Si Televisa tenía todas las intenciones de que Wendy fuera el chiste de la transfobia, lo interesante es que ella en su interacción con lxs demás participantes de La Casa de Los Famosos, logró darle un giro a esa narrativa y se instaló algo distinto.
Leah Muñoz @leahdanmunoz
Lunes 14 de agosto de 2023
La verdad es que comencé a ver La Casa De Los Famosos México por Wendy, que para quienes no sepan, es una chica trans. Y muy seguramente a estas alturas la chica trans más visible de México y Latinoamérica (ya que el programa lo ven en varios países de Latam).
Inicialmente, y antes de que me atrapara la propia dinámica entre Wendy y Nicola, decidí ponerle atención al programa porque me llamaba mucho la atención que una mujer trans participara de un programa de la televisión mexicana, y más una chica como Wendy a quien sigo en redes desde hace tiempo.
Mi primera reacción fue de preocupación porque me parecía que se venía la peor representación en televisión para las mujeres trans de México, me temía que Televisa derrochara transfobia a diestra y siniestra y Wendy simplemente secundara y fuera su títere en eso. Me temía que a Wendy le pasaran encima como a mujeres trans históricas de la TV como Francis (que nunca se nombró mujer trans por la transfobia social) o La Veneno (que todo de su vida era representado como drama, tragedia y morbo), y que en cuestión de meses se instalara un discurso transfóbico contra el cual el activismo hemos estado batallando en los últimos años.
Y si bien creo que Televisa sí tenía todas las intenciones de que Wendy fuera el chiste de la transfobia lo interesante es que ella en su interacción con lxs demás participantes creo que logró darle un giro a esa narrativa y se instaló algo distinto, al grado que Televisa tuvo que ceder a ese giro. No lo sé, ya ustedes especulen.
Lo primero que me llamó la atención fue la fascinación y apoyo que Wendy tenía en redes sociales. En vez de hate, que también había, yo veía mucho amor y celebración por ella. Era lo que más resaltaba. Claro que genera sorpresa que una mujer trans que sale en televisión sea tan celebrada (incluso más que las mujeres cis participantes) ya que las mujeres trans no suelen recibir tanto foco en TV para evocar empatía y agrado, sino para ser el chiste o recibir la mirada morbosa.
Pero lo interesante de Wendy en LCDLFM es que su personaje no puede ser clasificado como el de la mujer trans víctima aplanada por la tragedia, la violencia y la burla. Su personaje es complejo porque si bien sí hubo burlas y comentarios transfóbicos hacia ella, sobre todo en un inicio y hasta el final, al mismo tiempo creo que pasaron muchas más cosas, muchas nuevas para la televisión, que movilizan una narrativa un poquito diferente sobre las mujeres trans y el cuerpo trans.
Yo quedé sorprendida y fascinada de ver una Wendy que hablaba sin tapujos de su corporalidad trans y afirmaba con mucha dignidad su genitalidad ante quienes querían burlarse de ella o hacerla menos por ser trans. Igualmente me llamaba la atención la manera en que el cuerpo de Wendy desataba algo (curiosidad, morbo) en los demás participantes que de pronto se expresaba en forma de bromas, comentarios o reacciones, pero que al mismo tiempo lo iba normalizando.
El tema del cuerpo de la mujer trans y de lo que sexualmente posibilita un cuerpo así siempre estuvo flotando visual y discursivsmente. Wendy nunca trajo un discurso del cuerpo equivocado ni de rechazo a su genitalidad, como algunas mujeres trans que también han salido en TV pero en calidad de invitadas a programas médicos con secciones de sexología. Ella sin la tutela de sexólogxs habló de prácticas s*xual*s anal*s, habló que practicó el trabajo s*exual, y siempre dijo muy agusto "esta es la única carnicería donde servimos pechuga y longaniza".
También me impresionó la manera en que su lugar como mujer fue asumido y normalizado por el resto de los participantes, incluso a pesar de las burlas iniciales de algunxs y de que Wendy les diera la opción de tratarla en masculino si tanto rollo les daba aceptarla como mujer, de tal manera que lo que predominó y se impuso fue su percepción y validación como mujer; al grado que quienes medio en broma-medio en serio la malgenerizaban (en su mayoría los hombres) llegaron a admitir que de la convivencia con ella se habían dado cuenta que en efecto ella era una mujer, y no la veían de otra manera.
