Las demandas contra el sistema de pensiones creado en 1981, en plena dictadura de Pinochet, se han transformado en uno de los puntos centrales en las calles durante la rebelión popular. Los grupos económicos chilenos y extranjeros -principalmente estadounidenses- mantienen sus negocios e inversiones a través de las AFP, en las que no solo se precariza a la vejez, sino que, es la clase obrera, que cotiza de forma obligatoria en este sistema, la cual termina sosteniendo las pérdidas de los capitalistas en tiempos de crisis por medio del gran negocio de las pensiones.
A través de este artículo, será posible observar, cómo las raíces de las AFP se encausan directamente con la sostenibilidad del sistema capitalista, siendo pieza fundamental de la expansión del capital y sus grandes compañías, tomando parte del trabajo de miles de personas en forma de ahorro transformándolo en capital.
1. La dictadura y la ola de privatizaciones:
Durante 1980, en plena dictadura militar en Chile, comenzó a gestarse una ola de privatizaciones de las empresas públicas en el país, propiciando el terreno perfecto para las elites empresariales. Dicho plan, consistía en eliminar todo ente público y apuntar a la creación de nuevas sociedades comerciales y/o industriales, donde finalmente se vendían sus activos, derechos o acciones a particulares, lo mismo realizado con las empresas de la Corporación Nacional de Fomento, CORFO, como ENDESA, CAP, ENTEL, IANSA, LAN CHILE o SOQUIMICH. Este proceso, derivó en tres efectos [1]
i) Concentración de la propiedad, visualizada hasta la actualidad.
ii) Estas (privatizaciones) se realizaron sin marcos jurídicos idóneos, derivando grandes abusos de posiciones dominantes vs. la desprotección del consumidor.
iii) Pérdidas de patrimonio, ya que los activos se vendieron a precios no acordes al mercado.
Esta ola de privatizaciones, fue instaurada en pleno proceso donde la sociedad y la clase trabajadora se encontraba en una etapa de meseta, especialmente con la desorganización de los trabajadores producto de la dictadura.
Pinochet anunciaba en 1979 el inicio de las denominadas 7 modernizaciones a cargo de José Piñera y Miguel Kast. Fue entonces en noviembre de 1980, donde Piñera -hermano de Sebastián Piñera-, el mismo que impulsó el Plan Laboral de 1979, propuso e impulsó, una nueva forma de administración de pensiones y ahorros, por medio del Decreto Ley Nº 3.500, bajo el nombre de “Administradoras de Fondos de Pensiones” o más conocida como AFP, operando bajo la lógica de un sistema de ahorro y capitalización individual a manos de privados.
A partir de diciembre de 1982 -hasta la actualidad-, la suma obligatoria al sistema de AFP se ha transformado en el único sistema de previsión social para quienes hacen ingreso al trabajo dependiente, menos para las Fuerzas Armadas y Carabineros, ya que estos, funcionan bajo un sistema de reparto en CAPREDENA y DIPRECA, esto, luego de que la Junta Militar en ese entonces, decidiera no someterlos al nuevo sistema.
2. ¿Cómo funcionan las AFP?
En el año 1981 y, a raíz de todo lo anteriormente mencionado, se dió inicio a las AFP, bajo un modelo de transferencia obligatoria por medio del 10% del salario en forma de cotización, transformándose en un sistema obligatorio de ahorro.
Este ahorro, es invertido finalmente por las AFP en diversas empresas tanto nacionales como internacionales. Por consiguiente, las AFP no sólo administran los ahorros de las y los trabajadores -activos-, sino que con esto, mantienen a la banca y a los sectores económicos, los cuales finalmente, están ligados directamente a las grandes familias, por medio de sus lucrativas empresas -situación que desarrollaremos en párrafos posteriores-.
El D.L N° 3.500, da cuenta del derecho de las AFP a obtener una retribución a través de lo que se denomina comisiones, las cuales son obtenidas de los ahorros de las y los trabajadores, es decir, no solo se realizan grandes inversiones con estas, sino que, de igual forma, estas acaparan un porcentaje de nuestros ahorros para futuras pensiones, por concepto de administración, y que, siguiendo con el D.L, son estas las cuales, de forma libre, determinarán el porcentaje de comisión que exigirán a sus cotizantes, dejando todo a manos de los grandes empresarios del rubro.
¿Comisiones por administración?, ¿Me asegura algo?, ¿Qué sucede si se generan pérdidas de los cotizantes?. La realidad es, que la administración que pagamos por nuestros propios ahorros, no se relacionan al riesgo de pérdida de fondos, es decir, en el caso de que los fondos tengan pérdidas -que termina asumiendo las y los jubilados-, estas no se encuentran aseguradas en las comisiones por administración, o sea que, finalmente, las AFP -nuevamente- no pierden rentabilidad, ya que la comisión queda consolidada.
