El 7 de noviembre el Consejo de Administración del hospital Garrahan se reunió con el Ministerio de Salud y acordaron un plan de reestructuración. La Asamblea General del hospital votó rechazar el plan de mercantilización de la salud pública, mientras avanzan sobre las condiciones laborales de todos los sectores.
Martes 19 de noviembre 21:33
Luego de una reunión de la que participaron directivos del hospital, con la presencia del ministro Lugones, el Consejo de Administración del hospital Garrahan y el Ministerio de Salud presentaron en sus páginas oficiales un plan de reestructuración. En esta nota analizamos las claves del “plan de trabajo” ajustador.
1- Mercantilización del hospital público
- Se proponen “aumentar la facturación, ofreciendo al mercado módulos para facturación de prácticas de alta complejidad que se realizan en el hospital”.
Lo único a lo que se puede llegar con esta perspectiva es que el sector privado se beneficie de la estructura, los insumos y el equipo altamente calificado del hospital, restringiendo el acceso público, gratuito y universal. Las prácticas de alta complejidad tienen que estar al servicio de quienes las necesiten en función de criterios clínicos y no en función de la facturación, o sea, si lo puede pagar o no. En este modelo de atención, ¿a quiénes van a priorizar para la realización de prácticas?
2- Más ajuste y peores condiciones de trabajo
- Establecer un “régimen de retribución por productividad”.
Es un sistema donde el salario del equipo de salud se determina en función de objetivos o metas de producción. En salas ya colapsadas, “sin incorporar nuevos cargos”, mientras renuncian profesionales por las condiciones laborales e intiman a empezar los trámites a quienes están en edad de jubilarse. No podemos aceptar el plan de trabajar más, siendo menos, para obtener una retribución o adicionales, lo que conocemos como bonos.
Una orientación opuesta a la que hace 4 meses venimos sosteniendo en nuestra lucha: la necesidad de un régimen de insalubridad, un salario inicial de $ 1.500.000 acorde a la canasta básica familiar, con un aumento del 100% que retribuya la pérdida de poder adquisitivo por inflación.
Esto permitiría dar respuestas al agotamiento y muerte prematura que afecta al equipo de salud por condiciones insalubres y el pluriempleo. Contrario a la propuesta de trabajar más y a ritmos de mercado para recibir una remuneración. Rechazar este plan es fundamental para mantener la calidad de atención de alta complejidad, que se va degradando con trabajadores y trabajadoras rotos o quemados.
3- División del equipo de salud
- Dicen que este plan tiene el “objetivo de mejorar los ingresos del personal médico asistencial”.
Hace 4 meses que luchamos a la par, enfermería, servicio social, médicas y médicos, mantenimiento, maestras del jardín maternal, técnicos, auxiliares, administrativos, etc. Nadie más que nosotros sabemos que cada rol en el equipo de salud es fundamental. Y sin áreas como cocina, fluidos y vigilancia no se podrían hacer las prácticas de alta complejidad. Sin ir más lejos, un par de horas sin sector de limpieza, el Garrahan sería un foco de riesgo en el centro de la Ciudad por acumulación de residuos patológicos. Pero por las condiciones de precarización es el único sector que no cobró el bono que conquistamos con la lucha. Tenemos que seguir construyendo la unidad en las asambleas y luchar por salario y condiciones laborales para todo el equipo de salud de todos los tramos y niveles, contratados, tercerizados, residentes, becarios y concurrentes, afiliados y no afiliados a cualquier gremio.
4- Tercerización laboral
- Hablan de “optimizar los pliegos de licitación” e informan que empezaron un “monitoreo en áreas logísticas”.
Permite que las mismas empresas que se llevan cientos de millones de pesos por mes sigan manejando discrecionalmente sus costos. No es más que atacar las condiciones laborales de trabajadoras y trabajadores que no superan los $ 500.000, los cuales no son suficientes para las tareas que les exigen y tienen represalias por derechos básicos como las licencias. Si se quisiera “optimizar” las tareas tendrían que anular las licitaciones y pasar a planta permanente a todas las trabajadoras y trabajadores, incluso al mismo convenio y con los mismos derechos que el resto del hospital.
Por otro lado, si quieren monitorear áreas, quienes sostenemos los sectores sabemos cómo funcionan, cuáles son las necesidades y problemas. Concluiríamos que es necesario mayor presupuesto.
Por todo esto, desde la Agrupación Marrón en la Posta de Salud y Cuidado, propusimos rechazar de conjunto el plan propuesto por el Consejo de Administración. Se votó por unanimidad en la Asamblea General impulsada por la JI ATE y la Asociación de Profesionales y Técnicos del hospital Garrahan. Es fundamental que desde Profesionales Autoconvocados difundan el mismo rechazo al plan de vaciamiento del hospital público.
Juntos tenemos que exigir a UPCN que deje de ser portavoz de la dirección y junto con SUTECBA convocar un paro y plan de lucha para enfrentar el vaciamiento del hospital.
Votación de la asamblea
De la misma forma, es una necesidad de primer orden dar la pelea que se nos plantea en el Garrahan junto a los hospitales nacionales en los que el gobierno también apela a “planes de estructuración” para avanzar con el ajuste. En el hospital Bonaparte, luego del intento de cierre que frenó la lucha de las trabajadoras y trabajadores; en el hospital Posadas, mientras hay 120 despidos, dejan sin atención de salud a miles de pacientes. Es necesario impulsar una gran campaña unitaria que empiece por exigir la reinstalación de las compañeras y compañeros. El próximo 21N en el hospital Garrahan vamos a un nuevo paro de 24 horas y marchamos junto a otros sectores de salud. Es una acción importante para visibilizar las luchas.
En ese sentido, como resolución de la Asamblea General del hospital Garrahan del 15O convocamos a reuniones abiertas, cabildos, instancias de organización y coordinación. Esto nos permitió acciones en unidad de distintos sectores de salud y con el movimiento estudiantil. Pero es fundamental ampliarlo. Hoy más que nunca es necesario unificar, aunar esfuerzos para que las convocatorias sean masivas, debatiendo y organizando en cada sala o sector, convocando a la comunidad y organizaciones en lucha. Es preciso instalar la bandera en defensa de la salud pública como una conquista de las familias obreras y populares.
“Si tocan a uno, nos tocan a todos”, tiene que ser una voz que se instale junto a la lucha de aeronáuticos, el subte, el SUTNA, ferroviarios, docentes, el movimiento estudiantil, jubilades y asambleas barriales.
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