Igualmente me llamó mucho la atención la intimidad que ella desarrolló con distintos personajes, en particular con Nicola. Creo que de hecho por esa relación que se formó entre ellxs fue que todo mundo estuvimos enganchados y a la expectativa. Wendy y Nicola, o Wencola (como les pusieron en redes), se volvieron la pareja más interesante de la casa (incluso por sobre una pareja cis que también intentó figurar sin tanto éxito) porque llamaba la atención que en un reality un chico cis estuviera interesado en una chica trans, desarrollando mucha intimidad, cercanía e interacción corporal.
La verdad no creo que importe si lo que vimos fue verdadero por parte de Nicola para ganar rating o si fue actuado (aunque yo creo por la manera en que se comportan los chicos cishetero curiosos con las morras trans que sí había cierto interés y curiosidad), lo que está super interesante es el efecto que esa posible relación desataba en tanta audiencia en redes.
La gente estuvimos enganchadxs, viviendo y fantaseando por dos meses con esa relación entre una chica trans y un chico cis. Sí, sin duda era más lo que la gente quisimos imaginarnos y proyectar; sí, también fue lo que todo mundo queremos para Wendy; y sí también es lo que mucha banda trans proyectábamos porque es lo que queremos para nosotrxs. Pero lo llamativo es que esa posible relación era deseada y celebrada ampliamente en redes, incluso más que la relación entre la pareja cis.
¿Cuándo la sociedad ha deseado, se ha emocionado y ha aplaudido tanto la relación de un chico cis y una chica trans? Creo que pasó hasta ahora.
Sé que inicialmente la participación de Wendy generó mucha sospecha y rechazo entre la población trans por el tipo de representación que promovería y porque es una mujer trans que viene del barrio, que terminó hasta la secundaria, que ha hecho su fama de ser cómica en redes sociales y que no se dedica al activismo. De hecho esto último en su momento generó mucha polémica porque mucha gente trans se ha quejado de que Wendy "no le pone un alto a la transfobia", no tiene un discurso más políticamente correcto sobre lo trans, y su discurso no parece estar en la misma dirección del transfeminismo y activismo bien formado.
Entiendo los temores pero también vi mucho clasismo, transnormatividad, buenas conciencias y una demanda desmedida en domesticar y volver activista a toda persona trans simplemente por serlo y por tener reflectores.
No creo que Wendy nos deba activismo, y qué bueno que no estuvo de activista, no lo necesitó y no lo necesitaba para un reality show, su personalidad y carisma fueron suficientes para dar una representación bastante digna de las mujeres trans.
Su cuerpo constamente hizo política de otra manera, mostrándose como una mujer trans compleja y con agencia, que no fue reducida a la tragedia, la burla y la violencia, aunque todo esto también haya formado parte de lo que se vio; al final del día creo todo mundo la vimos como una persona que es humana con sus virtudes, defectos y su propia voz.
Y dirán lo que quieran pero Wendy también mostró mucho de la cultura trans en TV que otras mujeres trans que aspiran a la respetabilidad no muestran por considerarlo "vulgar"; por muy polémico que sea ella no se detuvo en mostrar el argot que usamos, términos como "mayate" o "jota", también habló de las cirugías y biopolímeros que también forman parte de lo que somos, habló de cómo es "montarse", o incluso ese juego entre morras trans donde joteamos entre banda LGBT+ o aceptamos malgenerizarnos de broma nosotras pero SOLO NOSOTRANS.
No creo que sea la revolución en la representación y visibilidad trans, y tampoco esperaba ver eso (por favor dejémos de buscar la revolución donde no tiene que pasar y mucho menos vendrá de Televisa), pero sí creo que lo que se movió fue histórico para la pantalla chica mexicana.
Pero si esto fue así no fue por Televisa, que solo pusieron a Wendy ahí para monetizar el morbo y la transfobia, sino por la propia Wendy. Quizá haya quienes hubieran querido ver una utopía de lo trans pero es un reality show y eso solo alcanza para poner en TV, que fue de hecho lo que pasó, un poco-un mucho de cierta cotidianidad de las mujeres trans y de lo que somos en este momento de la historia, ni más ni menos: hubo momentos de transfobia pero también de empatía, reconocimiento y afirmación. Bien por Wendy...