En la metalúrgica del parque industrial afirman que pueden producir mobiliario para hospitales, como requiere la OMS. La planta fue abandonada por sus dueños, dejando sin trabajo, sueldos y aguinaldo a todos. Ante la pandemia es urgente reconvertir la economía bajo gestión de los trabajadores.
Miércoles 25 de marzo de 2020 08:23
Imagen: El Diario Sur
La realidad del mundo cambió abruptamente en las últimas semanas por la propagación del coronavirus. Este virus que azota países a lo largo y ancho del planeta trae consecuencias sanitarias y económicas gravísimas. Las bolsas del mundo viven jornadas de grandes caídas, y según las primeras estimaciones de la Organización Internacional del Trabajo entre 5 y 25 millones de personas perderán su empleo. Esta situación convive contradictoriamente con los requerimientos que indica la Organización Mundial de la Salud para achatar la curva de contagio. Mientras miles de fábricas bajan sus persianas, la OMS insiste en la necesidad producir masivamente camas y respiradores para contener al COVID-19.
En esta situación, La Izquierda Diario se puso en contacto con trabajadores de la fábrica Gotan del Parque Industrial de Burzaco. Esta empresa fue abandonada por sus dueños el año pasado, dejando sin trabajo, sueldos y ni aguinaldo a todos sus empleados. Aun en este marco, uno de los trabajadores afirma: “nosotros podemos producir muebles para hospitales”.
Hace seis meses que Horacio Lamberti, exdueño de la fábrica, cerró dejando 27 familias en la calle. Este empresario fue secretario de Industria de Brown y desde 2016 es director del Programa Nacional de Parques Industriales. No pagó indemnizaciones, los últimos años de aportes jubilatorios, ni obra social. En un video que hicieron circular en redes sociales, los trabajadores afirman que su objetivo es autogestionar la producción y formar una cooperativa. Solicitan para esto el apoyo al municipio ya que “Cascallares solo nos visitó unos días antes de las elecciones de octubre, dejándonos en contacto con su secretario Federico Sassone”. Pasadas las elecciones, comentan a este medio “le enviamos archivos al municipio para que vean los trabajos que hicimos y hacemos, pero no obtuvimos respuestas de nadie. El municipio de Brown nos cierra las puertas”.
A pesar de esta situación adversa no bajan los brazos “queremos sacar esto adelante. Estamos en una situación crítica y con lo que está pasando ahora peor. Sabemos que somos muchos los que estamos así. A la gente que está en lucha le mandamos un apoyo y que tengan la fuerza que tiene que tener el obrero para defender su laburo”.
La urgencia de reconvertir la economía para frenar al COVID-19
En los grandes medios de comunicación el gobierno sostiene que la economía se va a paralizar, afectando principalmente a las PyMES y a quienes tienen trabajos precarios. Los trabajadores metalúrgicos ya venían muy golpeados; durante la era de Macri el sector sufrió 70 mil despidos y otras miles suspensiones. La UOM, a pesar de que Antonio Caló reconociera la gravedad de la situación, no movió un dedo en defensa de los puestos de las familias metalúrgicas.
Los trabajadores tenemos una salida frente a esta situación, por eso proponemos reorganizar la producción en servicio de las necesidades de las grandes mayorías. En este caso es urgente aportar todo lo necesario a la salud y a los hospitales que necesitan miles de camas para internación, entre otros insumos. Muchos especialistas destacan el caso de Alemania, que hasta el domingo tenía 24.873 casos confirmados con una tasa bajísima de mortalidad. Mientras en Italia la tasa de muertes es de 9,2% en Alemania es de 0,4%. Uno de los motivos de esta diferencia es la gran cantidad de camas de internación que posee el sistema sanitario alemán, además de la realización de test de detección del virus de forma masiva. Por esto es urgente que fábricas como Gotan empiecen a producir bajo gestión de sus trabajadores para aportar mobiliario para hospitales.
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