Avance represivo. Bullrich en Rosario: una vez más, militarizar los barrios

Las mismas recetas de siempre: más fotos, más fuerzas federales, el patrullaje del ejército y el despliegue del aparato represivo del estado. Las mismas recetas que vienen fracasando una y otra vez por los innumerables lazos de las fuerzas policiales y de seguridad con el gran crimen organizado que golpea en la ciudad.

Con operativos de saturación en los barrios, con una mayor presencia policial y de las fuerzas de seguridad, Bullrich anunció el “Plan Bandera”. Otro nuevo comando unificado de fuerzas federales y provinciales y un mensaje de impunidad para los uniformados: "No vamos a permitir que ninguno sea condenado de manera injusta. Los vamos a cuidar”. Buscan darle mas poder de fuego a las fuerzas policiales en la ciudad donde hace un mes liberaron a los 18 policías acusados de la desaparición forzada, tortura y muerte de Franco Casco.

En la ciudad de Rosario y en la provincia de Santa Fe el narcotráfico ha desarrollado innumerables vínculos con el estado en todos sus niveles, desde las fuerzas policiales hasta los jueces y fiscales: no hay narcotráfico sin protección estatal. El grado de impunidad que manejan las bandas criminales ha llegado al punto de crímenes terribles como los de Lorenzo ‘Jimi’ Altamirano, un joven músico que fue secuestrado en un auto, arrojado frente a la cancha de Newells y asesinado a balazos, donde lo dejaron con una nota con el objetivo de pasar un mensaje de un sector mafioso a otro. Lo mismo sucedió hace pocas semanas con el asesinato del chofer de colectivos César Roldán, a quien asesinaron mientras manejaba el 116, también para pasar un mensaje mafioso a terceros, lo que motivó tres días de paro de la UTA.

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¿Qué intereses hay detrás de la crisis narco en Rosario?

Las recetas de la ministra Bullrich son las mismas que fracasan hace años: cárceles para presos de alto perfil y mayor impunidad para las fuerzas de seguridad. No se tocan los intereses económicos que mueven millones con el narcotráfico. No es una definición política aislada: en marzo del 2023 el gobierno del Frente de Todos organizó un desembarco del ejército y las fuerzas federales en la ciudad, sin ningún resultado: todos los gobiernos evitan hablar de cómo se mueve el narconegocio.

En la provincia de Santa Fe un puñado de empresas cerealeras manejan todos los puertos privados e incluso los estatales. Junto con el uso de avionetas privadas es la vía por donde entra y sale la droga. Ningún poder político cuestiona que permanentemente salgan buques con toneladas de cocaína de estos puertos.

El abordaje siempre es solamente como un problema de ‘seguridad’ y no como un problema integral. Sin discutir quienes se benefician del narcotráfico no puede hallarse una solución: hay que estatizar los puertos bajo control de los trabajadores, controlando los barcos que entran y salen y terminar con los aeropuertos privados, de sobradas complicidades con el gran delito. Al mismo tiempo es necesario terminar con el secretismo del sistema bancario y financiero, hacer pública toda la información de lo que entra y sale para saber dónde se lava el dinero y cómo se fuga al exterior. Y para evitarlo, hay que nacionalizar el comercio exterior bajo control de sus trabajadores como medida de fondo.