Trabajadores de la localidad de Enrique Godoy denunciaron condiciones de hacinamiento, sin protocolos y sin garantizarles ningún tipo de sanidad para sus tareas ni su alojamiento. Ni UATRE ni el gobierno dan respuestas a las paupérrimas condiciones que rozan la esclavitud.
Martes 26 de enero de 2021 18:03
El gobierno de Río Negro anuncio que llegarían para la cosecha de la fruta cerca de 20 mil trabajadores golondrina en donde se prometían protocolos estrictos para el desarrollo de sus tareas en el marco de la pandemia del covid. La realidad dista en mucho de ser ideal para los peones rurales que llegaron a la provincia como lo hacen todos los años para la temporada. Así lo denuncian los trabajadores que llegaron desde la provincia de Tucumán a la localidad de Enrique Godoy, donde viven en el hacinamiento y en condiciones insalubres. A lo que se sumaron imágenes de un transporte colapsado realizado en carros sin ningún tipo de seguridad y todos amontonados.
En diálogo con La Izquierda Diario los trabajadores denunciaron que “se vive como si fuera trata de personas, nos traen como esclavos y nos tiran acá en condiciones calamitosas, no se puede vivir así”. Poniendo en evidencia que la situación es insostenible y que no cuentan con ningún tipo de protección o resguardo ni de parte de UATRE ni del gobierno ante los atropellos de las patronales.
“Se vive como si fuera trata de personas, nos traen como esclavos y nos tiran acá en condiciones calamitosas, no se puede vivir así”
“Aquí no se acercó nadie, yo personalmente (comento uno de los trabajadores) hice denuncia en UATRE de General Roca y nadie se apareció”. La denuncia que realizaron en la sede del gremio de los peones rurales especifica que las condiciones en las que están viviendo son paupérrimas, “no nos dan ni alcohol en gel, los colchones parecen una lámina, las camas con catreras con maderas, las habitaciones sin vidrios, con las lluvias se llovía más adentro que afuera”.
La situación es difícil para las 13 personas que habitan el espacio dentro de la chacra donde realizan la recolección de pera y manzanas ya que comparten el espacio común donde hay dos baños en pésimas condiciones. Como lo atestiguan las imágenes del hacinamiento. “Acá no hay protocolos ni nada, además no quieren que vayamos al pueblo porque los vecinos de Godoy denuncian que andan tucumanos, entonces nos prohíben ir. En todas las chacras pasa lo mismo y en otras peores.”
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Los trabajadores golondrina llegan a Río Negro al inicio del mes de enero y se quedan hasta fines de abril. Su arribo es garantizado por los gobiernos nacional y provincial, quienes de conjunto con la UATRE y el RENATEA (Registro Nacional de Trabajadores y Empleadores Agrarios), un ente autárquico en jurisdicción del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, elaboran un registro en el que los trabajadores se anotan y los trasladan para la cosecha. Una vez en la provincia deberán garantizarse por su cuenta los alimentos y el pasaje de retorno a su lugar de origen.
Su trabajo es el de la cosecha y perciben por mes una suma que ronda de 20 mil a 30 mil pesos “cobramos con cheques, por día que los tenemos que cambiar acá en un corralón que los recibe y nos descuenta el 5 % por cheque.” Por lo que dependen de un sistema de pagos irregular y en negro que les condiciona la independencia económica.
En cuanto a la situación de pandemia los trabajadores reafirmaron que no existen protocolos como los anunciados por el gobierno y que nadie los cuida, incluso ante los casos positivos, que no son muchos, aplican el aislamiento "ni comida les llevan a las personas contagiadas” aseguraron. Desenmascarando las mentiras de las políticas oficiales del gobierno y la UATRE que los tiene abandonados a su propia suerte. Una postal que lamentablemente se repite año tras año y que necesita de respuestas urgentes para resguardar la integridad física y las condiciones de vida de miles de trabajadores que año tras año realizan tareas en la cosecha de la fruta.
El gobierno promocionó un protocolo con inspectores dependientes de la Secretaría de Estado de Trabajo de Rio Negro para realizar tareas control para resguardar a todos los trabajadores y cumplir con la prevención ante la pandemia de covid-19. Sin embargo la denuncia de los trabajadores deja en evidencia que el Estado abandona sus responsabilidades y los mantiene en condiciones miserables despojados de todo tipo de derechos y haciendo la vista gorda ante los abusos de las empresas.
La historia de los trabajadores golondrina en Río Negro ha tenido un triste historial de olvidos, silencios y encubrimientos donde se inscribe la desaparición del joven trabajador salteño Daniel Solano en Choele Choel cuando peleaba por denunciar las condiciones laborales en el Valle Medio y que aún hoy continua la búsqueda de su cuerpo desaparecido por la policía rionegrina al servicio de las patronales frutícolas que explotan a los trabajadores con el silencio cómplice de los gobiernos.