Desde la cooperativa Red Puentes, sus trabajadores hacen llegar el reclamo por mejores condiciones de trabajo y una mayor partida presupuestaria para el abordaje de las situaciones de consumo problemático.
Miércoles 12 de abril de 2023 18:10
Integrantes de la cooperativa Red Puentes, son jóvenes profesionales y estudiantes de Trabajo Social, Psicología, talleristas y operadores que conforman equipos que trabajan con situaciones de consumo problemático como eje central de su intervención. Actualmente se encuentran visibilizando el reclamo de mejores condiciones laborales y el impacto que conlleva para sus vidas cotidianas el hecho de trabajar en la informalidad.
La situación de estos jóvenes, se replica en los miles de estudiantes y profesionales recién recibidos que forman parte de dispositivos desfinanciados, donde además de percibir bajos salarios, contratos “basura” o estar bajo la modalidad del monotributo, no cuentan con ningún tipo de apoyo o herramientas para trabajar con quienes padecen las diferentes problemáticas que se desprenden de la crisis económica y social.
-¿Cuáles son sus condiciones laborales?
En cuanto a condiciones laborales son las mismas condiciones de cualquier trabajador que está en la informalidad o precaria. No tenemos derechos laborales en términos formales: no hay aguinaldo, no hay artículos, licencias, etc. No hay marco de derecho laboral como la mayoría de las situaciones donde el Estado terceriza en otros, el trabajo que en realidad es del ámbito público. Somos contratados por la cooperativa Red Puentes de la organización política Nuestra América (Patria Grande), que el Estado contrata a su vez para realizar estas casas de atención y acompañamiento comunitario.
Yendo a lo salarial, estamos en un salario promedio de $60.000 por 20 hs semanales, lo cual es un aproximado de $700 la hora de trabajo. Esto se da en un ámbito donde muchas veces, hay violencia y las y los trabajadores nos exponemos a situaciones complejas de salud mental. Trabajar con situaciones de salud mental y de violencia afecta mucho nuestros cuerpos, lo cual también consideramos que debe ser reconocido.
Los reclamos son el aumento salarial y de la partida presupuestaria para las casas de atención y acompañamiento, ya que ellos mandan desde el Sedronar una partida de la cuál desconocemos su monto, a la organización Nuestra América de Patria Grande, que gestiona Red Puentes. Nosotros proponemos luchar desde Red Puentes para que Sedronar aumente su presupuesto y mejore las condiciones de trabajo pero desde la gestión de Nuestra América nos han imposibilitado llevar adelante esta lucha. Intentamos hacer propuestas para luchar en conjunto, pero tuvimos que hacerlo los trabajadores y trabajadoras desde abajo, solitos. Ahora estamos visibilizando nuestro reclamo y llevaremos una nota a Sedronar con el pedido de una actualización salarial y para comenzar a discutir condiciones contractuales porque los problemas de estar en la precariedad son estos: el impedimento para organizarse y no tener posibilidades de estabilidad laboral lo que conlleva que nuestra salud mental y nuestros cuerpos se desgasten aún más.
Trabajamos con personas en situación de calle y en situación de consumo problemático, que son un sector de la clase trabajadora totalmente castigado, empobrecido y estigmatizado, que muchas veces acarrean situaciones de violencia. Por lo cual intentamos con los pocos recursos que tenemos, trabajar con fortalecer sus proyectos de vida. La situación es muy grave en este sector social. No hay mucha política pública, las que habían se fueron ajustando de la pandemia a esta parte. No hay políticas públicas para la transformación ni restitución de esos derechos, lo que se da son paliativos con los que no se logra salir ni mejorar de esas situaciones. Más allá de eso intentamos darle perspectiva, desde la salud comunitaria, que se organicen, y romper con la visión de “salvarse solos”. Nosotros y nosotras luchamos con ellos, es que vamos a lograr mayores derechos.
Seguí la lucha de estos trabajadores en sus redes.
