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Red Internacional
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Antofagasta. Triunfo de la moderación: Ricardo Díaz es reelecto como Gobernador Regional de Antofagasta

Las votaciones de esta segunda vuelta dieron por triunfador a Ricardo Díaz, quien postulaba por la reelección, frente a Marcela Hernando, una antigua funcionaria del Estado ligada profundamente a la ex Concertación y al negocio minero.

Martes 26 de noviembre

Los resultados en la región

En estas elecciones el gobernador Ricardo Díaz, candidato del oficialismo, obtuvo el 52,18% de los votos, lo que corresponde a 164.863 votos, para lo cual contó con el apoyo de los principales partidos del oficialismo, pero éste también tuvo un importante acercamiento a figuras y autoridades ligadas a la derecha, como Paulina Nuñez o Carlos Cantero.

A pesar de esta victoria, la campaña de Díaz no estuvo exenta de polémica. Por un lado este rechazó el apoyo que le entregó la diputada Catalina Perez, tras fuertes cuestionamientos que se han abierto en contra de la parlamentaria, quien recientemente renunció al Frente Amplio.

Así mismo, el apoyo de los partidos oficialistas a la candidatura de Díaz generó un quiebre al interior de la colectividad lo que se expresó en la fuga de militantes como la del ex candidato Cesar Trabucco, quien expresó abiertamente su apoyo a Hernando.

Mientras que Hernando, apoyada por el Partido Radical y por diversos parlamentarios, como los hermanos Jaime y Pedro Araya, del PPD, o de Sebastían Videla, independiente del Partido Liberal, obtuvo 151.069 votos, marcando un 47.82% de las preferencias en la región.

Este resultado tomó por sorpresa a diversos analistas que, si bien, anticiparon una elección estrecha (algo que efectivamente ocurrió, considerando que la diferencia entre ambos candidatos fue de cerca de apenas 14 mil votos, un poco menos de 5% de diferencia), se esperaba un triunfo de Hernando, sin embargo esto no fue así, ya que, si bien, Díaz no logró arrasar en el conjunto de la región si logró obtener una ventaja significativa en Calama con cerca de 11 mil votos de diferencia.

En Calama fue clave el rol del alcalde reelecto Eliecer Chamorro, del Frente Regionalista Verde Social, quien entregó su apoyo a Ricardo Díaz con lo que logra traspasar parte de los votos que dieron ventaja a Díaz. Lo mismo podríamos decir de Marcelino Carvajal, alcalde reelecto de Mejillones y jefe de campaña de Díaz.

En Antofagasta Díaz también logra imponerse a Hernando pero por un margen muy estrecho de apenas unos 2 mil votos, tónica que se repitió en las principales comunas de la región.

Finalmente, otro antecedente relevante de la elección es la participación electoral. En los comicios anteriores la elección alcanzó a cerca de 400 mil votantes, sumando los votos nulos y blancos, mientras que en esta elección la votación total disminuyó levemente a 386 mil votantes, pero con un aumento de los nulos que pasaron de 47 mil a 55 mil.

¿Qué proyectos se enfrentaba en la elección?

En este marco, vale preguntarse cuáles eran los proyectos que estaban en disputa en esta elección.

Por un lado Marcela Hernando expresaba una política ligada a la vieja Concertación y a los grandes negocios de la minería, en tal sentido era el representante más directo del negocio minero, esto por la relación del Partido Radical con las mineras, ejemplo de esto son Aurora Williams, ligada al negocio de Luksic, o la misma Hernando que viene arreglar las migajas del royalty, concitando el apoyo de la derecha a cambio de desarmar el Sistema de Evaluación Ambiental, eliminando la “permisología”, que es justamente lo que piden los empresarios del sector. En ese sentido venía a acelerar la política del saqueo con un viejo tufo concertacionista.

Por su parte Ricardo Díaz, expresó el ala progresista del regionalismo, con un discurso moderado y de centro, alentando la diversificación económica, algo que no es parte de la agenda de las grandes transnacionales mineras.

Atrás quedó la elección del 2021 cuando Díaz, que, viniendo del movimiento “Este Polvo te Mata” entró a RD de donde luego se salió para ser candidato a gobernador por el Pro, triunfando por sobre el candidato de Renovación Nacional, Marco Antonio Díaz, por un amplio margen de votación; hoy, a 2024, tras 3 años de gestión postuló nuevamente como independiente, pero apoyado por el oficialismo y en un cupo del PPD, hizo una una campaña marcada en la moderación y la gestión, y, aunque no oficia como el sirviente más directo de las mineras, Díaz no está muy lejos del proyecto pretendido por Hernando, esto es profundizar y facilitar el saqueo de los recursos naturales en la región

Lo contradictorio de los resultados electorales es que Díaz, siendo apoyado por el oficialismo y con un cupo electoral del PPD, no concitó el apoyo de las principales figuras del PPD como son los parlamentarios Jaime y Pedro Araya, pero si concitó el apoyo de los partidos tradicionales y de la derecha más tradicional, representa en figuras como Carlos Cantero o Paulina Núñez.

