Después de un 2020 de restricciones que afectaron a la cultura y al rock, el 2021 tuvo en “The Beatles- Get Back”, con su mirada retrospectiva, la presentación más importante del año en lo que a rock se refiere. La música, y el contundente peso de Los Beatles, son protagonistas. Pero además, las horas de filmación están llenas de detalles en torno a la historia de la banda, a la sociedad del momento, y a las relaciones humanas dentro de un grupo de trabajo, algo inevitable, aunque se hable de los de Liverpool.
Jueves 30 de diciembre de 2021 22:38
A poco más de un mes del estreno de la serie que apunta a reescribir la separación del grupo más famoso e influyente de la historia, le damos una mirada más amplia al documental de Peter Jackson, basado en cientos de horas de filmación que el director Michael Lindsay Hogg, realizara en 1969, para el film “Let it Be”. Con sus tres capítulos, cerca de ocho horas de duración, el trabajo del neozelandés aporta miradas muy ricas por fuera de la indiscutible calidad de “Let it Be” como obra discográfica, desde su creación hasta su resultado, pasando por el trabajo de sus compositores y de sus colaboradores. La música habla por sí misma, y a pesar de la infinidad de veces que ensayan cada canción, o los momentos creativos a la deriva (que abundan), hablando de Lennon, McCartney, Harrison y Starr, es un lujo observar ese proceso. Pero más allá de la música, hay detalles que aportan, justamente, a hacer un relato más fiel de esa época de la banda.
Episodio 1: El Frío Twickenham
Una introducción veloz pero correcta, nos pone en situación. A partir del 2 de enero de 1969, Los Beatles se proponen realizar un álbum desde cero, filmando el proceso de elaboración de catorce canciones en dos semanas, con la particularidad de que serán tocadas y grabadas en vivo en un show de TV, los días 19 y 20 de ese mes, en una locación a definir. A partir de esto, hay mucho que escuchar, pero más para ver. Los Twickenham Studios de Londres, son estudios de cine, para los ensayos de una banda, resultan demasiado grandes y fríos, especialmente en esa época del año, y repetidamente los músicos se quejan de la mala acústica del lugar. Cuando la banda comienza a presentar temas para trabajar, notan que no hay suficiente material, y en ocasiones recurren a composiciones Lennon-McCartney archivadas desde antes que el grupo comenzara a grabar en 1962. Entre zapadas de calentamiento, despuntan varias melodías en estado embrionario, como “Dont Let Me Down” de Lennon, “Two of Us” de Paul, o “I’ve got a feeling” de ambos. Es muy interesante el proceso creativo al estilo “tormenta de ideas”.
Por fuera de la música, llama la atención la constante presencia de Yoko Ono, ocupando una silla al lado de Lennon en medio del grupo, a pesar de que prácticamente no emite palabra en todo el documental. Las visitas de Linda, pareja de Paul, son frecuentes, y aprovecha para tomar fotografías, que hoy son famosas, mientras que Maureen, esposa de Ringo, actúa como una fan privilegiada. Son interesantes las charlas previas a comenzar la jornada de trabajo, ya que se habla de la programación de la BBC, y la opinión que les merece, (incluso inspiró a Harrison a componer “I Me Mine”). Se leen en voz alta los periódicos del día, y se comenta la situación política. Se menciona la legalización de la marihuana, y critican al diputado conservador Enoch Powell por racista, algo de esto se cuela en los primeros intentos de la canción “Get Back”. Otra visita llamativa es Dick James, dueño de Northern Songs, la compañía que poseía los derechos de las canciones de Lennon-McCartney, quien intenta convencer al grupo, sin Lennon, de invertir en derechos de autor de otras canciones, esto se transforma en un acoso hacia Paul que manifestó cierto interés. McCartney, por esa época, comenzó a comprar derechos de autor de temas clásicos.
