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Red Internacional
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Educación superior. Trabajadores de la Universidad Autónoma de Campeche reclaman prestaciones

Trabajadores del Sindicato del Personal Académico de la Universidad Autónoma de Campeche enfrentan a las autoridades universitarias que desconocen sus derechos, los acuerdos de anteriores negociaciones y a su dirigencia sindical, en medio de la legitimación de su CCT y un próximo emplazamiento a huelga.

Miércoles 12 de julio de 2023

Desde la semana pasada inició un conflicto en la Universidad Autónoma de Campeche (UAC), ya que la patronal ha incumplido el pago de prestaciones a sus trabajadores, producto de acuerdos que se firmaron hace casi cuatro meses atrás con el sindicato. Pero no sólo eso, se ha negado a reconocer la figura legal del Sindicato Único del Personal Académico de la UAC (Supauac), pese a que el Centro de Conciliación y Registro Laboral le otorgó a su secretario general, Joaquín Berzunza Valladares, la toma de nota.

Dicha situación es grave porque atenta contra los derechos laborales de los trabajadores, pues la patronal se adjudica el derecho de desconocer a su organización sindical y de no recibir documentación a sus representantes, ya que cuando Berzunza acudió a entregar los documentos que lo acreditan en el cargo que tiene, el rector de la institución, José Alberto Abud Flores, no estuvo presente para recibirlo. Lo cual es un problema importante, pues los integrantes de este sindicato tendrán este 12 de julio el proceso de legitimación de su Contrato Colectivo de Trabajo (CCT).

Las trampas de la legitimación

Una cosa que es muy importante apuntar para el proceso que enfrenta hoy el Supauac, es que por mucho que la autoridad alegue que su Reforma Laboral, obliga a todos los sindicatos del país a realizar la legitimación de sus CCT y dice promover la libertad de asociación, así como la democracia sindical, lo cierto es que no lo hace. En primer lugar, porque no contempla mecanismos para sancionar a los patrones que desconozcan la organización de los trabajadores como hoy pasa en la UAC. Por otro lado, la legitimación no sirve para alcanzar más conquistas, sólo en el mejor de los casos para legitimar las que ya están plasmadas en el CCT.

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Además, promueve la injerencia del Estado en los procesos sindicales, pues son las autoridades del Centro Federal de Registro Laboral, ligadas a la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (StyPS), quienes van a ser los observadores del proceso y quienes van a validarlo, lo que deja en manos del poder político la legitimidad de las direcciones sindicales y sus CCT y no de la base trabajadora.

Pero uno de los elementos más críticos, es que uno de los observadores del proceso de legitimación del CCT del Supauac, es la Asociación Autónoma del Personal Académico de la UNAM (AAPAUNAM).

El AAPAUNAM es un sindicato blanco que durante años ha garantizado la precarización laboral de los profesores de asignatura de la máxima casa de estudios. Dicha organización tuvo que realizar este año dos procesos de legitimación. En ambos no logró que el 50 +1 de los afiliados participaran del proceso. De hecho, tendría que haber perdido la titularidad del CCT desde el primero, como dice la Ley Federal del Trabajo. Sin embargo, las autoridades de la STyPS le permitieron hacer el segundo proceso en el que tampoco logró el respaldo de la mayoría, y a pesar de eso, la Secretaría le dio la titularidad del CCT de los profesores de la UNAM.

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Rumbo al emplazamiento a huelga

Es necesario que los integrantes del Supauac tengan cuidado con las trampas que impone la autoridad laboral y su legislación mañosa, pues, aunque en el discurso suenen muy democráticas, en los hechos no lo son. Si bien es importante que los docentes de la UAC realicen la legitimación de su CCT para que no queden expuestos a los abusos patronales. Pensamos que es necesario mantener una perspectiva independiente de la rectoría, del Estado y sus instituciones que constantemente presionan para que los derechos de los trabajadores vayan a la baja.

Ya que su CCT vencerá el 31 de diciembre de este año, esto los obliga a emplazar a huelga 60 días antes para negociar otro, lo que plantea un problema, porque como mencionábamos antes, las autoridades universitarias no están dispuestas a respetar los acuerdos contractuales que adquirieron con los trabajadores. Y ni siquiera están dispuestas a respetar a sus representantes, pues siguen sin querer reconocer a la dirección sindical, no se diga al CCT que han violado como en otras instituciones de educación superior.

Pero entonces, ¿qué hacer? Se puede empezar a ver al emplazamiento a huelga no como un simple trámite, como ocurre en otros sindicatos, sino verlo como el camino para preparar un plan de acción y una huelga combativa, ya que políticamente la huelga es un proceso de lucha que cuestiona la toma de decisiones en el centro de trabajo, por parte de los trabajadores para enfrentar al patrón. Es un instrumento de lucha muy potente, pues implica el paro total de labores dentro del centro de trabajo, lo que visibiliza que todo lo movemos las y los trabajadores.

Por lo que opinamos que sería importante que ese proceso se prepare con suficiente anticipación, para construir espacios de organización democráticos como asambleas, en unidad con las y los docentes y trabajadores más precarios, a quienes incluso se les llega a negar la sindicalización. Asambleas donde se discuta la preparación y el estallamiento a huelga como un método de lucha efectivo para la conquista de mejores condiciones laborales, llamando a la unidad también a los diversos sectores de trabajadores que hoy expresan descontento. De lo contrario, la rectoría de la UAC va a seguir avanzando sobre los derechos laborales como hasta ahora lo ha hecho, dando golpes contra las conquistas, contra la organización y las ganas de luchar de la base.

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