La charla se realizó en la Biblioteca Arturo Capdevila del Cabildo, abriendo el debate sobre las perspectivas del marxismo sobre la actual crisis económica.
Lunes 16 de septiembre de 2019 21:41
Este lunes, Esteban Mercatante, periodista de la sección economía de La Izquierda Diario, presentó su libro Salir del Fondo en la Feria del Libro y del Conocimiento de Córdoba. Estuvo acompañado por Javier Musso, dirigente del PTS Córdoba y candidato a diputado nacional por el FIT-Unidad.
Javier introdujo algunos conceptos que se discuten en el libro, destacando que es una publicación muy importante en el marco de la situación que está atravesando la Argentina. “Es muy probable que Macri se vaya, pero, como dijo Nicolás del Caño el otro día, el FMI se queda, la deuda externa se queda y queda una economía con dos años de recesión, más del 10 % de desocupación, una pobreza que se estima va a superar el 40 % a fin de año”.
En ese sentido, remarcó que Salir del Fondo no solo habla de las causas de esta crisis sino también una explicación de las distintas crisis que hubo desde la salida de la dictadura y la relación entre ellas, que hace al comportamiento de las clases dominantes en la Argentina.
Hacia el final, agregó se plantea un debate con distintos economistas que proponen para Argentina salidas que supuestamente funcionaron en otros países. “Esto junto con propuestas concretas que planteamos desde el Frente de Izquierda y que no se quieren poner en debate públicamente. En primer lugar, que la deuda es impagable, que solo se puede pagar con un brutal ajuste al pueblo trabajador. Pero también proponemos la nacionalización de la banca, el monopolio del comercio exterior y otras medidas. Todas estas salidas tienen que ir acompañadas por la movilización del pueblo trabajador”.
A su turno, Esteban Mercatante planteó que el punto de partida del libro es cómo el FMI volvió a convertirse en un actor gravitante en la política económica del país.
“Lo principal es que el gobierno de Macri llegó a su tercer año imposibilitado de obtener otro financiamiento que no sea el FMI. La deuda se había convertido en un combustible fundamental de la economía, porque le permitió resolver algo que el gobierno anterior había resuelto con el llamado cepo, que es la escasez de dólares que aqueja al país desde el 2011. Esta escasez se empezó a producir cuando todavía el país tenía superávit comercial. Pero los dólares no alcanzaban en primer lugar por la propia deuda; en segundo lugar, por los giros de utilidades de las empresas multinacionales a sus casas matrices y en tercer lugar por el comportamiento de la gran burguesía argentina que fuga los dólares”.
Luego se refirió a la burbuja especulativa que creció durante el gobierno de Macri, gracias a la suba de las tasas de interés y a la quita de trabas para los capitales externos. “En un momento la deuda iba alcanzando niveles estrambóticos y a esto se sumó el panorama internacional: Estados Unidos subió las tasas de interés y atrajo capitales del resto del mundo, entre los cuales estuvieron los que habían invertido en los bonos argentinos. Otro elemento que cambió el panorama fue el fracaso del proyecto de ‘reformismo permanente’ del gobierno a fines del 2017, no pudo cumplir con la agenda que le venían exigiendo los empresarios”.
Así se llegó a la corrida de abril del 2018 y el posterior retorno al FMI. “Esto significa que hay que bajar el gasto público, las inversiones en salud, educación y obra pública tanto a nivel nacional como en las provincias, para liberar recursos que van al pago de la deuda. Además, hay que reducir el consumo de la población para recortar las importaciones”, explicó.
Llegado este punto, el autor polemizó con el discurso del peronismo, que al mismo tiempo que critica al FMI dice que es impensable romper con este organismo. “La pregunta es ¿quién no puede romper con el fondo? Kiciloff y el resto hablan dicen esto desde la postura de los grandes empresarios, los que cotizan en bolsas extranjeras y se endeudan en dólares. Ellos necesitan que el país siga integrado a esta institución, pero para el resto de la población no es así”.
Para finalizar, habló de las propuestas que se plantean desde la izquierda para salir de esta situación, que no es solo dejar de pagar la deuda externa fraudulenta y romper con el FMI. “En primer lugar, la nacionalización de los bancos, que permitiría concentrar todos los depósitos del país y destinarlos a crédito barato para quienes lo necesiten. Esto bajo control de los propios trabajadores bancarios para evitar cualquier tipo de fraude. En segundo lugar, el monopolio del comercio exterior. Esto centralizaría todos los recursos que se exportan para impedir las maniobras especulativas que hacen los exportadores actualmente. Para tomar estas medidas es necesario que haya una fuerza social que las pueda imponer, poniendo en movimiento el poder de la clase trabajadora, que representa el 80 % de la población nacional junto a sectores que pueden ser sus aliados como la juventud, los pequeños comerciantes, los profesionales independientes, etc. Esta fuerza puede disputar el poder de los bancos, de los exportadores, los empresarios, y puede empezar con estas medidas de emergencia a discutir una transformación de raíz de la economía nacional que esté puesta en función de las necesidades de la población y no de las ganancias de unos pocos. Para poner en movimiento ese poder hay que construir una fuerza política independiente, que pueda disputar este programa en los sindicatos, las universidades, y esto es indisoluble de construir un gran partido de la clase obrera”.
Al terminar la presentación, se abrieron preguntas desde el público, que permitieron profundizar algunos aspectos que se tocaron en la charla y dejaron planteadas nuevas perspectivas para pensar una salida desde las y los trabajadores.