En el marco de la crisis sanitaria que atraviesa nuestro país y el mundo por el COVID-19 y de los anuncios del ministro de Transporte sobre la suspensión de los viajes de larga distancia y las medidas estrictas para el servicio metropolitano, entrevistamos a dos referentes de la Lista Naranja Ferroviaria Nacional del Roca y el Mitre. “Hace falta un plan de conjunto y serio para enfrentar esta situación”, dijeron a este diario.
Miércoles 18 de marzo de 2020 14:56
A raíz de los anuncios del ministro de Transporte Mario Meoni, por las consecuencias que trae aparejada la pandemia producida por la expansión del COVID-19, quedó en evidencia el rol que ocupan algunos sectores que hacen funcionar a la economía del país, así como lo es el sistema de transporte. Para evitar que se agudice la situación y enfrentar la crisis sanitaria y económica con medidas concretas, es necesario reorganizar el funcionamiento de la red de transporte como también el sistema productivo de conjunto, en función de las necesidades sociales que garanticen la subsistencia de la población y no, en función de las ganancias de los grandes empresarios, como viene sucediendo. Para desentrañar algunos aspectos del sector, entrevistamos a dos referentes de la agrupación Naranja Ferroviaria Nacional, Andrés Padellaro de la Línea Roca y Nahuel Gonzáles del Mitre.
- ¿Cuál es tu opinión de las medidas anunciadas por el Ministro de transporte?
Andrés Padellaro: El gran problema que vemos es que no hay un plan de conjunto para evitar esta crisis que afecta la salud y la vida de la población, como está pasando en Italia donde vemos como dejan morir a los abuelos. Más bien, son medidas aisladas que sólo posponen la propagación del virus pero no son soluciones de fondo.
Los más vulnerados en toda esta crisis son los adultos mayores, nuestros abuelos y las personas con inmunodeficiencia, que son quienes precisan el mayor cuidado. Prevenir su contagio no puede ser más un privilegio. Necesitamos tomar medidas si queremos salvar sus vidas.
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Nahuel González: El ministro Mario Meoni anunció una fuerte restricción en el transporte público dentro de dos días. Trenes, colectivos de larga distancia se suspenden. Por su parte, a partir de mañana los colectivos metropolitanos y trenes solo podrán transportar pasajeros sentados. Una medida que pareciera correcta para evitar viajar como ganado pero que no resuelve nada de fondo y de difícil resolución. Y en el caso del subte, Rodríguez Larreta dispuso que los servicios solo se detendrán en las cabeceras y estaciones donde se conectan distintas líneas, afectando a decenas de miles de pasajeros que tendrán que caminar mucho o tomar otros transportes. Creo que es algo irrealizable porque el sistema de transporte es anárquico y obsoleto.
- Pero estamos hablando entonces, de medidas que no son suficientes para evitar el contagio entonces...
AP: Pero claro, por eso me pregunto yo que trabajo en el Roca ¿cómo vamos a hacer para que realmente viajen sentados los centenares de miles de trabajadores que diariamente van a sus trabajos? Los empresarios quieren que los trabajadores y trabajadoras sigamos produciendo, por eso ante la crisis organizan la producción y el transporte para que sus negocios sigan funcionando. A nosotros en cambio nuestras vidas nos tienen que importar más que sus ganancias.
Para eso habría que suspender la actividad no esencial que no afecte la salud y la alimentación de la población y que a todos ellos que no circulen, darles licencias pagas y que las patronales se hagan cargo de pagarles sus sueldos. Y tener muy en cuenta a las trabajadoras y trabajadores precarizados, “en negro”, que no tienen cobertura y se ven obligados a seguir viajando porque no tienen derecho a faltar o enfermarse porque quedan en la calle o directamente si no van a trabajar no pueden darle de comer el plato diario de comida a su familia. Además, hay que prohibir cualquier despido, como incluso se vieron obligados a plantear gobiernos como el español ante las huelgas que comenzaban a surgir en medio de la crisis sanitaria.