Finalmente, las AFP no solo terminan por administrar nuestros ahorros de toda una vida de trabajo, bajos salarios y saqueos empresariales, sino que, al momento de jubilación, estas cobran a las y los pensionados a través de otra comisión, las cuales dependen directamente de cual de todas las AFP administró los fondos y del modo de retiro de la pensión, las cuales pueden ser por, retiro programado, renta temporal, renta vitalicia inmediata y renta vitalicia inmediata con retiro programada, en las dos primeras, las AFP llegan a cobrar hasta un 1,25% de forma mensual a cada jubilado, alcanzando cerca de los $25.000 anuales.
3. El gran negocio: Inversiones de nuestros fondos de pensiones
3.1 ¿Quiénes son los grandes dueños de nuestras pensiones?
En mayo del presente año, la Fundación SOL realizó la investigación denominada: ¿AFP para quién?, dónde se invierten los Fondos de Pensiones en Chile [2], desarrollada hasta el día 28 de febrero del presente, donde los fondos que estaban bajo la administración de las AFP, llegaban a los US$212.860 millones de dólares.
Esta investigación analizó a 165 Instituciones privadas y públicas en las que las AFP invirtieron los ahorros de las y los trabajadores, analizando en ella el 58,4% del total de fondos en Instituciones que operan en el país, equivalente a US$124.336 millones de dólares.
3.1.1 Instituciones:
Las Instituciones financieras, reciben un mayor total de activos, donde las primeras diez, corresponden a las Instituciones Bancarias, entre las que encontramos a: Banco de Chile (16,3%), Banco Santander (15,5%), BCI (14,2%), Banco Itaú-Corpbanca (13,5%), Banco Scotiabank Chile (13,3%), Banco del Estado de Chile (12,4%), Banco Security (5,0%), Banco BICE (4,9%), Banco Falabella (1,8%) y el Banco Consorcio (1,3%).
En el caso de las Instituciones Estatales, las cinco que reciben inversiones de las AFP, se encuentran: Tesorería General de la República (88,4%), Banco Central de Chile (11,4%), Instituto de Normalización Previsional (0,2%), Ministerio de Vivienda y Urbanismo (0,1%) y la Caja de Previsión de la Defensa Nacional (0,0%).
Las Sociedades Anónimas (S.A) -Empresas privadas- podemos observar que las diez primeras que reciben inversiones de las AFP son: S.A.C.I Falabella (6,5%), Cencosud S.A (6,5%), Copec S.A (6,3%), Latam Airlines Group S.A (5,6%), ENEL Américas S.A (5,1%), ENEL Chile S.A (3,5%), Celulosa Arauco y Constitución S.A (3,4%), CMPC S.A (3,3%), Colbún S.A (3,2%) y la Empresa de Transporte de Pasajeros METRO S.A (3,0%).
Por último, los Fondos de Inversión Mutuos y Capital de Riesgo (F.I.M.C.R), en el que tan solo diez Instituciones, concentran el 90% de la inversión, algunas de estas son: Moneda S.A Administradora de Fondos de Inversión (22,6%), Compass group Chile S.A Administradora Grl. de Fondos (15,7%), BTG Pactual Chile S.A Administradora Grl. de Fondos (15,0%), BICE Inversiones Administradora Grl. de Fondos S.A (9,3%), Administradora de Fondos de Inversión Independencia S.A (8,6%), Banchile Administradora Grl. de Fondos S.A (4,0%), TOESCA S.A Administradora de Fondos de Inversión (3,5%), Administradora Grl. de Fondos de Inversión CMB Prime S.A (2,2%) y BCI Asset Management Administradora Grl. de Fondos S.A (2,2%).
3.1.2 Grupos económicos:
Del mismo modo, es posible observar que de los 16 grupos económicos de capital nacional que operan en el país, 10 se pueden vincular a controladores relacionados a las grandes familias que concentran las riquezas en Chile.
El grupo Luksic, ocupa el primer lugar a punto de alcanzar los $6 billones de pesos en fondos de pensiones recibidos, dueños del Banco Chile, Canal 13, Antofagasta Minerals, CCU, entre otras. En segundo lugar se encuentra el Grupo Said, cerca de los $4,8 billones de pesos en fondos de pensiones, mismos dueños del Banco Scotiabank Chile, el Parque Arauco S.A y la embotelladora ANDINA S.A. Y en tercer lugar, encontramos al Grupo Saieh, con $4 billones de pesos en fondos, principales propietarios de los Bancos BCI (Crédito e Inversiones y, Asset Management Adm. Grl. de Fondos S.A).
