El acuerdo de Vidal con el peronismo incluyó ceder cuatro lugares en el directorio del Bapro y uno de esos será ocupado por la kirchnerista Juliana Di Tullio. El kirchnerismo posa de opositor, los intendentes ponen los votos que el oficialismo necesita, y todos juntos negocian pensando en 2019.
Jueves 13 de diciembre de 2018 17:56
Este viernes se votarán en el Senado los pliegos de los cargos en el Tribunal de Cuentas y el directorio del Banco Provincia, pero la sesión será simplemente un trámite formal. El acuerdo ya está cerrado y es parte de la negociación del presupuesto de ajuste que se aprobó el 4 de diciembre. El dato que se conoció es un secreto a voces: la negociación incluyó al kirchnerismo y como contraparte, Juliana Di Tullio asumirá un puesto en el directorio del Bapro.
El motivo no es más que una devolución de favores. El acuerdo para la sanción del presupuesto de Vidal incluyó poner como prenda de negociación cuatro cargos en el directorio del Banco Provincia, dos para el massismo y dos para el grupo de intendentes que lidera Martín Insaurralde. Como parte del arreglo interno, este último le cedió uno de esos lugares al kirchnerismo.
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La colaboración del peronismo con el gobierno de Cambiemos es algo que está a la vista. Sin embargo, a nivel parlamentario asume un juego de roles que divide a un sector como votador serial de todas las leyes de ajuste y endeudamiento, mientras el otro actúa como opositor.
El esquema fue el mismo para la aprobación del presupuesto bonaerense 2019. Vidal consiguió la sanción de leyes fundamentales para el ajuste, entre ellas la autorización para volver a endeudarse en 68.500 millones de pesos. Para lograrlo, necesitaba dos tercios de los votos (la cámara se compone de 92 bancas) y ahí estuvieron los legisladores del massismo, los que responden a los intendentes del PJ y los de la bancada que conduce Ottavis.
El bloque kirchnerista de Unidad Ciudadana votó en contra para mantener su imagen opositora. Walter Abarca, diputado de La Cámpora, justificó su postura y aseguró: “No tenemos motivos para acompañar las leyes, queremos ser la expectativa porque estamos seguros que vamos a ganar en el 2019”. Pero mientras señaló la responsabilidad de los 44 legisladores de Cambiemos, dejó correr los votos peronistas que hacían falta para alcanzar los dos tercios necesarios en cada una de las leyes que se sancionaron, manteniendo el pacto de no agresión que sostienen en función de la alianza que vienen tejiendo para el año que viene.
Como parte de ese acuerdo de conjunto, diez días después el grupo de Insaurralde cedió uno de sus lugares para la llegada de Juliana Di Tullio y mañana será oficializado. Mario Meoni y Sebastián Galmarini la acompañarán por el Frente Renovador, en tanto que Mariano Cascallares (actual intendente de Almirante Brown) hará lo propio por el grupo que conduce Martín Insaurrlade.
“En la vida hay que elegir” rezaba el slogan de campaña con el que Cristina Fernández de Kirchner e Insaurralde empapelaron la provincia de Buenos Aires en 2013. Cinco años después ya no comparten fotos de campaña, pero mientras se dividen los roles entre “colaboracionistas” y “opositores”, apuestan a 2019 mientras negocian y dejan pasar el ajuste.