NG: En el caso de las y los trabajadores del transporte, para evitar más riesgos tenemos que poner en pie comisiones de seguridad de higiene votadas en asambleas, con la ayuda de profesionales elegidos por nosotros, que tengan plenos poderes para investigar y cuestionar, las medidas que hacen a la seguridad laboral pero también de los usuarios y acá gran responsabilidad le cabe a las burocracias sindicales tanto de la CGT (que parece que ya lleva una década en cuarentena) como desde los propios sindicatos que nos representan a los ferroviarios, todos ellos van a la rastra de las decisiones del gobierno y la empresa, nada de pensar y hacer en función de la protección de los trabajadores y usuarios. Y que aporten los insumos básicos para prevenir el contagio, como kits de detección temprana, alcohol en gel, jabón, lavatorios, etc. También y no menos importante, es que nos garanticen controles de salubridad diarios, licencias para las y los trabajadores que tengan contacto con población y/o familiares cercanos de riesgo, la realización de chequeos, etc.
Ahora bien, sabemos que hay actividades que no son indispensables pero otras que cobran importancia ante la crisis sanitaria, por lo que hay que reforzarlas. Porque son los trabajadores y trabajadoras los que hacen funcionar hospitales, clínicas, fábricas de aparatología médica, farmacias y laboratorios, etc. Esa debería ser una primera medida, que seleccionemos las verdaderas necesidades, como por ejemplo la fabricación, importación y distribución gratuita de test de detección temprana y elementos básicos de prevención para abastecer a la sociedad.
- Es decir, poner esos sectores de la industria en función de las necesidades básicas…
AP: Sí, como una medida elemental. También creemos que es necesaria la producción masiva de equipos respiratorios y son a esos trabajadores que necesitamos trasladar en primer lugar o, más precisamente, que las mismas empresas se encarguen de trasladarlos de manera gratuita. Para garantizar el destino social de la producción, todas estas empresas hoy fundamentales deberían funcionar bajo centralización del estado y control obrero.
Hay que garantizar que se trasladen las enfermeras, los médicos, los trabajadores y estudiantes de la salud, que deberían poder recibir una capacitación paga para dar una verdadera respuesta a la altura de lo que se necesita. Estamos hablando de quienes dependen de los hospitales públicos pero también los hospitales y clínicas privadas, que deberían funcionar como un sistema único, gestionado por los trabajadores, que elimine el lucro capitalista y ponga como prioridad la salud de millones.
- ¿Cómo se debería financiar el pago a todos los trabajadores ocupados y desocupados?
NG: Para el 2018 se calculaba que hay depositados en el exterior USD 400.000 millones. Sólo en el gobierno de Macri se fugaron 60 mil millones de dólares.
Por su parte los bancos y el capital especulativo, el capital agropecuario, las constructoras y las empresas de energía (favorecidas con los siderales aumentos tarifarios), han sido los grandes beneficiarios de estos años. Ahí hay fondos necesarios para garantizar que todos los trabajadores puedan estar en condiciones de afrontar esta crisis sanitaria, a la vez que se garantice que los pequeños comerciantes no fundan.
No somos los trabajadores ni las clases medias empobrecidas los que tenemos que pagar los costos de la crisis. Son las grandes patronales, las empresas imperialistas que son dueñas de más de dos tercios de las empresas que están en Argentina y los bancos los que tienen que pagar esta crisis. Hoy la situación es de emergencia porque no se invirtió en las prioridades, como la salud, sino que se llevaron las ganancias, que producimos los trabajadores todos los días.
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AP: Hoy más que nunca necesitamos hacer un desconocimiento soberano de la deuda y dejar de pagar la deuda pública, romper con el FMI y el Banco Mundial; expropiar a los 4000 principales propietarios agrarios. Todo esto solo podemos conseguirlo reorganizando el país desde una perspectiva de salida desde los propios trabajadores.