En esta primera parte, se establece la relación de trabajo entre los músicos, que también es una relación personal. A Ringo se lo ve cansado pero de buen humor, aunque solo acompaña, sin opinar sobre la música, y recibiendo sugerencias. Harrison, todo el tiempo intenta “pescar” el rumbo de las canciones de John Y Paul, para realizar su aporte, por lo general es muy intuitivo para acompañar este proceso en su guitarra. Cuando Harrison presenta sugerencias, o sus propios temas, parece no ser valorado. Lennon tiene cierto compromiso con los temas propios, pero no termina de comprometerse con el proyecto. Por el contrario, McCartney intenta delinear una metodología de trabajo (que Lennon no acompaña), y termina dando sugerencias que suenan como imposiciones, sobre todo a Harrison, y en menor medida a Ringo. En ese contexto aparece la famosa discusión entre George y Paul, que hasta ahora, habría sido determinante para que Harrison abandonara al grupo. El documental demuestra que esa discusión, fue parte de un proceso que hacía sentir frustrado a George, a quien al día siguiente, última jornada semanal, se lo ve muy ausente, y antes del almuerzo anuncia que deja la banda, con un tono frio y como una decisión que caía por su propio peso, más que por un arrebato emocional. Al regresar al estudio, Ringo, John y Paul, están perdidos, curiosamente, Yoko ocupa el lugar y el micrófono de George, solo para dar alaridos. En ese momento deciden convocar a una reunión en casa de Ringo para el fin de semana. Esto último encaja bien en el relato televisivo, dejando suspenso hacia el próximo episodio.
Episodio 2: Aire Fresco
El día lunes, solo llegan a la grabación Ringo y Paul, con Linda. Lennon ni siquiera contesta las llamadas, y comienza a descubrirse que la reunión para acercar a Harrison fue un fracaso. Hay sueño, fastidio e impotencia en los ojos de los músicos. Linda comenta que John no habló en la reunión, Yoko tomó la palabra por él. Lennon avisó que llegaría al almuerzo y que quería hablar con Paul en la cafetería del estudio. El equipo de filmación preparó una mesa en la que colocaron micrófonos. Esta charla (solo audio), es un aporte esclarecedor. Una discusión entre amigos, entre compañeros, sobre las responsabilidades del liderazgo. Lennon es el primero en admitir que George cede mucho para ser un Beatle, y que lo han minimizado durante años. Paul intenta justificarse, pero lo admite. Lennon le cuestiona el autoritarismo y la falta de recepción a los aportes de los demás. Salen de la reunión decididos a buscar a George, pero Ringo avisa que Harrison estaría en Liverpool por tres días. Evidentemente, George no quería perder el contacto, y eligió a Ringo como interlocutor. La espera de George no fue fructífera en cuanto a lo musical, aunque es válido ver como lo intentan.
La reunión con George dio frutos, pero se puede intuir que hubo condiciones. Se descartó la idea del especial para TV, y los desvaríos de McCartney de viajar al extranjero o tocar en un barco. Las filmaciones se usarían para un film que, por contrato, debían entregar a United Artists. Continuó la idea de grabar los temas en una sola toma en vivo, pero lo más importante, todo el proyecto se traslada a los estudios EMI, donde todo quedaría registrado en un álbum, además de la filmación. Fue una semana perdida, y los compromisos de Glynn Jones, el ingeniero de grabación, ponía un nuevo plazo para terminar, ya que el productor, George Martin, no quería cambiar de personal a mitad del proyecto. Volver a Abbey Road renovó el humor, y las canciones comenzaron a consolidarse. Volvió a la práctica de leer los diarios, sobre todo cuando hablaban del final de Los Beatles a golpes de puño. La historia de Los Beatles, está repletas de casualidades, que se hacen causalidades, cuando el grupo venía hablando de la necesidad de contar con alguien al piano, pensando en contratar a Nicky Hopkins, colaborador de Los Rolling Stones, pasó a saludar un tecladista amigo de la época de Hamburgo (1960). Billy Preston fue invitado a transformar su visita en colaboración permanente hasta el final del trabajo, y si el humor se había renovado, el aire en el estudio se refrescó por completo, en cuanto sus manos cayeron sobre las teclas.
En lo musical es destacable el aporte de Harrison para ordenar la estructura de “Get Back”, con dos solos, el de Preston y el de guitarra de Lennon. La grabación de dos temas de George. Y el ensayo permanente. En lo extra musical, George recibe la visita de su esposa Patti, aunque solo habla con él, y se retira. Paul deja ver su impotencia cuando su idea de tocar en vivo se va desvaneciendo ante la negativa de los otros miembros del grupo. Por otro lado Lennon junto a Yoko, preparan una reunión con Allen Klein, para convertirlo en el manager de Los Beatles, cuando Paul quería contratar a su suegro, Lee Eastman. Glynn Jones, propone a Paul tocar en la azotea del estudio, McCartney se entusiasma, y junto a Ringo y parte del equipo suben a ver el lugar. El episodio cierra sin la idea aceptada por la banda, a cuatro días de tener que terminar las grabaciones.
