La cantante Analu Salazar denunció en su cuenta de Twitter que fue abusada por un miembro de la orden religiosa cuando era niña.
Óscar Fernández @OscarFdz94
Miércoles 8 de mayo de 2019
Por medio de una serie de publicaciones en sus redes sociales, la cantante Analu Salazar denunció el abuso que sufrió por parte de Fernando Martínez, miembro de la Orden de los Legionarios de Cristo y profesor durante los años 80 y 90 del Instituto Cumbres en Cancún.
Hola: quiero platicarles algo sobre mi... #MeToo #LegionariosDeCristo #México #Cancun #QuintanaRoo pic.twitter.com/bE28zeRP9J
— Analu Salazar (@Ana1uSalazar) 3 de mayo de 2019
No es la primera vez que se acusa a integrantes de la orden religiosa de cometer abusos sexuales a menores. Ya desde esa misma década, el fundador de los Legionarios, Marcial Maciel, fue señalado de haber abusado de varios niños. El caso fue encubierto por la Iglesia Católica y Maciel murió en la impunidad.
Los escándalos de abuso por parte de miembros de la Iglesia Católica han sido moneda común en las últimas décadas, al punto en que el Papa Francisco tuvo que convocar a una reunión el año pasado a los presidentes de las conferencias episcopales para tratar (en secreto) el problema del abuso en sus filas.
Uno de los casos más señalados es justamente el de México, donde las víctimas de Maciel y otros miembros de los Legionarios de Cristo denunciaron a esta organización ante la justicia del país. La Iglesia, por el contrario, sigue tomando distancia ante el asunto. El ex arzobispo primado de México, Norberto Rivera Carrera, renunció e inició su proceso jubilatorio en medio de fuertes sospechas de encubrimiento y protección ante la curia romana de curas pederastas.
En otros países, ha habido escándalos de semejante magnitud. Desde Australia, Estados Unidos, Chile, República Dominicana, Argentina, Países Bajos, Austria, España, Suiza, Alemania y Brasil, los casos registrados de abuso llegan incluso a la década de los 80 y en la mayoría las altas esferas de la Iglesia se encargaron de hacer oídos sordos y mover sus influencias para mantener a los acusados en la impunidad.
El movimiento #MeToo, que ha tomado vuelo en México en los últimos meses debido a la violencia a la que constantemente están sujetas las mujeres, ha alentado que más casos de abuso y violencia sexual salgan a la luz. La respuesta del Vaticano alude a que el acusado, Fernando Martínez, reside en Roma retirado y en edad avanzada.
Nada se puede esperar de una institución reaccionaria y al servicio de los poderosos como lo es la Iglesia. La demanda de justicia sólo se podrá concretar en las calles para que los culpables de ayer y hoy reciban juicio y castigo siendo indispensable para esto que se luche por la separacióm definitiva y real entre la Iglesia y el Estado.
Óscar Fernández
Politólogo - Universidad Iberoamericana