El miércoles 8 de marzo, en el Día Internacional de las Mujeres, se lanzó el EP “Casa”, una creación colectiva de músicas de Argentina, Brasil, Chile y Colombia.
Viernes 10 de marzo de 2017 14:27
La residencia artística Zona Laboratorio de Artes Musicales para Mujeres (LAMM ), albergó durante tres semanas a mujeres músicas de Colombia, Chile, Argentina y Brasil, en la ciudad de Belo Horizonte, Brasil. La idea del proyecto fue llamar a la interacción a mujeres artistas de países latinoamericanos, con trabajos, investigación y estudios en diferentes espacios de la producción musical. Como resultado de esta experiencia surgió un EP que mezcla realidades, estilos y experimentación sonora diversa (aquí se puede escuchar el disco: https://zonalamm.bandcamp.com/releases).
El lanzamiento se realizó por Internet y en las radios de Brasil, Argentina y Colombia. Además se acompañó con la publicación de un video documental sobre el proceso de creación, investigación y experimentación colectiva con el que se llegó al trabajo presentado.
Durante la residencia, las músicas Diana Restrepo, Orito Cantora (Grace Lascano), Jenn Del Tambó (Jennifer Meza), Naiara Armendáriz, Nath Rodrigues, Claudia Manzo, además de la poeta invitada Nívea Sabino, intercambiaron referencias estéticas, coordinaron talleres abiertos para las mujeres, experimentaron otros lenguajes artísticos y crearon un material inédito, juntando y creando un diálogo entre los distintos universos musicales por donde pasan sus trayectorias. Estos encuentros dieron como resultado “Casa”. Todo el proceso fue dirigido por la música y directora musical Vanessa de Michelis. Con cinco tracks, el EP cuenta con tres canciones autorales de las compositoras Nath Rodrigues, Claudia Manzo y Orito Cantora, arregladas y producidas colectivamente en la residencia; y dos obras experimentales que articulan loops, poesía, voces, sonidos de objetos y música electrónica.
El proceso buscó entender la diversidad que existe en la música producida por mujeres en América Latina, desde las músicas tradicionales, en especial las que tienen origen africano e indígena, hasta la música electrónica experimental.
La voz de sus participantes
"Zona LAMM surge en la escena musical de Belo Horizonte en el flujo de las diversas acciones culturales y políticas que las mujeres han promovido desde colectivos y diversos grupos en las calles, los escenarios y en las redes sociales. La idea fue reunir músicas, productoras, técnicas de audio, cineastas y diseñadoras en un colectivo con 100% de mujeres. Este espacio fue, por sí solo, un ambiente de creación y resistencia”, dijo Paula Kimo, coordinadora del proyecto.
“La residencia fue un encuentro de mujeres, de lenguajes, de sotaques (acentos o tonadas), de costumbres, y de caminos diversos. Cada una de nosotras llegó a la casa con sus instrumentos, con sus músicas, y con ganas de compartir aquello que traíamos como el tesoro más precioso de los caminos recorridos”, relató Naiara Armendáriz, de La Plata, Argentina.
Estos encuentros permitieron a esas mujeres conocer un poco la configuración del patriarcado que, más allá del contexto sociocultural del que proviene cada una de ellas, en la música también pre-establece qué rol es más aceptable para la mujer. Y aunque discutir sobre el feminismo no era el eje central dentro de la casa, él mismo surgió en las conexiones, en las historias de vida, y en los deseos de las artistas participantes. “Las charlas sobre feminismo, sobre las cuestiones de las mujeres, estaban presentes en nuestro cotidiano”, explicó Naiara Armendáriz.
“Es un espacio donde pueden sentirse tranquilas, no tiene que demostrarle nada a nadie”, fueron las palabras que dieron inicio a una innumerable cantidad de debates, reflexiones, intercambio de historias, anécdotas y experiencias que se dieron durante los sucesivos días de la experiencia que reunió a estas mujeres.
La historia de las participantes colombianas que hacen percusión, fue una de las más interesantes. Esta música característica del folclore del caribe se desarrolla en un ámbito donde la mayoría son hombres, y si una mujer quiere ser percusionista tiene que demostrar todo el tiempo ser una excelente música. Tiene que estudiar a escondidas, tiene que ir a practicar los toques con el tronco de un árbol, y sabe que no puede salir al mundo a ser escuchada hasta no ser buenísima en lo que hace. “Una mujer tiene que ser diez veces mejor que el hombre para poder ser valorada y ganarse un espacio”, así lo relató una de las protagonistas, que hoy siente la satisfacción de haber creado una red de tamboreras en Colombia para enseñar a todas las mujeres que quieran aprender percusión.
Los cinco tracks de “Casa” traducen lo que, para las residentes, representa ser mujer, ser música. "Zona LAMM fue un lugar de intersección, de cruces y de encuentros, donde la pregunta sobre el feminismo se hizo música. Invitadas a un espacio de creación femenina a partir de nuestros lenguajes musicales, cada una de nosotras se convirtió en espejo de las otras. La mayor parte de las veces, la música hizo lo suyo, creando puentes y lazos. Ser mujer es una construcción permanente, móvil y cambiante”, afirmó Diana Restrepo, de Bogotá, Colombia.