Así mismo, prosiguen el Grupo Matte con $3,9 billones de pesos, el Grupo Solari con $3,3 billones de pesos, Grupo Angelini con $1,9 billones de pesos, Grupo Security con $1,5 billones de pesos y el Grupo Paulmann con $1,2 billones de pesos, seguidos del Grupo Ponce Lerou, Grupo Consorcio, Grupo Calderón, Grupo Navarro, Grupo C.Ch.C, Grupo Sigdo Koopers y el Grupo Penta.
4. La caída en los fondos después de la rebelión
Las semanas recientes vimos que las cuentas de cada trabajador en fondos menos riesgosos perdieron dinero, ¿por qué?, la explicación se da debido a que los fondos menos riesgosos se invierten en instrumentos financieros -instrumentos de crédito y deuda, principalmente- de renta fija en el mercado nacional. Como el marco político y social no puede asegurar las ganancias que los empresarios esperan, sumado a un mundo convulsionado y un modelo que venía en agotamiento, esto los lleva a que los instrumentos de deuda en los que invirtieron las AFP, hoy sean más riesgosos, lo que hace más difícil su transacción al mercado financiero. El riesgo por comprar un instrumento así , es mayor que antes del 18 de octubre, los marcos económicos podrían incluso hacer que alguna empresa no pueda cumplir sus compromisos de pago.
Al contrario en la situación anterior, los fondos más riesgosos ganaron dinero debido a que la mayoría de las inversiones es hecha en instrumentos financieros en dólares en el extranjero. Pero, la utilidad de las AFP no depende de estas fluctuaciones de la economía, las AFP y sus dueños -las grandes norteamericanas y chilenas- tienen aseguradas sus ganancias debido a que esta proviene principalmente de la comisión que cobran a cada trabajador, la fluctúa entre un 2% y 3%. [3]
Así, las AFP son una gran caja de ahorro de los grandes empresarios, quienes pueden usar este dinero con intereses bajos para invertir en sus proyectos y, en el caso de que hubiesen pérdidas, estas son traspasadas directamente a cada trabajador.
5. Una mirada desde la teoría del valor-trabajo
En concreto, el dinero que administran las AFP, es trabajo o bienes que no son parte del salario del trabajador, si no, que van a parar a estos fondos. Este dinero se termina materializando como maquinarias, insumos y mano de obra.
Muchos plantean que uno de los problemas es que los salarios son muy bajos, lo que ha simple vista es cierto, pero no es más que tautológico. El capitalismo entrega al obrero condiciones mínimas de subsistencia, es decir, si el obrero llegase a tener una ahorro por sobre las condiciones mínimas -en ese momento histórico- esto implicaría que el capital no está utilizando todo el trabajo cristalizado -en forma de dinero- disponible para su expansión. La clave acá es que ver que esto tomó forma en la fase actual del capitalismo que se inició en los años 80, buscando iniciar un nuevo proceso de acumulación para darle salida a la crisis económica de ese momento. Así, el ahorro en su conjunto debía estar al servicio de los grandes capitales para que estos puedan expandirse a nuevos lugares en el mundo y encontrar nuevos mercados -por eso se torna obligatorio cotizar en las AFP-. En ese marco, es que surgen las AFP, como una verdadera obra de arte del capital para superar las débiles tasas de inversión en Chile, las que impedían expansiones fuertes de esta, en ese sentido, no es casualidad que el capitalismo se haya modernizado en Chile desde esa época, y que Chile se haya profundizado su rol de exportador de materias primas, por medio de las grandes transnacionales.
Este ha sido producto del trabajo de millones de trabajadoras y trabajadores, transformado en dinero y luego, en inversión para los empresarios. Todo esto fue posible, sin duda, por la vía de la fuerza por medio de la dictadura cívico-militar que tuvo que destruir toda resistencia obrera y popular previamente, para imponer este nuevo marco de acumulación y su pieza clave, las AFP.
