una liga “en construcción” en un país que apuesta fuerte a transformarse en potencia futbolística pero que aún está muy lejos de lograrlo. Tevez llegó luego de concretar uno de los pases más caros de la historia y por uno de los contratos mejor pagos del fútbol mundial (en diciembre de 2016, el diario La Nación titulaba “Tevez se va a China para ganar lo mismo que Messi y Cristiano juntos” por los u$s 40 millones que arregló por cada una de las dos temporadas acordadas). Sin embargo tuvo un desempeño flojísimo y no brilló en ningún momento. Parafraseando a los Redonditos de Ricota, en Shanghai podrían cantar que “nuestra estrella se agotó y era mi lujo”. ¡Y qué lujo! (También podrían decir “mordí el anzuelo una vez más, siempre un iluso”, pero dejémosle ese lamento a los grupos inversores que estuvieron detrás de esa operación que terminó en una gran frustración).
Carlos Tevez, actualmente con 33 años, firmaría con Boca un contrato por dos temporadas con el que iría cerrando su carrera que tuvo varios de sus puntos más altos justamente en La Boca. Tiene importantes desafíos por delante el Xeneize: Copa Libertadores, Supercopa argentina (campeón local frente a campeón de Copa Argentina que esta vez es nada menos que River), Superliga -campeonato que Boca lidera cómodamente- y nueva edición de Copa Argentina. Es una buena oportunidad para Carlitos.
Ya es casi un hecho, Tevez está de vuelta. La gran incógnita es: en jerga futbolística ¿Tevez está de vuelta? Veremos.