Desde la mañana del viernes 13 de noviembre, el Club Atlético General Belgrano de Lugano, recibió al jefe de Gobierno electo de la Ciudad por el PRO, Horacio Rodríguez Larreta, quien realizó una charla con vecinos del barrio en el marco del balotaje nacional próximo. Sus intervenciones se vieron interrumpidas por preguntas que incomodaron al futuro jefe de Gobierno porteño.
Sábado 14 de noviembre de 2015
La reunión no contó con más de 150 personas que se presentaron tanto para apoyar la candidatura de Mauricio Macri con la alianza PRO-Cambiemos, como para poner su reclamo sobre conflictos barriales. Entre los presentes se encontraba Patricia Bullrich y sus asesores de campaña. Las intervenciones venían a tono con la impronta ideológica del PRO, dando lugar a respuestas en las que cómodamente el macrismo podía sentar posición.
Así sus propuestas fueron desde “poner rejas bien altas en el Skatepark de Lugano 1 y 2”, tomar cartas en el asunto del “robo de una calesita” mientras se mostraba preocupado por el no pago por parte de los vecinos cuando suben al Premetro. También hubo un espacio para aquellas personas que decidieron expresar su fanatismo por el partido Cambiemos, que derivó en regalos a Larreta y dibujos con el rostro de Macri, hasta presagios tarotistas de la madre de uno de los presentes, que aseguraba el triunfo de Macri en estas próximas elecciones del 22 de noviembre.
Pero también estuvo presente la interpelación de militantes del PTS en el Frente de Izquierda del barrio de Lugano que, a contra corriente del clima generado, llevaron a perturbar al futuro jefe de Gobierno.
Haciendo a un lado los papelitos de colores y los elogios colectivos, en un momento dado, la charla se vio interrumpida por dos problemáticas centrales que la juventud y los trabajadores padecen en Lugano. Una voz diferente indagó sobre la crisis habitacional y el gatillo fácil: “¿Qué respuesta se le va a dar a la familia de Lucas Cabello?”. El historial de abuso institucional de la Policía Metropolitana, viene profundizándose desde su creación, actualmente registra un total de más de 20 asesinatos y cientos de heridos, entre ellos el caso de Lucas.
Rodríguez Larreta tragó saliva y con total cinismo respondió como los gobiernos suelen hacer en estos casos: “El tema de la Boca está en manos del juez, nadie dijo que es gatillo fácil, eso lo tiene que decir un juez”, y agregó “hay opiniones de un lado y del otro, no nos podemos adelantar a una sentencia”.
No nos olvidemos que anteriormente María Eugenia Vidal, quien ganó será la próxima gobernadora de la Provincia de Buenos Aires también del PRO, durante una rueda de prensa aclaró que “en origen es un caso de violencia de género” sugiriendo una posible y nefasta hipótesis del hecho ocurrido. El joven Lucas Cabello de tan solo 20 años, sigue internado en el Hospital Argerich en estado crítico.
Otra pregunta qué incómodo la feliz jornada, fue acerca de cómo pensaban tratar la crisis habitacional que padecen más de 500 mil personas en la Ciudad de Buenos Aires, poniendo como ejemplo la respuesta que dió el gobierno de la Ciudad cuando miles de familias sin vivienda salieron a reclamar un pedazo de tierra como ocurrió en el barrio Papa Francisco y en el Parque Indoamericano, con la represión conjunta con el gobierno nacional mediante la Policía Federal y la Metropolitana.
Aun hoy se recuerdan las topadoras barriendo con las humildes casas y los tres asesinatos. Como era de esperarse, Horacio optó por el lavado de manos y la indiferencia en relación a las miles de familias que sufren el flagelo de no tener hogar o viven en condiciones de hacinamiento extremo. Disfrazando la orden de represión, justificó el brutal desalojo: “No hubo en ese caso una represión”, ya que “un tema que me pedían de forma desesperada la gran mayoría de los vecinos, era el desalojo de Papa Francisco” apoyándose así, en un sentido común de un sector del barrio presente que aplaudió las palabras del representante del supuesto modelo de cambio.
Rondará por la cabeza cuánta similitud hay con su contrincante Scioli quien llevará a Berni en su Gabinete que es quien le dio una mano en el desalojo de 700 familias y se puso a la cabeza de reprimir a los trabajadores de Lear, así como lo acompañará Casal y Granados personajes nefastos que nada tienen de popular.
No podemos asegurar si la tarotista está o no en lo cierto, lo que sí podemos asegurar, es que cualquiera de las dos opciones de derecha que se presentan el 22 de noviembre en el balotaje, traerán aparejadas políticas que derivarán en medidas de recorte y ajuste para la clase trabajadora y una clara persecución a la juventud. Ante esto, la única la alternativa es resistir y oponerse a quienes promueven como fin su beneficio propio a costa del nuestro.