Compartimos una charla que tuvo de todo: el fútbol negocio, Maradona, las selecciones argentina y uruguaya, el problema de los barras, en palabras del “barrilete cósmico” del periodismo y el relato.
Agustín Palmisciano @AgusPalmisciano - Periodista del sitio Globalonet
Viernes 25 de octubre de 2019 00:09
Periodista, relator y conocedor del entramado político que atraviesa al fútbol, Víctor Hugo analiza la problemática de la violencia, los negocios internos que manchan la pelota y la injerencia del negocio. Desde Maradona, la Selección de Argentina y la de Uruguay, a la realidad del fútbol sudamericano. “Los torneos locales se convirtieron en eliminatorias para clasificar a la Copa Libertadores de América, la frustración ya no es no haber podido ganar el campeonato local, ahora es no ganar la Libertadores o lograr clasificar”, sentencia Víctor Hugo, entre otras valiosas reflexiones.
*Fragmentos de la entrevista publicada originalmente por el autor en el sitio Globalonet.
La violencia es una constante en el fútbol argentino ¿Fracasó una vez más el proyecto de “Tribuna segura”?
La violencia siempre existió en el fútbol. Las barras bravas pasaron a ser poco menos que las comisiones directivas de muchos clubes. Empezaron a pelearse por sus intereses y se hizo negocio. Ya no es el barrabrava que iba a los estadios a defender a sus hinchas cuando jugaban de visitante, ahora se trata de alguien que tiene un interés distinto y eso hace que el tema sea casi incorregible. Es tristísimo, como relator y como espectador me gusta mucho ver a las dos tribunas, aunque sea una tribuna chica la que está acompañando a su equipo. Pero no me pondría a gritar a favor de que cambien la legislación y vuelvan a jugar con visitantes en las canchas porque no hay nada que asegure que en los próximos partidos vuelvan a aparecer los problemas.
Sin embargo las estadísticas marcan que desde que no se juega con hinchadas visitantes las muertes en los estadios han aumentado. ¿Qué rol se les asigna a las fuerzas de seguridad?
Se han matado entre ellos y las fuerzas de seguridad normalmente tienen la responsabilidad porque se conocen con los violentos. Tienen una especie de vasos comunicantes y utilidades que le prestan a la policía algunos de ellos. El control se hace muy difícil. El barra es protegido por el propio dirigente y en general también por los hinchas. Creo que es un tema en el que siempre me costó muchísimo tomar una posición drástica como me gusta hacer con otros temas.
¿Cómo evaluás al fútbol argentino desde el juego y la concentración de recursos favorables a los más poderosos?
El superprofesionalismo siempre va a llevar a eso. El Fútbol para Todos, entre otras bendiciones tenía la democratización del fútbol, ganaron torneos muchos equipos y era impensado que en tan poco tiempo diferentes equipos pudieran ganar o estar a punto de hacerlo. Esta concentración económica que se da en distintos ámbitos de la sociedad también le llega al fútbol, es un correlato, y eso determina que los equipos que tienen la mayor cantidad de gente y de dinero ahora lo sean más y llegan a ser inmensamente más ricos que los otros. Es además una consecuencia que se traslada a toda América del Sur y el panorama es parecido. Los torneos locales se convirtieron en eliminatorias para clasificar a la Copa Libertadores de América, como ocurre en Europa, la frustración ya no es no haber podido ganar el campeonato local, ahora es no ganar la Libertadores o clasificar.
Días antes del Boca – River por la fecha 5 del campeonato, el pack fútbol pasó de $540 a $580 ¿Hay relación directa entre el Superclásico y el aumento?
Por supuesto. El fútbol es una gran estafa desde que cae en manos privadas como sucedió en 1992. Hay una brutal hegemonía de Clarín, que es el verdadero dueño del fútbol. Ellos manejan sus intereses tan libremente como lo hacen en otros rubros y hacen la fijación de precios. Es decir, remarcan el precio en función del valor que va teniendo cada partido.
El fútbol argentino sufrió un cimbronazo con la llegada de Diego. ¿Cómo ves la llegada de Maradona a Gimnasia de La Plata?
Para él es magnífico porque le gusta estar en el fútbol, para la gente una emoción porque Diego siempre es una emoción, y para Gimnasia es un fortalecimiento que dura lo que los resultados determinan. Aún con Diego, si pierde 4 partidos las cosas entran en el desencanto inevitable.
