Fracasó la audiencia y habrá nueva reunión la semana que viene. Mientras tanto, crece la tensión en muchas líneas de colectivos, del interior pero también del Gran Buenos Aires.
Jueves 13 de mayo de 2021 13:34
“Se solicita a las partes mantener el diálogo y la paz social y extremar los esfuerzos a fin de aunar posiciones y lograr un consenso”, dice el acta firmada ante el Ministerio de Trabajo. Así la próxima audiencia de la paritaria de la Unión Tranviaria Automotor quedó fijada para el 17 de mayo a las 16.
La postergación pone cada vez más nerviosos a los choferes y trabajadores del transporte de corta y media distancia nucleados en la UTA. Se trata de nada menos que 70.000 trabajadores que transportan a millones todos los días. Este año solo pudo lograr, como parte de la paritaria 2020, el pago de $15.000 en tres tramos.
El clima en los colectivos y cabeceras se está caldeando. También en los accesos al gran Buenos Aires, como vimos en las últimas semanas. Choferes autoconvocados de varias líneas vienen realizando cortes y movilizaciones por un básico de 100 mil pesos, plan de vacunación, protocolos y equiparación de salarios entre distintos sectores.
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La negociación de la cúpula del gremio con las cámaras empresarias, sin embargo, sigue trabada. Según contó el periodista Luis Autalán en el diario BAE, en la frustrada audiencia “los sindicalistas manifestaron dos cuestiones sensibles: el tema subsidios al transporte público como también que la tregua fijada no tendrá chance de renovación el lunes”.
“Ratificamos expresamente que los valores salariales no son negociables. Sabemos que desde la aparición de los subsidios el Gobierno es quien asigna los fondos para hacer frente al pago de los salarios por parte de los empresarios”, dijeron en la audiencia.
Evidentemente, la paritaria sigue empantanada por un cruce de intereses que poco tiene que ver con el bolsillo y la salud de los trabajadores: de parte de la conducción de la UTA “salvar la ropa” como sea; de parte de los empresarios recibir más subsidios para continuar sus negocios; de parte del Gobierno la intención de salvar a su amigo Fernández y sus amigos empresarios, pero “apretados” con los números de la economía.
En medio de esas contradicciones, la bronca de quienes mueven gran parte del transporte urbano sigue en aumento. En los últimos días en Tucumán volvieron las marchas hacia la sede del gremio, como las que vimos el año pasado en varias provincias. Todo indica que, más allá del acuerdo al que puedan llegar el lunes 17 en Trabajo, el proceso en la UTA va a seguir su camino.
Redacción
Redacción central La Izquierda Diario