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Red Internacional
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Perú. Vocero de Pedro Castillo: "Respetaremos la propiedad privada y el pago de la deuda”

El vocero económico de Perú Libre, Pedro Francke, ha señalado que en un eventual gobierno de Pedro Castillo se mantendrá un diálogo abierto y amplio con los diversos sectores empresariales. Y en un comunicado oficial de esta agrupación señalan que van respetar todos los compromisos de pago de la deuda pública peruana.

Miércoles 9 de junio de 2021 12:08

Tras conocerse los primeros resultados que ubican a Pedro Castillo como el virtual ganador del balotaje, su actual vocero económico Pedro Francke, dijo en una entrevista radial: “Reitero lo que ya he dicho, vamos a respetar escrupulosamente la propiedad privada. Los ahorros de las personas, no se van a tocar un sol, vamos a mantener también la autonomía del BCR para asegurar que la inversión en el Perú no se dispare”. Esto pone en evidencia cuáles serán las prioridades económicas del eventual Gobierno de Pedro Castillo.

Recordemos que la elección presidencial y de congresistas ad portas del bicentenario de la independencia, se da en medio de una profunda crisis sanitaria que ya dejó 186.757 personas fallecidas por covid-19 y una crisis económica que ha llevado a que millones de personas pierdan el empleo y miles se encuentren endeudados con los bancos porque tuvieron que cubrir de esa manera los gastos de sus familiares contagiados de coronavirus, ya que en el Perú la salud se encuentra privatizada. Solo considerando el segundo trimestre del año pasado el IPE (Instituto Peruano de Economía) reportó que en ese periodo se perdieron 6 millones de empleos y la población ocupada se redujo en 39.6%.

Respecto a este tema tan álgido y que afecta a la clase trabajadora, cabe mencionar que Perú Libre y Pedro Castillo no se han pronunciado en relación a dejar sin efecto los despidos masivos ni derogar la "suspensión perfecta" [que permite suspender sin salario y no garantiza la reincorporación] de labores, que fue aprobada durante el gobierno propatronal de Martin Vizcarra y que es la causa fundamental de que miles de trabajadores hayan perdido su empleo el último año.

A contramano, Castillo y su equipo técnico, ahora encabezado por Pedro Franke, quien proviene de las filas del Nuevo Perú, han dejado clara su voluntad de diálogo y de llegar a consensos con el empresariado, el mismo que se benefició de los planes de salvataje financiero de Reactiva Perú y, en lo que va de la pandemia, no dejó de acumular ganancias intensificando la precarización laboral e impulsando despidos arbitrarios.

Para que no queden dudas, en el comunicado de Perú Libre mencionado más arriba, la formación de Pedro Castillo afirma que: “En un eventual gobierno de Perú Libre, se respetará la autonomía del Banco Central de Reserva …”, y agregan “Reiteramos que no hemos considerado en nuestro plan económico estatizaciones, expropiaciones, confiscaciones de ahorros, controles de cambios, controles de precios o prohibición de importaciones. La economía popular con mercados que preconizamos promueve el crecimiento de las empresas y negocios, en particular la agricultura y las pymes, con el fin de generar más empleos y mejores oportunidades económicas para todos los peruanos...”.

El comunicado cierra diciendo que van a “respetar todos los compromisos de la deuda pública peruana”. Es decir, ni siquiera se plantean renegociar la fraudulenta deuda pública y mucho menos dejar de pagarla.

Recordemos que la deuda pública es la principal fuente de descapitalización del estado y el principal mecanismo de dominio imperialista que impide la ampliación del gasto social con lo cual se condena a millones de pobladores de bajos recursos a vivir en condiciones deplorables y sin contar con servicios básicos como agua, saneamiento o vivienda. El Economics Consensus Forecast Latin Focus, en un estudio sobre la deuda pública en América Latina señala que la deuda externa del Perú representa el 39.9% del producto bruto interno (PBI) para el año 2021 y el próximo año 2022 representará el 38.5% del PBI ya que se deberá cubrir los intereses de la deuda contraída por Vizcarra con los organismos internacionales precisamente para cubrir los salvatajes a los grandes empresarios.