El incendio en la reserva "Corazón de la Isla", cercana a Tolhuin, comenzó el pasado miércoles 30 de noviembre y aún no logran contenerlo. Desinversión, ajuste y burocracia que cuestan bosques nativos centenarios
Lunes 12 de diciembre de 2022 00:53
Fuentes abocadas a combatir el incendio revelaron para La Izquierda Diario que la situación en la reserva es complicada debido a las inclemencias climáticas propias de la provincia como los intensos vientos y sus cambios repentinos de dirección al tratarse de una zona de montañas. A su vez, el viento dificulta la operación de los dos aviones hidrantes y dos helibaldes enviados por Nación, luego de que la provincia se negara a pedir asistencia en los primeros días con más de 1500 hectáreas perdidas.
El equivalente de hectáreas perdidas hoy en día, más de 9000, corresponden a más de tres veces la superficie de la ciudad de Ushuaia, algo que se hubiera reducido considerablemente si Paredes, director provincial de Manejo del Fuego, no hubiera demorado el pedido de intervención a Nación.
Si bien rige para toda Argentina la "emergencia ígnea nacional" por el plazo de un año desde enero de 2022, hoy son siete las provincias con focos activos y otras once con incendios controlados o contenidos. Los brigadistas nacionales abocados al combate de incendios, sin embargo, continúan siendo los mismos que hace un año. El personal de la brigada Puma del Servicio Nacional de Manejo del Fuego, con base en Las Golondrinas provincia de Chubut, ha viajado a Salta, Jujuy, Corrientes y ahora Tierra del Fuego en el lapso de un mes. 65 combatientes de esta brigada son trasladados permanentemente y de manera cada vez más frecuente.
A los 29 brigadistas del SNMF presentes en Tolhuin, se suma personal de Incendios, Comunicaciones y Emergencias (ICE) de Parques Nacionales, brigadistas de Córdoba, Bomberos de Tierra del Fuego y otras dependencias. Un enorme despliegue de personal y recursos que no alcanza a contener la creciente recurrencia de incendios que la declaración de Emergencia Ígnea debiera hacer suponer.
Lo que pareciera ser un gran "accidente" se podría evitar con más partida presupuestaria, equipamiento y personal bien pago. En cambio, el gobierno del FDT y los gobernadores de todos los signos políticos, han tomado la decisión de pagar al FMI. Querer tapar el desfinanciamiento del Plan Nacional de Manejo del Fuego y los incendios con un salvataje de cincuenta millones de dólares ante la catástrofe ígnea que atraviesa el país, es un manotazo de ahogado del ministro Juan Cabandié, como quedó demostrado con la reunión de urgencia, llevada a cabo el 2 de diciembre entre el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, el ministro de Economía, Sergio Massa, y el presidente ejecutivo del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), Sergio Díaz Granados. Cómo dato, solo el alquiler de un helicóptero hidrante a Francia por la temporada de verano costó € 16 millones más gastos de combustible.
En dicha reunión se sostuvo la importancia de este desembolso para inversión en equipamiento para el combate de los focos ígneos, la mitigación de los incendios, la prevención, el fortalecimiento de los recursos de las provincias para el ataque del fuego y la disminución de gases de efecto invernadero, que no se tuvo en cuenta a la hora de votar el presupuesto 2023.
Mientras nuestros bosques y Montes nativos continúan ardiendo, la voracidad depredatoria de las multinacionales del saqueo se profundiza a pura política de obtener dólares para pagar la deuda por parte del gobierno del FDT. El ajuste, lo pagan los combatientes de incendios sin recursos ante la creciente amenaza de calentamiento global, y los pueblos con la perdida de biodiversidad y bosques.