4º Asamblea en CABA. 28S: ganar la calle por un movimiento de mujeres independiente de los de arriba

Luego de la cuarta asamblea abierta en la que participan distintas organizaciones feministas, LGTBIQ+ y activismos, algunas referenciadas en el actual gobierno de UxP, las del Frente de Izquierda y otras organizaciones, los debates continúan. En el movimiento de mujeres y diversidad sexual, estamos llamadas a pensar cómo enfrentar el avance de los sectores ultra conservadores como el que representa Javier Milei, quien viene apuntando con provocaciones contra nuestros derechos conquistados apoyándose en la crisis económica, social y política que atraviesa el país por las consecuencias del ajuste de Massa y más en general por el desprestigio a las dos principales coaliciones que gobernaron los últimos ocho años, el Frente de Todos y Juntos por el Cambio.

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Uno de los debates centrales que sobrevoló el intercambio dado en la asamblea, tiene que ver con la necesaria unidad en las calles para poner en agenda nuestros reclamos. ¿Unidad con qué banderas y sectores sociales? De las agrupaciones que responden al gobierno nacional, están las que cómo La Cámpora, y otras funcionarias, proponen que el movimiento tan diverso como el feminista, juegue en el terreno electoral para acompañar la candidatura de Sergio Massa. Otros sectores como Patria Grande, dan cuenta de la frágil situación económica y social, tienen que reconocer que hay ajuste y es bajo el gobierno peronista pero se oponen a denunciarlo y justifican que todo podría ser peor y entonces nuevamente hay que terminar en Sergio Tomás... De conjunto, el oficialismo plantea la necesidad de movilizar el 28S por una agenda por la defensa de los derechos reproductivos, por la “redistribución de la riqueza” y denunciar a Macri por la herencia de la deuda. De lo que no se habla es que su gobierno hizo honor al sometimiento del FMI y cuando Juntos gobernaba, todos los votos en el Congreso se los dieron los peronistas que responden a Massa y los gobernadores.

Hay que enfrentar a la derecha que avanza, para eso entonces vale preguntarse ¿cómo llegamos hasta acá? A confesión de partes, el Ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Sergio Berni y también Juan Grabois contaron en distintas entrevistas periodísticas, que las listas de Milei en todo el país fueron armadas y cuidados sus votos gracias al candidato-ministro Massa. Hasta fue el propio Milei quien no pudo desmentir este ¿acuerdo?. Fue el gobierno del Frente de Todos que asumió la deuda ilegítima e ilegal con el FMI que tomó Macri y que cuesta caro para la clase trabajadora, en especial para las mujeres que somos la mayoría dentro de la mayoría. El operativo libertario de intentar instalar que nuestros reclamos son una “agenda de minorías” se apoya en las consecuencias del ajuste implementadas por el gobierno nacional. Como viene planteando Myriam Bregman en el Congreso y en las calles, el acuerdo con el Fondo es inflacionario, fuimos los primeros en decirlo, las mujeres no podemos esperar más ni quedarnos en nuestras casas, mientras se recortan los presupuestos destinados a salud, a educación, cuando la comida no llega a los comedores sostenidos por las mujeres de los barrios más humildes. No son números fríos, son los sueldos, las ayudas sociales y las jubilaciones que con suerte llegan al día 15 de cada mes. Pero no todas y todos pierden, en los últimos 8 años se transfirieron de la clase trabajadora a la clase empresarial 100.000 millones de dólares, 70% de ello bajo el gobierno de Alberto Fernandez.

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Como movimiento, tenemos el desafío de frenar a la derecha desde hoy, y eso implica cuestionar y enfrentar el ajuste en curso.

Pelear por un movimiento independiente de los partidos tradicionales, del Estado, los empresarios y la Iglesia. Hay derechos que defender y hay derechos que no existen para una inmensa mayoría que llena de desilusión y bronca y donde no entra la idea de que se puede perder algo más si no tienen nada. Al profundo individualismo y al programa económico que pregona el hombre con peluca no lo podremos enfrentar con slogans de campaña electoral sobre promesas incumplidas. Es necesario recuperar la organización, hacer materialidad esa poderosa conclusión que sacamos con el triunfo de la aprobación del derecho al aborto legal, seguro y gratuito: colectivamente y en las calles, es nuestro lugar y donde damos la pelea y podemos ganarla. En esa experiencia, fue fundamental la unión entre las pibas de la marea verde que revolucionó los colegios, familias, tomó las calles, y las miles de trabajadoras que en todo el país salieron y se movilizaron, que debatieron en sus lugares de trabajo y en los barrios, retomando esta fuerza podremos superar la complicidad con el ajuste de las conducciones burocraticas de las centrales sindicales y estudiantiles y desatar la movilización, parar todo por lo que nos corresponde.

Hoy las mujeres también marchamos junto a las organizaciones sindicales, sociales y politicas, que venimos insistiendo en estas asambleas que a la derecha y el ajuste de Massa, se lo enfrenta.

El 28 de septiembre estaremos movilizadas lo haremos desde Plaza de Mayo al Congreso en defensa del derecho al aborto, por la ESI y la separación de las iglesias del Estado, contra las derechas y el ajuste del gobierno, porque las mujeres no nos callamos.

Tenemos un reto: que se convierta en la primera parada de apostar con todas nuestras fuerzas, y ese es el compromiso de Pan y Rosas, a que el movimiento de mujeres aporte a poner de pie la fuerza social que puede hacer frente a esta situación, la clase trabajadora. Mayormente feminizada, mayormente atacada, pero también la más aguerrida cuando hay que luchar.

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