Hoy se movilizan trabajadores de prensa de todo el país. El gobierno macrista avanza contra la libertad de expresión y las patronales se envalentonan despidiendo. La Ley de Medios Convergentes a favor de las corporaciones.
Martin Espinoza @martinespi05
Laura Achiou @lau_achio
Miércoles 8 de junio de 2016
Fotografía:Enfoque Rojo
Uno de los pilares del discurso “republicano” con el que Cambiemos llevó adelante su campaña, dirigió sus críticas sobre la falta de pluralidad en los medios bajo el gobierno kirchnerista. Se criticó el abuso de las “cadenas nacionales”, el “discurso único”, “la bajada de línea en el Fútbol para Todos” y el manejo discrecional de la pauta publicitaria oficial como mecanismo para lograr medios con discursos favorables.
Sin embargo, esa criticas basadas en datos ciertos de la realidad, tuvo poco vuelo una vez que Mauricio Macri ocupó el sillón de Rivadavia. El gobierno derechista de Cambiemos borró con el codo sus supuestos principios republicanos y arremetió con Decretos de Necesidad y Urgencia en sus primeros meses de mandato. Algunos de ellos, en forma arbitraria y sin ningún tipo de discusión parlamentaria, dieron por tierra con aspectos centrales de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, dando una clara señal a multimedios aliados como el Grupo Clarín.
Pero el gobierno macrista va por más y ya cocina un nuevo marco regulatorio a tono con las exigencias de los grandes grupos de medios y telecomunicaciones concentrados y convergentes que afilan sus dientes en búsqueda de nuevos nichos de ganancias: la Ley de Comunicaciones Convergentes. Todo esto acompañado de una ofensiva ideológica neoliberal para que “sobrevivan” los más fuertes.
A su vez, la mentira de una mayor pluralidad y libertad de expresión queda al desnudo con el artículo 85 del proyecto de “sinceramiento fiscal”, que prevé la aplicación del Código Penal y penas de hasta dos años de prisión a quienes divulguen información sobre el blanqueo. Un verdadero ataque a la función de denuncia que debe cumplir el periodismo. Como señaló en Twitter la diputada nacional del FIT, Myriam Bregman, “si se aprueba Art 85 Ley de Blanqueo, el delito no es fugar dinero sino que un periodista lo cuente”. Recordemos que el gobierno nacional ya había buscado limitar la actividad periodística con el “protocolo represivo” de Patricia Bullrich, intentando imponer un “corralito” para la prensa en la cobertura de hechos callejeros, como por ejemplo las protestas.
Los tiempos macristas no auguran para nada mayor libertad de expresión ni democratización de las voces. Por el contrario, si restricciones a las libertades democráticas propias de tiempos de ajustes y represión como el que está en marcha.
¿Y los trabajadores?
El sector de trabajadores de prensa y de medios en general, ha sido fuertemente golpeado desde que ha comenzado el ajuste que lleva adelante el gobierno macrista. Según el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA), en “el último semestre, la precarización endémica de la actividad periodística se agravó con la pérdida de más de 2.000 puestos de trabajo, entre públicos y privados, en un contexto nacional de casi 200 mil despidos en todas las actividades”.
En Ciudad de Buenos Aires, el caso emblemático ha sido el vaciamiento del Grupo 23 por parte de los empresarios Sergio Szpolski y Matías Garfunkel. Los despidos se han sucedido en lo que va de 2016 en CN23, Canal 9, Crónica TV y BAE, entre otros. En este último caso, con el agravante que los despedidos del Grupo Olmos ligado a la UOM, son delegados. Los trabajadores de Radio América y Tiempo Argentino viene defendiendo sus fuentes de trabajo haciendo funcionar estos medios bajo la gestión propia, en medio de las amenazas de un empresario como Martínez Rojas que se arroga su propiedad y la complicidad del Ministerio de Trabajo que le garantiza impunidad.
Mientras tanto, la inflación golpea el bolsillo de los trabajadores de prensa como al conjunto de la clase trabajadora. En el caso de la UTPBA (Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires), en forma completamente burocrática, acuerda con las cámaras patronales una paritaria vergonzosa, la más baja del país de un 24,9% anual, que tajantemente rechazada en las redacciones de los principales medios.
Plan de lucha contra los despidos, la precarización y la libertad de expresión
El Obelisco porteño hoy será epicentro de una Jornada Nacional de Lucha y Movilización que convocan las dos federaciones de trabajadores de prensa (Fatpren y Fetracom) y decenas de sindicatos de trabajadores de prensa de todo el país. La consignas de la convocatoria son: basta de despidos y precarización laboral, salario mínimo no menor a la Canasta Familiar,en defensa de la libertad de expresión, cumplimiento de estatutos y convenio, no a la persecución sindical, eliminación del impuesto a los salarios de convenio y no al Protocolo Antipiquete. Esta movilización representa un gran paso en la unidad de todos los trabajadores y periodistas y puede transformarse en el puntapié para una respuesta superior a los ataques sufridos en el sector y que no pueden naturalizarse.
Todo despido, censura o ataque a la organización sindical de los trabajadores de prensa tiene ser respondido con medidas a la altura. Este primer paso en la unidad, como así también las participaciones en la lucha junto a otros trabajadores como en el paro y movilización de la CTA del 24 de febrero, la realizada por todas las centrales el 29 de abril pasado o siendo parte de la movilización del #NiUnaMenos, debe tener una continuidad. Los trabajadores de Radio América y Tiempo Argentino con su experiencia autogestiva, marcan un camino de cómo responder ante las patronales vaciadoras.
Los sindicatos recuperados de la burocracia sindical o los nuevos sindicatos como el SiPreBA deben abrirse a todos los trabajadores de prensa afiliados o no afiliados para que sean un centro de organización democrática de abajo hacia arriba, para luchar y defender sus derechos.
Torcer la voluntad de los empresarios envalentonadas con un gobierno repletos de CEO, no es tarea fácil. Pero solo la más amplia unidad de todos los trabajadores de prensa decidiendo en asambleas, con planes escalonados y persistentes de lucha y la exigencia de unidad a los sindicatos que agrupa a otros trabajadores de los medios, puede ser una respuesta que comience a pararle la mano a los empresarios y al gobierno.
Los diputados del Frente de Izquierda son claros aliados en esta lucha, y vienen realiando sus aportes a los fondos de lucha y poniendo las bancas a entera disposición de los trabajadores. En el mismo sentido, desde La Izquierda Diario, acompañamos el reclamo de los trabajadores de prensa y seguiremos reflejando sus luchas.