La actríz, junto con algunas organizaciones, impulsa la Carta de Derechos para Trabajadoras del Hogar, mientras que la Suprema Corte de Justicia de la Nación ordenó dar seguridad social a las trabajadoras pero hasta el momento ni el gobierno de AMLO ni el IMSS han aclarado como se incorporarán.
Domingo 3 de febrero de 2019
“Pido para ellas (las trabajadoras domésticas) el respeto que se merecen, que se les reconozca dignamente su trabajo, porque es un trabajo muy importante,
esto declaró Yalitza Aparicio nominada al premio Óscar como mejor actriz interpretando a Cleo una trabajadora del hogar de origen mixteco que labora para una familia de clase media en la Ciudad de México.
En entrevista para un diario nacional la actriz protagonista de la película Roma de Alfonso Cuarón expresó su sentir sobre el tema del trabajo en el hogar y quienes lo realizan. El momento no podría ser mejor, recientemente la Suprema Corte de Justicia de la Nación ordenó incorporar a las trabajadoras del hogar a la seguridad social, lo que significaría casi dos millones de trabajadoras ingresando al IMSS (Instituto Mexicano del Seguro Social).
Sobre el impacto que ha tenido Roma en la discusión sobre los derechos laborales en México, Yalitza Aparicio afirmó
“espero que se den cuenta de muchas necesidades que faltan, hay derechos que las trabajadores del hogar se merecen como cualquier otro trabajador; jornadas laborales adecuadas, un salario adecuado y que ojalá se trabaje con eso, que realmente la película sirva tanto para empleadores como las personas encargadas de aprobar leyes, y se den cuenta que es necesario darle estos derechos a las trabajadoras.”
Y es que el reconocimiento del gobierno mexicano del Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) debería garantizar los derechos laborales de este sector de trabajadoras tan olvidados, pero hasta el momento el gobierno de Andrés Manuel López Obrador no ha mostrado claramente cómo será este proceso.
Apenas ayer anunció el IMSS que se apoyará en instituciones internacionales como la Organización Internacional del Trabajo y la Conferencia Internacional de Seguridad Social; así como el Banco de Previsión Social de Uruguay y la Caja Costarricense de Seguridad Social, pero aún el panorama es incierto.
Aparicio declaró:
“Pido para ellas (las trabajadoras del hogar) el respeto que se merecen, que se les reconozca dignamente su trabajo, porque es un trabajo muy importante dentro de los hogares.”
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El filme también tiene influencia en la búsqueda por los derechos de las trabajadoras del hogar también al otro lado del río Bravo:
“Nosotros, los inmigrantes mexicanos en Estados Unidos, somos sujetos de discriminación igual que nuestras hermanas indígenas en México. A nosotros nos discriminan por el trabajo, por ser inmigrantes, por ser mujeres, por ser de color”
esto declaró a un diario extranjero Rosa Sanluis, dirigente del movimiento de trabajadoras domésticas de Valle Grande, Texas.
Sanluis fue una de las invitadas de Cuarón al estreno de Roma en el Festival Internacional de Cine de Venecia. También afirmó,
“Creo que esta película va a servir para que la gente nos valore hoy y vea que merecemos los mismos derechos que el resto de los trabajadores.”
El impulso fílmico ha sido aprovechado para llevarlo al terreno político por la Alianza Nacional de Trabajadoras del Hogar (NDWA por sus siglas en inglés) y Participant Media, productora de la cinta para impulsar en Washington la Carta de Derechos para Trabajadoras del Hogar.
Dentro de los pedimentos de la carta se destaca el pago de horas extras y que se puedan sindicalizar, entre otros. Al respecto Ai-jen Poo, directora de la NDWA, pide que la ley sea aprobada aprovechando la coyuntura electoral del 2020 y agregó, “… nosotros necesitamos que se respeten nuestros derechos”.
En México se han dado procesos de lucha por los derechos de las trabajadoras del hogar. Se han dado desde los años 20 del siglo pasado en algunos estados del norte, ahora el Sindicato Nacional de Trabajadoras del Hogar (Sinacttraho) es el único de su tipo en el país.
Es importante crear una lucha en ambos lados de la frontera de las trabajadoras por los derechos laborales y las violencias machistas. Pero también es importante hablar del trabajo del hogar no remunerado que recae en los hombros de las mujeres.