Ahora, si miramos el rol que cumple el ahorro en lo albores del capitalismo, durante el siglo XlX, los ahorros de cada trabajador eran utilizados fundamentalmente para sostener las condiciones mínimas de vida cuando el obrero no tenía trabajo, o en general, cuando el capital estaba en crisis, dejando desempleados a millones de trabajadores. Pero esto tenía una contradicción, si todos los obreros pudieran ahorrar, en términos de decidir cuándo transformar ese dinero en bienes, esto disminuiría las tasas e inversión en el presente, lo que limita la expansión del capital, así, todo ahorro tiene que transformarse en nuevo capital, para comprar maquinarias, insumos, trabajo, etc. y poder continuar con su expansión continua.En otros momentos del capitalismo se incentivaba al obrero a qué ahorrará en el banco o en cajas, pero esto tenía límites dado la lógica de expansión constante del capital, dado que el trabajador podía no hacerlo.
Hoy, -dado el marco de acumulación antes discutido- ya no ocurre en general esto, sino que todos los ahorros de los trabajadores va directamente a la AFP través del 10% de cotizaciones, donde se hace imposible acceder a estos ahorros, es más, una mínima parte al seguro de cesantía que basa su idea fundamental en sostener condiciones mínimas para el trabajador -condiciones de miseria dentro de los marcos del neoliberalismo-.
Por otro lado -y muy particular del proceso de modernización capitalista en Chile- es que en momentos de desaceleración o en crisis económicas, este ahorro es utilizado para sostener las potenciales pérdidas de los capitalistas que utilizaron estos fondos. Es decir, se traspasan las pérdidas de los grandes capitalistas a los ahorros del trabajador, cumpliendo a cabalidad, pero con una nueva forma, con lo establecido Marx en los “Grundisse” el obrero ahorra no para sí mismo, si no para el capital.[4]
Estas son las lógicas del capitalismo, y su forma particular de los últimos 40 años, dejando en evidencia que para este sistema, el obrero, sólo puede tener condiciones de vida mínimas -que ha quedado en evidencia con la rebelión popular en Chile, abarcando no solo salarios miserables, sino que con condiciones ínfimas al momento de jubilar-, esto se traduce en que, cualquier salario y con ello el ahorro, continuamente está siendo presionado hacia abajo, es decir , una lucha entre las condiciones de vida mínima -en términos de salario- y la expansión capitalista -en términos de ganancia-inversión-.
En el caso de que los salarios presentaran un fuerte incremento -por ejemplo, los $500.000 mínimos que hoy exige la mayoría de los trabajadores-, las tasas de ahorro también aumentarían, pero la inversiones capitalistas se transforman en inversiones no rentables, esto se explica debido a que la economía chilena, depende de forma estructural de los bajos salarios, lo que finalmente termina por ser insostenible para la acumulación capitalista [5].
Por otro lado, si esos fondos llegasen a traspasarse al Estado, dejan de ser de utilidad para las inversiones de los empresarios, razón de esto, es que no podrán ser utilizados como antes, esto implica necesariamente, destruir una base fundamental de la acumulación de capital en Chile de los últimos 40 años.
Por último, la tercera vía que se plantea para mejorar las pensiones -aunque es mayormente marginal- apunta a terminar con las comisiones que piden las AFP para sostener sus millonarias ganancias. Es necesario establecer con claridad que, esta vía significa arrebatarle directamente el negocio al imperialismo, ya que el 75% de los fondos de pensiones, se encuentran en manos de tres AFP con dueños Estadounidenses.
Todas las vías planteadas en los párrafos anteriores, terminan chocando con la base del capitalismo en Chile.
El análisis de Marx , que para muchos aún es el mejor análisis del sistema capitalista , estableció que el trabajo se relaciona como un opuesto al capital, y con ello a la vida de los trabajadores, dichos antagonismos son la base del poder del capital, que en tiempos de crisis económica, en que la competencia, la búsqueda de nuevos mercados y la utilización óptima de todos los recursos para su continua acumulación de capital, se vuelve algo central. Es decir, el obrero se ve en una obligación de ahorrar para que el capital pueda expandirse, competir y generar ganancias, es entonces que en el desarrollo del capitalismo en Chile, pensar en acabar una relación así se vuelve imposible, si no es por fuera de sus marcos, o sea, fuera del sistema capitalista.
6. ¿Qué salida puede solucionar de forma íntegra y efectiva el tema pensiones?
El sistema tripartito y solidario estatal que plantean algunos sectores -como la Fundación Sol, la coordinadora No + AFP, entre otros [6]- es una forma de convencer al Estado de que su propuesta es “mejor” para todos, sin considerar que en el capitalismo, el trabajador cumple el rol de ahorrar para el capital y que el estado vela de diversas formas -bancos, cajas, AFP- por esto.
