La Nueva Central de Trabajadores convocó a participar en la Consulta Nacional Contra el Outsourcing y por el Rescate de la Soberanía Energética. La consulta tuvo lugar del 19 al 24 de abril del año en curso, la Consulta se buscó dar cuenta del sentir de la población sobre temas de interés nacional.
Jueves 29 de abril de 2021
La consulta tuvo lugar del 19 al 24 de abril del año en curso, el objetivo era conocer el sentir de la población sobre temas que afectan directamente las condiciones de vida de las y los trabajadores. (No debe repetirse el texto del epígrafe en el primer párrafo) Diversas organizaciones respondieron al llamado de la central sindical, instalando mesas en Ciudad de México, Estado de México, Jalisco, Puebla, Baja California, Hidalgo y Morelos con urnas para que las y los mexicanos emitieran su opinión.
Recordemos el contexto para entender el porqué de la consulta. Hace unos meses el debate se abría a partir de una ley, que según Morena, prohibía el outsourcing, es decir, la subcontratación del trabajo, que es una de las modalidades de la precariedad laboral. Sin embargo, diversas voces señalaron que no se estaba prohibiendo, sino regulando, así, el gobierno que había prometido en la campaña electoral la prohibición de la subcontratación no cumplió, pues en la iniciativa legal el outsourcing permanece pero bajo la denominación de “servicios u obras especializadas”. Es decir, sólo se le cambió el nombre a la subcontratación.
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Respecto a la soberanía energética, no olvidemos que durante el gobierno de Felipe Calderón, las empresas Iberdrola, Gas Natural y Unión Fenosa fueron las ganadoras con el avance de la privatización de la industria de la energía eléctrica. Repsol, a su vez, como abastecedora de gas natural para las centrales de ciclo combinado, también está entre las empresas más beneficiadas. Trasnacionales de otros giros adoptaron la moda del “capitalismo verde”, con el consumo de energías renovables.
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Por su parte, el gobierno de la 4T presentó la reforma eléctrica como un avance hacia la “recuperación de la soberanía energética”, en tanto priorizaría el suministro de energía eléctrica a la paraestatal Compañía Federal de Electricidad (CFE), respecto a las centrales privadas de energías renovables y de ciclo combinado, que usan gas natural como combustible. No obstante, a la par, no significa, en sí misma, una política que eche atrás la apertura al capital privado y la entrega del sector energético a las transnacionales, del cual es parte la industria eléctrica. El mismo AMLO ha intentado tranquilizar las aguas en ese sentido, al afirmar que “no se trata de expropiar ni de nacionalizar”, sólo de fortalecer ligeramente a CFE y a PEMEX para tener mayor margen de maniobra frente a los grandes empresarios.
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Ante esta situación, las y los militantes del Movimiento de Trabajadores Socialistas (MTS) respondimos al llamado de manera entusiasta y activa. Instalamos mesas en la alcaldía Coyoacán en la que trabajadores y estudiantes invitaban a los transeúntes para participar en la Consulta. Asimismo, acudimos a los campamentos del SutNotimex, en donde, también se dispusieron urnas para impulsar la acción. El resultado se dejó ver, decenas de jóvenes y laborantes emitieron su opinión y se informaron sobre la situación política actual.
Es necesario preguntarnos ¿con qué acciones políticas podemos enfrentar este ataque? Primero debemos exigir la basificación de absolutamente todas y todos los trabajadores mexicanos, así como su la reinstalación de las y los despedidos. La estabilidad en el empleo es una condición sine qua non para tener una vida digna.
Asimismo, hace falta que se repartan las horas de trabajo entre ocupados y desocupados. En este sentido, debemos exigir un aumento salarial de emergencia que cubra el costo de la canasta básica y los servicios esenciales, que se ubique por encima de la inflación y se actualice según esta última. Para obtener los recursos necesarios, es indispensable dejar de pagar la ilegítima deuda externa, que no sólo succiona recursos económicos a los trabajadores mexicanos, sino que sirve como instrumento de dominación del imperialismo estadounidense. También se debe cortar los fondos a los cuerpos represivos, como la Guardia Nacional, y redirigirlos al presupuesto de salud y educación.
Por último, es necesario pelear por su nacionalización sin indemnización y bajo control de usuarios y trabajadores para poner la industria energética al servicio de las masas trabajadoras. Esta consigna supera lo planteado en la Consulta, pues las direcciones sindicales de la NCT no llegan a este punto, sino que tienden a tratar de conciliar con el gobierno, lo cual, ha quedado demostrado en los dos años que lleva el gobierno de la 4T, no es posible. Sólo se pueden conquistar estas demandas con movilización combativa en las calles.