En el marco de la protesta de diferentes sectores sociales, Isabel, una de las tantas vecinas auto convocadas de la villa 21-24 denuncia el faltante de agua para cientos de familias en el barrio y cuenta el desprecio de Aysa, la empresa presidida por Malena Galmarini, y del Gobierno porteño con las familias trabajadoras del barrio.
Viernes 14 de agosto de 2020 13:19
Vecinas de la Villa 21-24 denuncian falta de agua y luz - YouTube
En plena cuarentena servicios esenciales como el agua son indispensables para poder mantener una higiene que evite la propagación del virus. Sin embargo, como pasa también en la villa 31, los vecinos de la villa 21-24 y la Zavaleta hace más de 100 días denuncian que están en riesgo por no contar con este servicio y ademas de sufrir decenas de cortes de luz. Por este motivo, vecinos de estos barrios realizaron este jueves un reclamo en las esquinas de Iriarte y Luna.
“Desde que empezó la pandemia estamos sin una gota de agua 200 familias. Fuimos 3 veces a UGIS (Unidad de Gestión de Intervención Social), 2 veces a Aysa y a la defensoría haciendo todos los reclamos en todos los organismos que corresponden”, nos cuenta Isabel. Por estos reclamos consiguieron una reunión con estos organismos a la que Aysa participó virtualmente solo para decirles que “ellos no entran en la villa, que depende del Gobierno de la Ciudad”. Se pasan la pelota entre Aysa que es la responsable de que llegue el agua y el Gobierno de la Ciudad que es el responsable de pagar las obras millonarias.
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“Por una obra que hicieron mal, avalada por Aysa, UGIS y algunos integrantes de la junta vecinal de la villa 21 24 dejaron a 200 familias sin agua” dice Isabel y continúa “vamos a todos los organismos correspondientes y no nos dan soluciones, lo único que nos traen de lunes a sábado es un camión de agua y el domingo no entran y nos quedamos sin agua”.
El desprecio del Gobierno de la Ciudad y la empresa presidida por Galmarini, la ex diputada nacional y concejal del partido de Tigre, entre otros cargos, es evidente y no termina ahí. Al finalizar la entrevista los vecinos denuncian “estos meses sin agua, solo una vez entró el camión con sachet de agua que eran tiradas como bolsa de papas en las puertas de los vecinos. Y cuando abrías el sachet era intomable por el gusto a plástico. No sabemos si se puede tomar o no”
Mientras tratan así a las familias trabajadoras más humildes de los barrios, empresas como Aysa siguen facturando millones a costa de sus elevados impuestos en la población. Desde este diario acompañamos el reclamo del centenar de familias que siguen reclamando por un derecho elemental como el agua.