Por su parte Hernando, tambíen era una especie de “discola”, toda vez que impulsó una campaña contra el acuerdo oficialista de definir un candidato único mediante primarias

Así, Ricardo Díaz asumirá este nuevo periodo con una política al centro, aunque no necesariamente del centro político tradicional (que con el resultado electoral tendió a hundirse tanto la DC como el mismo Partido Radical), marcado en la colaboración con los empresarios, con un discurso regionalista y apoyado en la derecha que le prestó apoyo, pero en ningún caso va a significar la resolución de las aspiraciones de las mayorías, es decir no se va a tocar el modelo de negocios de una región que beneficia principalmente a las multinacionales, pero apelando a una “gestión eficiente” de recursos para pretender los problemas de la región.

Una elección en sintonía con el escenario nacional

La elección en Antofagasta, como en el resto del país, reafirma la tendencia de votaciones que van hacia el centro o bien que están marcadas por moderación, pero con un centro político tradicional prácticamente inexistente, con una gran debilidad de los partidos del régimen.

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En términos concretos la derecha se tiende a fortalecer, pasando de un gobernador a seis en total, mientras el oficialismo logra mantener 10 gobernaciones incluyendo las regiones Metropolitana, de Valparaíso y de Antofagasta, dándole con ello un respiro al gobierno que salió a celebrar los resultados como un triunfo de las fuerzas progresistas.

Quiénes no tienen mucho que celebrar son los extremos dentro del régimen, esto es el PC y Republicanos, quienes no tienen ninguna gobernación en esta elección.

El centro, la moderación y el "malmenor"

Vemos, por tanto, en los intentos de fortalecer este discurso de moderación algo que va en contra de las tendencias internacionales y la profunda crisis política que sigue sin resolverse en el país. El fortalecimiento del discurso y la política de centro tiene dos importantes inconvenientes.

En primer lugar, la política o discurso de centro o de moderación (que se disfraza de “mal menor”), oculta el hecho de que ese “centro” busca fortalecer un modelo de saqueo al medio ambiente, de explotación de las mayorías trabajadoras, de garantizar ganancias multimillonarias a los grandes empresarios. Nos pretenden hacer olvidar que ese centro político está representado en la ex Concertación, está representado justamente en Marcela Hernando y en el propio Ricardo Díaz, que no son más que administradores de un modelo heredado de la dictadura.

Pero, por otro lado, también se siembra la ilusión de que es posible enfrentar a la derecha o enfrentar el avance de la derecha mediante una votación moderada, lo cual ha tenido resultados catastróficos a nivel internacional, puesto que solamente es una ilusión, es pasajero. Quiénes terminan fortaleciéndose frente a la moderación es la derecha y esto ocurrió en cada uno de los escenarios electorales en donde la derecha ha tendido avanzar, como podemos ver en España con el avance de Vox, en Argentina con el ascenso de Milei y “La libertad avanza” o en Estados Unidos con la elección de Donald Trump.

El avance de la derecha no se combate votando por el mal menor que solamente reafirma los pilares del modelo neoliberal. Sabemos bien que las demandas inconclusas de la revuelta, como lo son las pensiones de hambre, la falta de vivienda, los bajos salarios, etc., no la van a resolver los políticos neoliberales, ni mucho menos fortaleciéndose un centro político ligado a los 30 años. Sigue siendo, por tanto, necesario impulsar una izquierda anticapitalista, revolucionaria y consecuente, que defienda la idea socialistas, que luche por una alternativa política de las y los trabajadores para hacerle frente al Chile de los capitalistas de saqueo y de explotación.

Las organizaciones de trabajadores, las mujeres y la juventud no tienen nada que esperar de los candidatos de la moderación, es necesario empezar a pelear por una perspectiva política independiente de todos los partidos empresariales y pelear por una agenda que vuelva a poner al centro las urgencias populares, frente a los nuevos tarizafos de la luz, la crisis de la salud y la educación. Desde el PTR luchamos en esa perspectiva, luchando por poner en pie una izquierda socialista de los trabajadores.