En el gremio metalúrgico, rama ascensores, crece la bronca frente a la tregua sindical. La Izquierda Diario salió a recoger la opinión de trabajadores ¿Cómo ven la nueva entregada de la CGT?
Lunes 24 de octubre de 2016
La tregua sindical sigue fortaleciendo la ofensiva patronal. El pago de un bono de fin de año para empleados privados dependerá de cada sector y de las semanas previas de eternas reuniones para “consensuar” sólo queda un compromiso que es puro papel mojado.
Ni lenta ni perezosa, la cámara patronal de la industria de ascensores ya salió a anunciar que este fue un año pésimo para las empresas del sector, que no hay posibilidad de hacer frente a ningún bono de fin de año e inclusive dejaron flotando la idea de futuros despidos.
Los trabajadores del sector saben que esta afirmación es falsa. Durante el año las empresas tuvieron una demanda que los obreros constataron en carne propia. La excesiva carga horaria por operario es la más grande de la industria. No hay ningún técnico que trabaje menos de once horas diarias.
Por su parte el sindicato, la UOM, no ha aparecido por ningún lado. Y en una rama como ascensores, donde sistemáticamente se niegan a organizar la bronca, ésta se sigue acumulando.
Corresponsales de La Izquierda Diario de la UOM estuvieron en las cabeceras de la zona Oeste de la Provincia de Buenos Aires, donde los trabajadores se juntan para luego salir a cumplir sus rutas de mantenimiento. Allí recogieron sus opiniones y reflexiones.
Siete de la mañana. En un punto de la avenida Gaona un grupo de técnicos desayunan alrededor de un carrito de café. “Un café y una torta frita $ 20. Qué país. La verdad no tenía ninguna expectativa por el bono”, cuenta un técnico con canas en la cabeza. Y agrega sobre la dirigencia sindical que “sabía que se iban a entregar. Acá en nuestro sector olvidate que nos den algo. Todavía nos deben el bono de $1.000 que dieron el año pasado”.
El Frente de Izquierda está convocando para el 19 de noviembre un gran acto en la cancha de Atlanta para que haya una tribuna de los trabajadores y las trabajadoras con todos sus reclamos, en el camino de recuperar los sindicatos para la lucha y construir una alternativa política independiente de los capitalistas. La Izquierda Diario también consultó a los trabajadores qué opinan de esa convocatoria. “Creo que son los únicos que hoy no están en la rosca”, dice el mismo operario. “Sé que todavía la izquierda es pequeña pero me parece positivo que se convoque a ese acto”, agregó.
“No seguí toda la tramoya del bono”, cuanta otro técnico joven, recién ingresado a la rama. “Pero sabía que no iban a llegar a nada. Lo del acto en Atlanta está piola. Yo la verdad conozco casi nada de la izquierda. Lo que sí conozco es que mientras sigamos todos desunidos esto no cambia más”, reflexionó.
Su compañero de ruta cuenta que “hace rato que no esperamos nada de la UOM o de la CGT. Acá, cada vez que quisimos sacar delegados el gremio siempre nos dejó solos. Y también sé que depende de nosotros seguir intentando. Pero hace rato que está la gente muy pinchada. Lo del acto que cuentan me parece bien. Sé que la izquierda son honestos y luchadores pero los veo lejos todavía para torcerle el brazo a Macri”.
En un punto de la Avenida General Paz hay otra cabecera. Allí un grupo de operarios ya está saliendo a sus rutas. Mientras los corresponsales de LID caminan a la par ellos van contando sus opiniones. “Era obvio que esos gordos no iban a conseguir nada. Por mi parte nunca esperé que consiguieran algo. Hace mucho que se olvidaron de los laburantes. No sé si con un acto de la izquierda alcanza pero me parece buena la idea. No conozco mucho de los partidos pero sé que están del lado del laburante”.
Cargados con sus cajas de herramientas comienzan a subirse a los colectivos donde se desparraman por toda la ciudad. Un último técnico rezagado se queda junto a estos corresponsales y dice que “lo del bono es una estupidez, los bonos hay que arrancárselos por otros medios. Como un paro. Lo del acto esta buenísimo. Yo los voté y son los únicos que se plantan”. El obrero corre para colgarse del pasamano del bondi y grita sonriendo por la ventanilla: “Aguante Nico del Caño. Díganle que no se corte el pelo, jaja”.
Los autores son trabajadores de la UOM Morón