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Red Internacional
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Río Cuarto. Violento desalojo en Barrio San Martin de Río Cuarto

El estado de emergencia habitacional no es ajeno a la ciudad de Río Cuarto y claramente se ven muchas familias con necesidades, sin un techo para vivir, y por supuesto el Estado se encuentra ausente (de la situación de la gente). En este caso la presencia estatal fue para garantizar el desalojo de una familia de bajos recursos, reprimirlos e iniciarles una causa judicial.

Miércoles 30 de septiembre de 2020 20:26

El pasado domingo se produjo un fuerte y violento desalojo por parte de la policía de Córdoba en el Barrio San Martin de Río Cuarto a fuerza de balas de gomas, palos y amenazas con armas de fuego, lo que dejo el saldo de 4 detenidos, Martín quien construía su casilla para vivir, sus dos hermanos y un vecino que fue a reclamar por la liberación de los detenidos en la puerta de la seccional, donde casi todos los presentes fueron fuertemente reprimidos y golpeados por la policía con la violencia que los caracteriza. En la comisaria no les entregaron ninguna constancia de la detención ni porqué habían sido detenidos, sumado a que les iniciaron una causa sin conocer claramente los motivos.

El día lunes 28 de septiembre, el intendente Juan Manuel Llamosas declaró que los terrenos eran fiscales pero que la municipalidad no había ordenado hacer ningún desalojo. Sin embargo, el desalojo se llevó a cabo, usando una topadora que es propiedad de la misma.

La Izquierda Diario se acercó a hablar con Martin Gualtieri, el joven que fue violentamente desalojado por querer asentarse en un terreno fiscal.

“Yo me estaba instalando acá ese mismo día (domingo) había comprado materiales para hacer el piso del baño y una casilla y todo iba a ser provisorio hasta que alguien viniera a hablarme porque yo sé que este terreno es fiscal. Ya estábamos instalados con mi familia. Esa misma tarde paso la esposa del supuesto dueño y a los 5 minutos llegó la policía. No vinieron con un papel, ni orden ni nada. Un policía me dijo: Vamos negro que tus hermanos sigan desarmando, que firmamos un papel como que estas usurpando y después veras a su tiempo que haces. Yo me senté en el móvil y quedaron mis 2 hermanos desarmando y que teníamos que desarmar todo sino me iban a dejar preso y trasladar a la cárcel. Hasta que vino un policía de Banda Norte (barrio de la ciudad), un tal “pity” diciendo que iban desarmando muy lento, y paso con la topadora por encima rompiéndonos toda la casilla que era lo único que teníamos. Mi hermano que es discapacitado se puso en el medio y se los llevaron detenidos. En la puerta de la policía nos pegaron a todos cuando fuimos a reclamar por mis hermanos. La policía, tanto mujeres como hombres nos pegaron a todos, incluso a mi hermana que está embarazada de siete meses. Hubo mujeres desmayadas y nos golpearon a todos. Y nos quedamos ahí hasta las 3 de la mañana que los liberaron a ellos. Los vecinos todos nos apoyaron cuando vino la policía y después muchos pusieron los autos para ir a reclamar a la central para que liberen a mis hermanos. A mí como a mis hermanos nos golpearon en el calabozo, a mí en Banda Norte y a ellos en el centro.”

“Nosotros somos gente trabajadora, a mi me despidieron de una fábrica donde estaba trabajando por la temporada y con eso me pagaba un alquiler y cuando me despidieron me quede sin nada para poder pagar el alquiler, tenemos dos chicos y con mi señora decidimos “probar suerte” y nos vinimos a asentar, porque no me da lo que cobro como albañil para la comida, pañales y ropa para los chicos. Nos averiguaron de que este terreno era fiscal y después nos dijeron que desde la municipalidad les habían dado el poder a un hombre que dice ser el dueño de estos terrenos.

Ahora estamos hacinados en la casa de mi mamá donde somos nueve viviendo en un lugar muy chiquito.

“Yo tenía el permiso de los vecinos para poder asentarme acá, y quien supuestamente hizo la denuncia y dice ser el dueño de los terrenos, está usurpando terrenos en otro lugar y metió a otros familiares, y sabemos que quiso venderlos y no pudo porque no tenía papeles, pero sabemos que tiene alguien que apoya del gobierno de Llamosas. El hombre es un pastor conocido de la zona de apellido Sánchez

Yo estoy pidiendo que me den una solución, un pedazo de terreno para poder vivir un tiempo y poder comprarme un pedazo de terreno propio para levantar mi propio espacio. No les estoy pidiendo más que eso para poder ir pagándolo de a poco. Hace cuatro años que alquilaba y con la pandemia se ha caído el trabajo.
Miles de familias se están viendo en la necesidad de tomar tierras fiscales en un contexto de pandemia peor es un reflejo de la crisis habitacional en el marco de pandemia, falta de trabajo."

La situación de esta joven familia es el reflejo del enorme déficit habitacional que hay en la ciudad. Son muchas las familias que en el contexto de la pandemia han perdido sus trabajos y no pueden costear el precio de los alquileres que van en aumento. La necesidad de una casa digna es un derecho innegable, el gobierno insiste con la consigna de #QuedateEnCasa, pero no resuelven lo más mínimo esta demanda. Lejos de eso, manda a desalojar de manera violenta.

Nunca, el desalojo violento puede ser la respuesta del Estado ante el flagelo habitacional. Las familias con sus niños, niñas y adolescentes son sujetos de derecho y el Estado es quién tiene la obligación de otorgarles el acceso a una vivienda digna. En esta problemática como en muchas otras, el gobierno de Llamosas sigue completamente ausente.

El caso de Martín y su familia, no se dan de manera aislada. Sino en el marco de la fuerte crisis económica y social agudizada con la pandemia. Por estos días viene siendo noticia la toma de tierras que más de 2500 familias realizaron en Guernica, empujadas por la necesidad de una vivienda. Desde el gobierno vienen alentando un discurso estigmatizante contra esas familias y las organizaciones solidarias que las acompañan en el reclamo por vivienda, preparando el terreno para llevar adelante el desalojo.

La solución no es represión, es vivienda digna. Se vuelve urgente la creación de un plan nacional de obras públicas y de viviendas populares, para resolver el problema de vivienda, generar trabajo y reactivar la producción.