Episodio 3: La Azotea
Apremiados por el tiempo, Los Beatles trabajaron al fin de semana. La visita de Heather, la pequeña hija de Linda, le da mucha ternura a la escena, mientras las canciones van progresando. El día lunes, McCartney debe ausentarse unas horas, y los diálogos entre Lennon y Harrison, surgen espontáneamente. John convence a George y Ringo de reunirse con Allen Klein al final del día, sin Paul. Pero también, George expresa que tiene demasiadas composiciones que no encuentran espacio en Los Beatles, y habla de realizar un disco solista. John y Yoko lo alientan. Antes de comenzar a trabajar el día martes, en ausencia de Paul, se habla de la reunión y de la voluntad de contratar a Klein. Paul llegó con la idea de ensayar a fondo las canciones para tocarlas en la azotea al día siguiente, aunque tuvo la ardua tarea, durante todo el día, de convencer al resto. Al terminar la jornada, ninguno había manifestado su voluntad de subir a tocar, y debió preguntarlo abiertamente, Ringo lo respaldó, y John, en medio de una sátira, dijo que sí. George no respondió.
Al día siguiente, miércoles 30 de enero, el documental comienza a respirar. Jackson le da un lenguaje de cine, en donde transmite que todo terminará bien al final. Se muestran los preparativos para el concierto, y finalmente, Los Beatles suben a la azotea y realizan su happening. El clima frío se contrapone con el óptimo humor en el escenario. La música cae de repente sobre los transeúntes del mediodía londinense y el revuelo se transforma en gentío. Las quejas de los comerciantes de la zona llaman a la policía. Como en una comedia, los policías hacen el papel de villanos bobos, no se atreven a usar la fuerza para interrumpir el show. Son invitados a subir después de veinte minutos de esperar en planta baja. Paul los ve y le causa gracia, los músicos giran a mirarlos frecuentemente, sin dejar de tocar. Incluso cuando ordenan apagar los amplificadores, Harrison vuelve a encenderlos, sin que nada pase. Después de 40 minutos Los Beatles se despiden, y bajan a escuchar las grabaciones. Las predicciones de Paul fueron acertadas, los temas suenan muy bien, y varias tomas de la azotea fueron directamente al álbum. En el control todos están felices, Los Beatles, Linda Maureen, Yoko, George Martin, y todo el equipo de filmación y grabación. Al día siguiente vuelven a trabajar los temas de estudio, para finalizar la tarea.
Conclusión
The Beatles Get Back no es solo un extenso documental de una banda en crisis intentando despedirse de sus fans, cuenta con demasiados condimentos como para enfocarse solo en eso. Sin duda, la música y los músicos son protagonistas, ya que tiene un inmenso atractivo ver la cocina de temas de “Leti Be”, del posterior “Abbey Road”, otros que llegarían a discos solistas, o un repaso por algunos clásicos tocados en forma desestructurada. Pero la cinta habla también de luchas de egos, mientras Lennon y McCartney tienen la libertad de divagar en el estudio, Harrison debe presentar sus temas totalmente definidos. Habla de liderazgo, ya que John fue un líder, hasta conocer a Yoko, sin siquiera proponérselo, con una condición natural, Paul habla de la pesada tarea de tener que ser “el jefe”, son dos miradas diferentes sobre maneras de guiar a un grupo. Habla de una amistad desgastada por las normales transiciones de la vida, ya que la banda era un grupo de adolescentes cuando comenzó y ahora eran hombres con familias y con inquietudes diferentes. Se habla de la creación de una obra a pesar de todas las diferencias, y en ese sentido, demuestra que Los Beatles eran incansables a la hora de buscar el mejor arreglo o el mejor sonido para una canción. Si bien Paul es quien lleva al grupo a buscar tozudamente las formas, y puede parecer autoritario o condescendiente en el estudio, también es cierto que todos son conscientes de que si la obra se puede mejorar, hay que mejorarla. Tal es así, que todo este trabajo que se concibió como una despedida, no conformó al grupo. Y decidieron trabajar en una despedida más digna para Los Beatles, que se vería reflejada en el magnífico álbum “Abbey Road” (1969). Las horas y horas de rodaje para “Let it Be, quedaron archivadas por un año, hasta que se lanzó, en 1970, el film y el álbum. Y 50 años más tarde, Peter Jackson las retomó para brindarnos este revelador documental.