La indigencia fue de 11,9%. Los datos alarmantes corresponden al segundo semestre de 2023 y su impacto sobre la vida de millones explican en gran medida el triunfo de Milei. La situación actual es aún peor por el salto enorme de la pobreza y la indigencia en los últimos tres meses bajo el ajuste de Milei y Caputo. Pasan los gobiernos, las políticas empobrecedoras del FMI siguen.
Miércoles 27 de marzo 16:08
La pobreza alcanzó al 41,7% de las personas y el 31,8% de los hogares en el segundo semestre de 2023, de acuerdo al informe publicado este miércoles por la tarde por el Indec. Aplicado a una población total de unos 46 millones de personas, significa que más de 19 millones de personas vivían bajo la línea de pobreza a fines del año pasado.
Por su parte, la indigencia alcanzó al 11,9%, es decir, unas 5,5 millones de personas. En tanto que en materia de hogares afectó al 8,7% de los mismos.
#DatoINDEC
Encuesta Permanente de Hogares en 31 aglomerados urbanos: la pobreza alcanzó al 41,7% de las personas y al 31,8% de los hogares en el 2° semestre de 2023 https://t.co/w0QBQ07a6b pic.twitter.com/9AN2jqyMEJ— INDEC Argentina (@INDECArgentina) March 27, 2024
El informe señala que la pobreza es mayor al nivel general en los jóvenes de entre 15 y 29 años, alcanzando el 47 %. Mientras que en el sector de 30 a 64 años la pobreza es de 26,8 %.
Lo que más duele es el dato de pobreza infantil que fue de 58,4 % para las niñeces (entre 0 a 14 años), consolidándose como el grupo etario más vulnerable.
En los ultimos años se aceleró el aumento de la pobreza y la indigencia, en una economía virtualmente estancada desde el año 2012 (y entrando en recesión) y con el flagelo de la inflación crónica, que actualmente llega a un ritmo de 276% anual. Un empeoramiento en las condiciones y costo de vida de las amplias mayorías que aumentaron el descontento con los gobiernos tradicionales, creanddo las condiciones para el triunfo electoral del derechista libertariano Javier Milei.
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Crece la pobreza bajo el régimen del FMI
En los últimos cuatro años, bajo el gobierno del Frente de Todos, la pobreza pasó de 35,4 % en el segundo semestre de 2019 a 41,7%, esto es, un incremento de 6,2 puntos porcentuales (o un salto de 17%).
Por su parte, la indigencia fue la que más rápido creció, pasando de 8% de la población al 11,9%. Esto representa 3,9 puntos porcentuales (o un salto de 49%).
De conjunto, desde que el Fondo Monetario Internacional (FMI) volvió a tener tutela sobre la economía argentina luego del acuerdo stand by de Mauricio Macri con el organismo, en junio de 2018, la pobreza creció 14,4 puntos porcentuales pasando de 27,3% a 41,7%.
En tanto que la indigencia saltó 7 puntos porcentuales, de 4,9 a 11,9%. Esto significa que más que se duplicó en estos años de régimen del Fondo Monetario, con una deuda que se reestructuró en 2022 por Alberto, Cristina y Massa (con Guzmán de ministro de Economía), el acuerdo de los bloques políticos tradicionales en el Congreso y el rechazo de la izquierda.
Los planes de ajuste para garantizar las condiciones para pagar la deuda fueron una máquina de generar pobreza. Pero los pagos al organismo hasta el momento sólo fueron esencialmente en concepto de intereses, lo grueso de vencimientos de capital sobrevendrá en los próximos años. Una deuda odiosa, ilegítima e impagable.
En los últimos tres meses, el gobierno de Milei y el ministro Luis Caputo pusieron pie en el acelerador del ajuste, a base de motosierra (recorte fiscal) pero escencialmente licuadora (el "robo" inflacionario que el propio Milei denunciaba), haciendo recaer este ajuste sobre el pueblo trabajador, los jubilados, las mujeres y las niñeces. LA fuerte devaluacion de diciembre que hundió en ese mes los salarios reales cerca de un 14%, fue apenas el comienza.
Unicef estimó que debido a esto, sobre la base del panorama desolador que dejó el Frente de Todos, el ajuste de Milei hizo saltar la pobreza infantil a 7 de cada 10 niños y niñas. Mientras que una familia necesitó $ 700.000 en febrero para no ser pobre.
Ante la pulverización de los ingresos y el fuerte deterioro de las condiciones de vida de las mayorías sociales, es urgente una suba de emergencia para los trabajadores formales, informales, desocupados y jubilaciones y por la actualización automática frente a la inflación. La CGT y la CTA deberían ponerse a la cabeza de un plan de lucha enfrentar el ajuste de Milei, el FMI y los gobernadores, y tirar abajo el DNU.
Hay que construir desde abajo la fuerza para imponer el paro nacional y el plan de lucha a las centrales sindicales.
Junto con medidas de emergencia que garanticen el nivel de vida del conjunto de las mayorías trabajadoras, es necesario luchar por medidas de otra clase, como el desconocimiento soberano de la deuda fraudulenta, la nacionalización de la banca y el comercio exterior bajo gestión de los trabajadores para atacar la fuga de capitales y las remesas de utilidades de las grandes firmas al exterior.
