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Red Internacional
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Ciudad de Buenos Aires. [Video] “Nuestros hijos no pueden esperar hasta diciembre”

"No hay que esperar hasta Diciembre. Nuestros hijos no nos van a esperar", dice Janett, mamá de la escuela donde trabajo, y empleada de un jardín barrial. "El estómago no te espera. Pagar un alquiler no te van a esperar hasta diciembre", agrega. Postales de la crisis y de a resistencia que puede emerger desde abajo.

Martes 20 de agosto de 2019 10:57

Mujeres ante la crisis: "Nuestros hijos no pueden esperar hasta diciembre" - YouTube

Las mujeres hemos protagonizado, históricamente, innumerables procesos de resistencia ante las crisis que han querido descargar los capitalistas sobre las familias del pueblo trabajador. Pero muchas veces esa historia permaneció oculta, contenida o edulcorada por los mismos que buscan garantizar la continuidad de este sistema, basado en la ganancia de unos pocos, que se garantiza a costa de la vida de millones.

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El lunes pasado, después de la elección, esa realidad volvió a sacudirse en nuestras caras. En las caras de quienes abrimos todos los días las puertas de las escuelas, y nos fundimos en el saludo con esas mismas familias que son parte de nuestra comunidad, la comunidad educativa.

Nada razonable

Ese día, mientras el gobierno y los mercados imponían una devaluación brutal, como respuesta al resultado de las PASO, Alberto Fernández salía a respaldar la decisión diciendo que el dólar a $60 es "razonable". Después, las conducciones de la centrales sindicales aportaron lo suyo: la tregua de todos estos años y llamar a esperar pacientes hasta octubre, como si la crisis que golpea a millones de familias se solucionara en las urnas, con el voto a la fórmula de Fernández-Fernández.

Mientras ellos daban gestos al FMI, a los empresarios y banqueros, en las escuelas públicas de la zona sur de la CABA escuchábamos la preocupación de las familias y de nuestros alumnos, que hace tiempo que hacen malabares para llegar a fin de mes. Testimonios durísimos, como el de Janett, mamá de 3 hijos que transitan la escuela pública, en la que yo trabajo.

A Janett la conozco hace años. Fui maestra de sus hijos. Un lazo profundo nos fue uniendo en todo este tiempo, como pasa con muchas otras mujeres y familias que son parte de de la escuela. Sus palabras, que le propuse contar en La Izquierda Diario, son las que empiezan a escucharse y a resonar por abajo. Las voces de aquellos y aquellas a los que la crisis, el ajuste y la devaluación, les precariza más aún la vida, y para los que nada de todo lo que está pasando es razonable.

Las mujeres de pie ante la crisis en curso

Los datos indican que las crisis del capital golpean muy fuertemente a las mujeres, especialmente a las trabajadoras y pobres. En las escuelas, las y los maestros vemos a diario cómo las madres de nuestros estudiantes hacen malabares para llegar a fin de mes. Muchas de ellas, al igual que muchas de nosotras -que también somos mayoría en el gremio docente-, son jefas de hogar. Hacen dos o tres jornadas para garantizar el plato de comida, pagar el alquiler, el bondi, los medicamentos. Lo mínimo e indispensable para poder vivir. O mejor dicho, para poder sobrevivir.

Mientras los sectores más reaccionarios nos acusan con el dedo por educar para decidir, para ellas y para nosotras, cuando queremos ser madres, disfrutar de la maternidad es casi imposible, porque a las jornadas fuera de casa, tenemos que sumar las del hogar, que se multiplican más y más en tiempos de crisis. Eso es también lo que denuncia en Janett.

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Y pese a que nos rompemos el lomo trabajando jornadas extenuantes y en trabajos hiper precarios, sucede que el salario cae; que los gobiernos y los políticos aliados a los mercados festejan la subida del dólar; que los empresarios despiden, o suspenden, o precarizan nuestras condiciones de empleo; que los comercios remarcan; que con las corridas cambiarías los bancos y los especuladores se la llevan en pala y que mientras tanto nuestras organizaciones sindicales, bajo las conducciones alineadas a estos sectores, se llaman al silencio.

Por eso vamos juntando bronca, y por eso también muchas empezamos a ver la necesidad de juntarnos, de multiplicar nuestra fuerza para defender nuestros derechos, para invertir las prioridades. Por eso empezamos a organizarnos junto a las aguerridas mujeres y familias que no quieren ver cómo el futuro se escurre en sacrificios orientados a sobrevivir.

Exigir medidas inmediatas ante la crisis, que quieren descargar en nuestras espaldas, y arrancar un plan de lucha nacional, para que nuestras demandas se impongan, es parte de lo que muchas empezamos a debatir como necesidad, en la escuela, en los barrios y en otros lugares de trabajo.

Para expresarlo, este jueves 22 desde las 15 hs, día en que se llevará a cabo el Consejo del salario, queremos ser muchas y muchos más gritando que nosotras no podemos esperar, que nuestras vidas valen más que sus ganancias. Desde el PTS-FITU y la agrupación de mujeres Pan y Rosas, marchamos con el sindicalismo combativo y las organizaciones sociales hacia Plaza de Mayo, en donde a las 18 hs se realizará un acto en repudio al saqueo contra el pueblo trabajador.