Montserrat Jiménez trabajadora del DIF e integrante de la Agrupación Queremos Trabajo Digno, denuncia despido injustificado y llama a organizarse y coordinar las luchas por reisntalación, estabilidad laboral, aumento salarial y derechos laborales. A continuación reproducimos la ponencia con la que participó en el Foro-Encuentro Reforma Laboral, precarización laboral y derechos de las y los trabajadores.
Lunes 25 de julio de 2022
Buen día compañeros y compañeras, estamos muy contentos de participar en este espacio, dónde estamos presentes trabajadores del sector público y privado, con el objetivo de estrechar lazos de solidaridad y fortalecer un plan de lucha común que nos ponga en mejores condiciones para el triunfo de nuestras demandas.
Vivimos el tercer año de la crisis abierta por la pandemia, misma que desnudo la voracidad capitalista. La clase obrera a nivel internacional ha sufrido las peores consecuencias de la crisis económica y sanitaria. La guerra, el desempleo, desabasto, inflación, avanzó la precariedad en el trabajo y el ataque a nuestros derechos, millones de personas perdieron la vida porque se priorizo la ganancia capitalista.
En este contexto también hemos visto un reavivamiento de la lucha de clases con importantes rebeliones y gestas de la clase trabajadora contra los planes de ajuste y la carestía de la vida. Por indicar algunas, el fenómeno de sindicalización en EU, las huelgas en Myanmar, las rebeliones en Sri Lanka y recientemente en nuestro continente en Ecuador y hoy mismo Panamá.
La situación en México no fue distinta, hoy la inflación se encuentra por arriba del 8%, la más alta en las últimas décadas, la precariedad en el trabajo se profundizó, el desempleo aumentó y hasta ahora ocupamos los primeros lugares a nivel mundial en mortalidad por la pandemia ante un sistema de salud desmantelado, condiciones de vida de la clase obrera y sectores populares pauperizada, y dónde también se priorizo la apertura económica frente a la vida de los trabajadores.
Política implementada bajo las banderas de la Cuarta Transformación, de un gobierno que se dice progresista y que "decretó la extinción del neoliberalismo", pero la realidad es que se mantienen los elementos centrales del ataque contra la clase trabajadora.
En el sector estatal por ejemplo se ha profundizado la precarización y aplicando una política de despidos a los sectores precarios bajo el argumento de la austeridad republicana, mientras los altos funcionarios mantienen salarios de más de cien mil pesos mensuales y año con año se aumenta el presupuesto a la Guardia Nacional, que militariza el país, reprime personas migrantes, está involucrada en asesinatos extrajudiciales, desapariciones y redes de trata. Las fuerzas armadas y la “seguridad” es el único sector que tuvo un aumento salarial por arriba de la inflación.
La “austeridad” no ha tocado tampoco los bolsillos millonarios de los grandes empresarios, por ejemplo, durante el peor ascenso de la pandemia por covid 19, se priorizó la llamada reapertura económica, obligando a regresar a los centros de trabajo sin protocolos sanitarios ni vacunación, poniendo sus ganancias por encima de nuestras vidas. La recaudación fiscal se ha limitado a lo sumo al cobro de impuestos adeudados por sectores empresariales pero ha habido una negación a implementar mayores impuestos a ellos.
Pero en estos años de pandemia, no todos perdieron, mientras la clase obrera ha sufrido las peores condiciones de la crisis, aumentaron las fortunas de los grandes empresarios como Carlos Slim.
Telefonistas enfrentan con la Huelga a Slim
Carlos Slim, quiere avanzar sobre los derechos de la base Telefonista. Como respuesta, las y los trabajadores del Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana (STRM), retomaron la huelga como método de lucha para enfrentarlo.
Tras varios años de ataque laboral 60 mil trabajadores afiliados al Sindicato Telefonista, entre activos y jubilados, realizaron la primera huelga telefonista en 37 años en Telmex, en un sector como telecomunicaciones que es estratégico para los capitalistas y el funcionamiento de la sociedad.
Frente al estallamiento de huelga AMLO declaró en la mañanera que "Slim es una persona muy sensible" asegurando que respondería a las demandas de las y los telefonistas. Mientras, la política de la 4T ha sido de cerrazón e intransigencia con otros conflictos, como vemos a 29 meses de la huelga del SUTNOTIMEX que aún no tiene solución.
Y la Secretaría del Trabajo rápidamente dió un trato especial al conflicto, pero para pedir levantar la huelga en sus primeras horas a cambio de promesas por parte de Telmex. ¿No será que al gobierno le preocupa que esta huelga active el descontento que existe con la política laboral de la 4t y las empresas?
Pese al discurso que el gobierno enarbola sobre la Reforma Laboral que supuestamente “daría marcha atrás al outsourcing”, la realidad es que éste se mantiene y opera también en telecomunicaciones. Cómo lo hemos denunciado también desde el sector estatal.