Es por esto que, no basta con que haya un traspaso de fondos al Estado, sino que estos fondos deben ser usados para el bienestar de los trabajadores, superando la oposición entre expansión del capital y precariedad del trabajo y al ahorro. Si bien, la Fundación Sol -y en esto tenemos acuerdo-, plantea que el Estado debe llevar adelante inversiones en los principales recursos naturales -como el litio y el cobre- denominado por ellos como “inversión social” [7], con el objetivo de obtener inversiones que permitan a los trabajadores obtener buenas pensiones, lo anterior resulta imposible si no hay una recuperación de los recursos naturales, es decir que, sin una lucha abierta por el control de los recursos por parte de los trabajadores y la sociedad -fórmula que no plantea la Fundación Sol- es imposible, sin una reorganización económica por parte de las y los trabajadores, los que a su vez puedan decidir sobre qué hacer con sus fondos de pensiones en una sociedad en la que la inversión para el futuro, sea en función de mayores ahorros para los trabajadores y su vejez, y no para la expansión del capital como lo es actualmente; En concreto, es terminar con la oposición entre el capital y el trabajo.
Así, es que se torna de vital importancia establecer un sistema de reparto estatal que sea administrado por diversos organismos de trabajadores y jubilados, el cual este dirigido por los trabajadores de los principales centros productivos de Chile, buscando una alianza que permita abrir un sistema de pensiones no para mayores ganancias de lo empresarios, sino para verdaderas pensiones dignas.
Actualmente, la crisis de legitimidad de las instituciones y del régimen han sido cuestionamientos constantes de millones de personas en las calles, así mismo, las grandes centrales sindicales han sido cuestionadas por su actuar burocrático, reformista y consolidador con el régimen y con las reformas de los gobiernos de turno, pero esto no puede transformarse en una nula injerencia de la clase obrera, se hace necesario que se levanten organismos de representación laboral que controlen la gestión de las pensiones.
Avanzar hacia una Sistema de reparto tripartito, estatal y con administración de trabajadores y jubilados, permite que la clase trabajadora avance también en términos de la creación y administración de Instituciones y organismos que sean propios, y así dejar atrás la tutela del empresariado y sus fines.
Sin duda, los grandes capitales pueden conceder ciertas mejoras, como lo es disminuir las comisiones, subir los salarios marginalmente e incluso dar mayores pensiones vía aporte estatal.
El punto principal, es que nada de estas soluciones parches terminan con el problema de fondo, o sea que no terminan por resolver de forma íntegra y efectiva el problema, ya que el ahorro seguirá dependiendo de las fluctuaciones del capitalismo, su interés por la ganancia y dentro de los márgenes que establezca el gran empresariado. Incluso, los grandes capitales pueden entregar una concesión momentánea en los marcos de la rebelión chilena, aumentar pensiones o salarios más allá de lo que ellos les gustaría, para justamente no perderlo todo, esto generaría un desequilibrio de la acumulación capitalista en Chile, que no se sostendría por mucho tiempo, tendiendo a generar crisis económica más profunda, donde necesariamente se resolverá para unos de los dos campos: El capital restableciendo el orden económico por medio de la fuerza o, los trabajadores reorganizando toda la economía, como nuevo poder social.
La discusión formulada en este artículo, deja entrever las estrategias que plantean algunos sectores como, por ejemplo, desde la Fundación Sol, quienes ven el Estado como un ente regulador de las AFP, dejando fuera que en el sistema capitalista el trabajador es quien ahorra para el capital y, es el mismo Estado quien regula que eso sea así, es entonces mucho más complejo, ya que al tocar las AFP, estamos movimiento de forma directa los cimientos del capital.
Es por esto, que mantenemos una posición diferente a la Fundación Sol desde la ciencia económica y política, aunque luchamos por el mismo antagonismo producido por el capitalismo, pensamos que hoy a 52 días de la rebelión popular, se evidenció el rol más profundo del Estado, no creemos que este sea el camino a seguir. Si no que desde la organización y la lucha de los trabajadores por una asamblea constituyente que lo discuta todo y, desde ahí se comience a gestar una nueva organización económica.
Bibliografía
[1] Biblioteca del Congreso Nacional de Chile (2005). Informe de la Comisión Investigadora encargada de analizar presuntas irregularidades en las privatizaciones de empresas del estado ocurridas con anterioridad al año 1990.
[2] Fundación SOL (2019). ¿Afp para quién?, Dónde se invierten los fondos de pensiones en Chile.
[4] Elementos fundamentales para la crítica de la economía política, Karl Marx (1857-1858)
[6] http://www.fundacionsol.cl/wp-content/uploads/2017/03/pensionescontra-1-2.pdf
[7] https://coordinadoranomasafp.cl/wp-content/uploads/2019/08/Propuesta_NOAFP_web.pdf
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