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Red Internacional
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PBA. Zona Sur GBA: el 24E quedó demostrado que las fuerzas están ¡ahora vamos por más!

Jóvenes, artistas, jubilados, trabajadoras y trabajadores se movilizaron este miércoles, con gran protagonismo de las asambleas autoconvocadas que llegaron desde toda zona sur. En cada localidad se debate cómo seguir la lucha contra el DNU y la Ley Ómnibus de Milei.

Viernes 26 de enero 21:19

Fotos: Enfoque Rojo

Fotos: Enfoque Rojo

El clima que se respiraba el miércoles 24 en la estación Constitución de la línea Roca era efervescente. Cuando los cronistas de este diario dialogaban con personas dentro y fuera de la estación por la mañana, se notaba en cada entrevistado la bronca ante los atropellos del gobierno, pero también la expectativa sobre cómo sería esa jornada de resistencia a los ataques. Entre los muchos y muchas que llegaban desde los andenes para ser parte de la movilización había entusiasmo y decisión de seguirla, ya que el dictamen mileísta pasó a debate en el Congreso. El ánimo distaba mucho de la resignación.

Un polo independiente

En esa cabecera de la línea Roca, por donde pasan cada día miles de bonaerenses, confluyeron asambleas autoconvocadas de distintas localidades de zona sur del Gran Buenos Aires y La Plata. La nutrida delegación de Lanús se unió allí con las de Lomas de Zamora, Esteban Echeverría, Claypole, Glew, Burzaco, Longchamps y Villa Elisa, autoconvocadxs de las universidades de Avellaneda (Undav), Arturo Jauretche (Unaj) y Lomas de Zamora (UNLZ), estudiantes y vecinos autoconvocados de Quilmes, estudiantes del ISFD 50 de Berazategui, además de quienes llegaron desde Varela, Ezeiza y Guernica. También pasó por Constitución la asamblea del Frente Único Cultural del Conurbano Sur, para luego reunirse con Unidxs por la Cultura.

La nutrida columna partió desde Constitución alrededor del mediodía, atravesando la 9 de Julio hasta cerca de la emblemática Avenida de Mayo al ritmo de cantos como “Unidad de los trabajadores/ y al que no le gusta ¡se jode! ¡se jode!”, “Paro paro paro/ paro general”, “Es del pueblo/ la calle es del pueblo” y otros muy expresivos sobre qué podía hacer el Gobierno con el protocolo (de Bullrich); se les sumaron enseguida las asambleas de La Boca y Barracas. Camino al Congreso la columna, de varios centenares ya, confluyó con las asambleas de zona oeste y luego con el grueso de la movilización. Allí estaba la asamblea de Cañuelas, con integrantes del Centro Cultural Conejo y la agrupación Los Desplazados entre quienes se movilizaron.

La clase obrera dijo presente

Decenas de columnas de sindicatos y del movimiento obrero vieron pasar a los asambleístas a su lado; entre ellos también había miembros de las asambleas junto a sus compañeros de trabajo, como los laburantes del aeropuerto de Ezeiza de la tercerizada GPS y de Aerolíneas Argentinas, muchos de ellos integrantes de la agrupación combativa El Despegue. El paro se hizo notar en el aeropuerto más importante del país,al igual que en el aeroparque porteño. También estaban allí los ferroviarios del Roca junto a sus compañeros de las otras líneas, destacándose quienes integran la Naranja Ferroviaria con sus banderas, integrantes del Movimiento de Agrupaciones Clasistas al igual que El Despegue y la Naranja Petrolera, que también estuvo presente. El sector metalúrgico de la zona sur hizo sentir su fuerza, con distintas generaciones de trabajadores orgullosos de estar unidos en las calles. Se veía a grupos de trabajadores de distintos lugares en la movilización identificados con sus uniformes, aunque las direcciones de sus sindicatos no estuvieran presentes ni hubieran convocado.

Trabajadores de distintos sectores y la Asamblea Permanente de Guernica
Trabajadores de distintos sectores y la Asamblea Permanente de Guernica

Entre las y los docentes y auxiliares llegados de todo el AMBA estaban los de Lomas de Zamora, Varela, Lanús, Quilmes y otras localidades, que se sumaron a la columna de La Marrón y a la del PTS, que se desplegaba a dos cuadras del Congreso reuniendo a militantes y simpatizantes. Otro sector destacado fue el de la salud, con varios centenares de trabajadores agremiados en Cicop presentes, entre ellos los llegados desde Florencio Varela.

Artistas, trabajadorxs de cultura y estudiantes en pie de lucha

“¡Un solo paro no va a alcanzar! ¡Necesitamos plan de lucha nacional! Ole oléeee olé oláa” cantaban artistas y trabajadores de la cultura que se movilizaban en la columna de Unidxs x la Cultura, un espacio que viene siendo muy activo desde que se anunciaron ataques al sector. Entre otros, de zona sur estuvieron allí la Agrupación de artistas independientes de Avellaneda y jóvenes artistas de Piñeyro. aportando color y música a una jornada cargada de entusiasmo.

Unidxs x la Cultura
Unidxs x la Cultura

La juventud animó agitadas columnas, con estudiantes de las universidades nacionales de Lanús, Lomas de Zamora, Quilmes, Avellaneda, la Jauretche de Varela y terciarios como los del ISFD 50 de Berazategui y los del 35 de Monte Grande.

Las asambleas de zona sur siguen de pie: próximos pasos

En momentos en que se está cerrando esta nota, continúa un intenso debate en los barrios: antes del paro varias asambleas de zona sur como las de Quilmes, Varela, Lanús, Esteban Echeverría y Lomas de Zamora habían definido quedar en estado de alerta y movilizarse el día que se quisiera votar la Ley Ómnibus; ante la probabilidad que eso ocurra el martes 30, la organización de los próximos pasos a seguir adquiere mayor urgencia. A esto se suma la necesidad de exigir a las grandes centrales sindicales como la CGT y las CTA un nuevo paro nacional activo para que ningún trabajador que quiera parar se vea impedido de hacerlo.

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Las asambleas autoconvocadas son un factor clave en la coyuntura actual; allí de vota de manera democrática cómo dar pelea ante los ataques perpetrados por el gobierno de Javier Milei, que ni bien asumió mostró su plan de cambiar estructuralmente el país de forma muy desfavorable para las grandes mayorías, atacando conquistas que se consiguieron en base a la lucha de las generaciones que nos precedieron, y en muchos casos de quienes continúan organizados y organizadas activamente hoy para decirle que este ataque al pueblo ¡no pasará!.

Junto con la fuerza de la clase obrera capaz de paralizar el país y de una juventud que sabe que no le debe nada a nadie y que merece mucho más que lo que le vienen dando los sucesivos gobiernos expertos en precarizar, la potencia para luchar por una vida que merezca ser vivida tiene un piso, pero no un techo.