La política laboral de Telmex, bajo el argumento de la "inviabilidad financiera" ha aumentado los ritmos de explotación, avanzó sobre el CCT, atacó las jubilaciones y aumentó la subcontratación en las filiales. Ataques que se han dado sobre la base de los acuerdos que llevó adelante la dirección sindical, y buscando evitar a toda costa una lucha decidida del conjunto del sindicato por sus demandas.
Hoy esto se expresa en que la dirección sindical ha cedido al levantamiento de la huelga a cambio solo de una mesa técnica que revisará las demandas y dará una respuesta en 20 días.
Sin embargo, esta gran experiencia, fortalece la confianza de la base telefonista en nuestros métodos de lucha y da razones del porque la organización independiente del gobierno es clave para triunfar, que la huelga no solo es posible, sino una vía para frenar el ataque a nuestros derechos y lograr nuestras demandas.
Otro elemento que nos parece clave a destacar es que la realidad telefonista es que hoy existen miles de trabajadores que dan vida a la empresa a través de filiales, y esos trabajadores lejos de ser el enemigo, son sectores que sufren las consecuencias del ataques por lo que es indispensable la unidad entre trabajadores sindicalizados y subcontratados, todos merecen condiciones dignas de trabajo.
No es una situación exclusiva de Telmex, yo trabajé una década para el DIF de la ciudad sin derechos laborales, cuando hice la exigencia de los mismos las autoridades optaron primero por hostigarme y luego despedirme. La historia sería distinta si desde el Sindicato Nacional de Sistema DIF que ha permitido el avance de las contrataciones precarias en contra de mantener su materia de trabajo, no permitiera ese avance y tuviera una política de pelear por incorporar a la base precarizada.
Ayer leí comentarios por parte de la base precaria telefonista, los trabajadores de las filiales a la huelga, los regresaron a casa sin el pago del día, con la incertidumbre de saber si tendrán trabajo, viéndose ajenos a un proceso de reivindicación de derechos en su mismo centro de trabajo. Hay que romper esa división en todos los Centros de trabajo tanto en el sector público y privado, el enemigo está en otro lado.
El ataque contra los derechos laborales se mantiene bajo la 4T
Además de la lucha telefonista, los ataques asentados bajo la política laboral de este gobierno, han provocado la protesta en decenas de sectores, hemos visto al personal de salud protagonizar una lucha por la falta de insumos, por la basificación y contra los despidos del sector contratado en la emergencia sanitaria; a docentes que denuncian los bajos salarios y la precarización, a la base obrera de General Motors en Silao hecharon a la burocracia priísta de la CTM; el movimiento La UNAM no paga y actualmente, la huelga de 11 días del Sutiems y la huelga del Sutnotimex que ha mantenido en plena pandemia cumoliendo ya 2 años y 5 meses demandando la reinstalación y enfrentando los intentos de desaparecer su Contrato Colectivo de Trabajo; la Asamblea de Cultura de la CDMX que ante 900 trabajadores que despidieron dieron una importante batalla por la reinstalación, logrando la recuperación de 700 lugares; las resistencias que se dio por la desaparición del IMER; la lucha en el DIF contra la disminución salarial y los despidos; entre muchos otros casos.
Ante esto procesos la 4T, lejos de resolverlos como podrían esperar algunos debido a su discurso progresista, solo muestra cerrazón e incluso represión, basta pensar en la Huelga del SUTNOTIMEX, en donde a Secretaria General le abrieron procesos penales. Ante eso, las organizaciones obreras y populares no pueden estar por detrás de estas luchas y procesos que protagonizan sectores de trabajadores y lo que estos procesos requieren, para no quedar aislados y ser derrotados por el gobierno y la patronal, es que se de un paso mas allá.
Eso implica dejar atrás toda confianza en la tregua con el gobierno, como lamentablemente hacen muchos dirigentes sindicales que ayer eran opositores, el gobierno ya mostró de qué lado está, mantener una tregua, cuando hay luchas obreras, equivale a dejarlas aisladas y favorece a nuestros enemigos.
Todo eso, requiere coordinar a los sectores en lucha y a los grandes sindicatos y centrales que se dicen democráticas, en un verdadero plan de lucha para exigir, en primer lugar, la resolución positiva de las demandas de las luchas existentes, comenzando por las huelgas del SUTNOTIMEX y del Sindicato de Telefonistas, la reinstalación de los despedidos en estatales, el aumento salarial que alcance para cubrir la canasta básica y se ajuste a los precios de la inflación, la defensa de la libertad sindical y la conquista de plenos derechos laborales.
La fortaleza de las y los trabajadores está en nuestra organización y movilización, con una política independiente de los partidos del congreso y de la burocracia sindical, para la conquista de nuestros derechos por eso somos parte de la Asamblea de Trabajadores en Lucha que hoy Convoca a todas las y los trabajadores de pie a participar de este espacio, desde donde queremos fortalecer un polo unitario e independiente que se apueste a trazar un plan de lucha común que fortalezca la exigencia de nuestras demandas.