El caso de la Reforma Universitaria, la pelea por la “laica o libre” y el Cordobazo.
Miércoles 24 de abril 16:43
La marcha educativa del 23 de abril fue histórica. Más de un millón de personas salieron a las calles para pelear por la educación pública pero también contra el plan motosierra de Milei. No es la primera vez que el movimiento estudiantil en Argentina tiene un protagonismo central en la vida política. El caso de la Reforma Universitaria, la pelea por la “laica o libre” y el Cordobazo.
La Reforma Universitaria de 1918
Hay distintas lecturas de lo que significó la reforma pero ese año surgió un movimiento estudiantil que quebraría la estructura universitaria conocida hasta ese momento. El contexto estaba marcado por el centenario de la revolución de mayo a nivel nacional, el fin de la primera guerra mundial y el triunfo de la Revolución rusa. Esta último tuvo gran influencia para que el proceso reformista se radicalizara.
Comenzó en la Universidad de Córdoba, la más antigua y también la más conservadora y clerical. Una juventud de los sectores medios cuestionaban este tipo de enseñanza y querían la ampliación, democratización y laicización de la enseñanza universitaria.
Frente a la oposición de las autoridades el movimiento creció y se extendió. Hubo acción directa, enfrentamientos con la policía, declararon una huelga general, tomaron la universidad y convocan a movilizaciones callejeras.
La situación no sólo provocó cambios en las universidades, ampliando la representación estudiantil y conformándose la FUA (Federación Universitaria de Argentina), la primera organización estudiantil nacional. Pero también fue un cambio a nivel ideológico.
Algo muy importante es que una parte de este movimiento confluyó con el movimiento obrero que en ese momento se encontraba luchando en sectores como trenes, tranvías y el calzado; entre otros. La unión de ambos forjó los primeros lazos de la unidad obrera y estudiantil y fortaleció la lucha universitaria.
La historiadora cordobesa Paula Schaller plantea que los obreros del calzado en lucha planteaban entre las reivindicaciones salariales que “demandas relacionadas con el derecho al acceso a la educación, exigiendo ’tener un tiempo libre para que se instruya para elevar su corazón y conciencia hacia los buenos sentimientos de verda’. Esa tendencia proletaria a la lucha por el dominio del tiempo para el acceso a la cultura, expresada en la realización por parte de los gremios de lecciones de teatro, idiomas, música, creación de bibliotecas, etc., los llevó a ver en el movimiento estudiantil un aliado con el que compartir experiencias no solo de lucha sino también de formación”.
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La pelea por la “laica o libre”
El presidente radical Arturo Frondizi presentó en junio de 1958 un anteproyecto de ley para habilitar la creación de universidades privadas para la formación de profesionales. La comisión encargada de esto contaba con el apoyo de la Iglesia Católica y de los sectores conservadores. Apelaban a la idea de “libertad de enseñanza”.
La respuesta de gran parte de la comunidad educativa no se hizo esperar oponiéndose a esta medida. Empezaron actos y manifestaciones en distintas facultades.
El 15 de septiembre los partidarios de la “libre” hicieron una marcha con colegios privados religiosos y fieles. Los estudiantes que luchaban por la “laica” respondieron el 19 de septiembre de 1958 los estudiantes hicieron una de las movilizaciones más importantes por su masividad para defender el carácter laico, es decir independiente de cualquier idea o saber religioso. Salieron desde las universidades y los colegios secundarios.
Cuenta Alicia Rojo en 100 años de historia obrera en la Argentina que “a la declaración de huelga universitaria por tiempo indefinido siguió el llamado a los estudiantes a concentrarse en las facultades y preparar la manifestación que convocó a 450.000 personas”. El protagonismo lo tuvieron los estudiantes y la clase media.
La aprobación de la ley le costó muy caro a Frondizi que perdió apoyo político en las universidades.
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El Cordobazo y la unidad obrera-estudiantil
La influencia de la Revolución cubana y el Mayo francés a nivel internacional, y luego de tres años de una dictadura de Onganía que venía imponiendo un plan liberal que beneficiaba al capital financiero y atacaba al movimiento obrero y sectores medios. Y que impulsaba el oscurantismo frente a la ciencia como quedó demostrado en el ataque a docentes y estudiantes en La noche de los bastones largos de 1966.
En el interior del país los estudiantes empezaron a levantarse. En Corrientes el 15 de mayo la policía asesinó al estudiante de medicina Juan José Cabral y al día siguiente a dos estudiantes -Norberto Blanco y Adolfo Bello- en Rosario, provocando el primer Rosariazo que había empezó con un reclamo por no cerrar el comedor universitario.
En esos momentos empezó a forjarse una alianza entre estudiantes y trabajadores que estaban en conflictos. Muchos obreros iban a hablar a las facultades sobre su situación, los estudiantes colocaban a su vez con fondos de lucha y para poner sus servicios en función de las necesidades de los trabajadores.
En Córdoba esta unidad hizo uno de los levantamientos populares y obreros más importantes de la historia argentina, superando lo que esperaban de ella las direcciones sindicales. Empezó por un reclamo sindical, una huelga de 48 horas que terminó con enfrentamientos con la policía y luego con el ejército. Las estudiantes estaban al frente de las columnas de sus facultades.
Los estudiantes fueron los últimos en retirarse de la lucha callejera con las fuerzas. Los combates pasaron del centro a los barrios periféricos. El Barrio Clínicas de los estudiantes resistió hasta el 31 de mayo. Hubo muertos, cientos de heridos y más de mil detenidos.
El Cordobazo abría un período revolucionario en Argentina, sumándose a una insurgencia internacional. Francia, México, los países de Europa del Este, Vietnam, Uruguay, Bolivia y podemos seguir.
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Estas son algunas de las páginas de nuestra historia que escribió el movimiento estudiantil. Hay muchos más. Lo cierto es que su pasado, sus tradiciones de lucha peleando por la educación pública son un fuerte polo de apoyo para enfrentar seriamente el plan de Milei.
La unidad obrero- estudiantil que logró en el Cordobazo agotar la experiencia de Onganía como presidente y llamar a elecciones en los años siguientes, trayendo de vuelta al General Perón como forma de contener la efervescencia social y revolucionaria que atravesaba entre jóvenes obreros y estudiantes.