¿Hubo una proscripción a Maradona en el fútbol argentino?
Proscripción no creo. Hubo una gran injusticia con él cuando dirigió la Selección y él sufrió mucho eso, el resultado con Alemania en 2010 produjo que lo sacaran de la Selección con un proceder muy feo que lo dejó justificadamente muy herido. La verdad es que miras para atrás y duele mucho eso. Pero si él dijera que fue proscripto y tiene los elementos acordaría que sí, pero no veo de afuera que eso haya sucedido.
¿Cómo ves el trabajo que se está realizando actualmente en el Seleccionado Nacional?
Scaloni se ha afianzado como uno de los técnicos potables para el Seleccionado, se ve que es un muchacho que ha aprendido mucho y se ha manejado bien. Está en manos de los resultados como todo el mundo. Algunos partidos han sido estupendos, contra Brasil en la Copa América fue maravilloso, aunque haya perdido, y contra Chile magnifico. Creo que ese partido contra Brasil lo ayudó mucho a Scaloni, por la manera de jugar del equipo, todo el mundo estuvo contento.
¿Cómo explicas el reconocimiento al esfuerzo que existe en otras disciplinas deportivas mientras el fútbol convive con la crítica constante?
Porque la exigencia del fútbol es mucho mayor por tradición y por cultura. La historia del fútbol argentino con sus dos campeonatos del mundo empuja a un desencanto cada vez que no se vuelve a ganar un Mundial. En cambio, en los demás deportes se espera mucho menos de ellos, como ahora con el básquet, si clasificaban a los Juegos Olímpicos estaba bien y nadie decía nada y terminan siendo subcampeones del mundo y jugando brillantemente entonces superaron su propia marca. El fútbol no la supera si no se es campeón. En el Mundial de Brasil Argentina fue subcampeón, y hubo reproches, insisto, fue subcampeón… uno de los dos mejores del mundo y en Brasil, que ni siquiera jugó la final.
¿Cómo analizas el presente de la Selección de Uruguay?
Uruguay es un milagro, y el fútbol es uno de esos milagros y no el único. De esos 3 millones de habitantes salen jugadores milagrosos y está entre los mejores 10 seleccionados del mundo. Me parece que se juega mucho mejor en el fútbol uruguayo de hoy, incluyendo a aquellos que ganaron el campeonato del mundo porque era un mundo mucho más reducido. Este es un mundo mucho más exigente donde todos se han desarrollado, hay 40 a 60 selecciones donde la diferencia entre unos y otros es un gol.
¿Por qué les cuesta a los clubes uruguayos obtener buenos resultados en el plano internacional?
Es muy difícil porque club por club se la tienen que rebuscar mucho más. Se la tienen que ingeniar para sostener su grandeza. Les sirve en lo local y no tanto en lo internacional. De todas maneras, no me sorprendería que aparezca un Peñarol o un Nacional, que son los más poderosos, donde vuelvan dos o tres jugadores importantes de Europa con dos o tres que aparezcan del club y puedan competir. Los grandes equipos siempre fueron conformados por 4 o 5 jugadores muy buenos y un resto que acompañe, como ha pasado en la Selección de Uruguay con cuatro o cinco jugadores y un resto que acompaña, de ahí salen los grandes equipos.
¿El Maestro Tábarez es una excepción en la dirección técnica de Sudamérica?
Es un hombre sabio que ha sabido conducirse dentro de este mundo tan conflictivo del fútbol pero que ha tenido el acompañamiento de los resultados. El Mundial de Sudáfrica fue para él un despegue, una emoción que perdura. Todo lo que vino después fue aprobable y a veces extraordinario como en Brasil, donde compartía zona de grupo con Italia e Inglaterra y pasó Uruguay. Eso es como ganar un Campeonato del Mundo para mí. No he visto un fútbol uruguayo desde Sudáfrica hasta la actualidad que sea motivante, que juegue bien y de igual a igual contra cualquiera. Antes el fútbol uruguayo tomaba mucha cautela táctica y de visitante tiraba un córner y se cantaba el himno.
Agustín Palmisciano
Periodista, Escuela de Periodisimo y Comunicación Eter. Colaborador en La Izquierda Diario. Desde 2017 lleva adelante su medio autogestivo llamado Globalonet donde realiza un abordaje del deporte desde un enfoque social, político y económico con entrevistas a personalidades destacadas del deporte, la cultura y periodistas especializados en distintas disciplinas.