×
×
Red Internacional
lid bot

PRIMER ANÁLISIS. Las elecciones vascas y gallegas no desbloquean nada

PP reforzado. PSOE en estado crítico. Ciudadanos queda ausente. PNV no desbloqueará. Podemos vuelve a quedarse lejos de sus expectativas. EH-BILDU recupera el terreno perdido. BNG aguanta.

Santiago Lupe

Santiago Lupe @SantiagoLupeBCN

Domingo 25 de septiembre de 2016 18:05

Foto: EFE

Los resultados de los comicios vascos y gallegos confirman la reconfiguración del sistema de partidos en ambas nacionalidades, tal y como apuntaban los resultados de las dos recientes elecciones generales. Unos cambios que tienen a las filiales del PSOE, el PSE y PSdG, como principales paganos, y que no afecta a la derecha del arco parlamentario. Tanto el PP como el PNV mejoran sus resultados respecto a las autonómicas del 2012. Sin embargo, lo más “interesante” de estos resultados está por escribirse en las próximas semanas.

El PP sale reforzado, y su delfín Feijóo también.

La revalidación de la mayoría absoluta de Feijóo en Galicia es sin duda la noticia más destacada en Génova. En lo inmediato, todo un balón de oxígeno para el PP en su pugna por forzar una investidura de Rajoy o, de fracasar ésta, poder culpar al PSOE y a la “intransigencia” de Sánchez el tener que ir a unas terceras elecciones. Los resultados vascos carecen de importancia en esta ecuación para los populares. Mantienen el tipo con un diputado menos, pero como Catalunya, se trata de uno de los territorios donde ya han asumido el rol de marginalidad en la escena política.

La receta con la que Rajoy querrá utilizar esta nueva victoria electoral está cantada. Pero como contrapunto hay que señalar que quien ha cosechado la victoria es Feijóo y no él. Por un lado Rajoy sale reforzado, pero el dirigente gallego también, lo cual lo posiciona bien dentro del partido y le hace ganar puntos como posible candidato en caso de que el desbloqueo institucional siguiera adelante y se abriera camino la vía de “otro candidato”, que en pinza con los “felipistas” y “susanistas” del PSOE, se llevaran por delante a Rajoy y a Pedro Sánchez en un mismo golpe.

Por otro lado, su principal competidor por derecha, Ciudadanos, cada vez se dibuja más como un experimento efímero. El partido aupado por el IBEX35 y grandes grupos de comunicación, como El País, pincha en ambos territorios, quedando fuera de ambas cámaras autonómicas. Si bien no son los lugares donde cosechó buenos resultados el 20D y el 26J, la tendencia es a la casi desaparición, pasando en Galicia del 8,6% al 3,36 y en el País Vasco del 3,5% al 2%.

El PSOE al borde de la guerra civil.

En esta ocasión Pedro Sánchez no va a poder vender un pésimo resultado como una victoria personal, tal y como hizo el 26J cuando el peor resultado histórico del PSOE fue presentado como un éxito por evitar el sorpaso de Unidos Podemos. En ambas comunidades los socialistas quedan en la parte baja de las horquillas que le daban las encuestas. En el País Vasco empeoran el ya históricamente mal resultado de 2012, pasando de 16 a 9, los mismos que el marginal PP. En Galicia ceden la segunda posición a las Mareas, que les supera en votos y en diputados, con 14 frente a 13.

En medio de la ofensiva de los “barones” y los sectores ligados a Susana Díaz y Felipe González para conseguir un cambio de rumbo respecto a la investidura de Rajoy, las posiciones de Sánchez empeoran mucho de cara al Comité Federal del próximo sábado. Gana peso la posibilidad de un golpe contra Sánchez, que facilite la abstención en las Cortes y lo aboque a abandonar el cargo de Secretario General. Si éste fuerza la realización del Congreso para que la batalla se dirima en todo el partido está también por verse.

Sin embargo, tanto las maniobras arriesgadas de Sánchez para salvarse, como que los ruidos de sable se conviertan en golpe tienen en la gran caída electoral de este 25S una posible contratendencia. Los resultados son un varapalo para el Secretario General y para el PSOE, una de las dos grandes patas del Régimen del 78, y someterlo a una aguda crisis interna puede ser la puntilla para que por sus propios “méritos” logre avanzar en su “pasokización”.

La victoria del PNV ¿Abre camino al desbloqueo?

El PNV vuelve a ser la fuerza más votada en el País Vasco, con dos diputados más que en 2012. Una victoria que garantiza que Iñigo Urkullo será elegido Lehendakari, de mínimo en segunda vuelta, y que sumados a los 9 diputados socialistas -su socio histórico y con quien ya gobierna numerosos municipios y diputaciones- lograría un suelo firme de estabilidad parlamentaria.

Esto podría facilitar el apoyo de los nacionalistas vascos a un candidato socialista a la Moncloa. Sin embargo, a Pedro Sánchez aún le quedarían por sumar los de ERC y el PDC -además de los de Unidos Podemos-. Una hipótesis poco plausible en el marco de que el nacionalismo catalán no se encuentra en las mismas coordenadas que los conservadores vascos, que han renunciado de facto al ejercicio del derecho a decidir. Por lo tanto, estos resultados facilitan el gobierno en Vitoria, pero no son suficientes para desbloquear el gobierno en Madrid.

Podemos queda lejos de sus expectativas, otra vez.

En ambos territorios Podemos aspiraba a emerger como la formación hegemónica del lado izquierdo del tablero. Esto suponía llevar adelante un doble “sorpaso”, a las formaciones socialistas y a las de la izquierda nacionalista vasca y gallega.

En Galicia las Mareas han obtenido 14 escaños frente a los 6 del BNG. Sin embargo este “sorpaso” no constituye ninguna novedad, ya que AGE -integrada junto a Podemos en la coalición- obtuvo 9 diputados en 2012 frente a los 7 del BNG. Lo cierto es que la apuesta por captar la mayor parte del electorado de la formación nacionalista, que algunas encuestas dejaban fuera del Parlamento, ha quedado muy lejos y el BNG conserva sus posiciones casi intactas. Los 5 diputados en que mejora su resultado las Mareas, respecto a los de AGE, se han nutrido del leve descenso de 1 del BNG y de los 4 que pierde el PsdG. Éste no logra evitar el “sorpaso” en votos y en diputados al cierre de este artículo se debatía entre el empate o quedar uno por debajo.

En el País Vasco Podemos emerge con fuerza, con 11 diputados, pero lejos de su objetivo de adelantar a EH-Bildu y colocarse como segunda fuerza. La izquierda abertzale empeora el resultado respecto a 2012, 17 diputados frente a 21, pero supone una remontada en porcentaje de votos importante respecto a los últimos comicios de junio, pasando del 13,3% al 21,27%. Lo que queda claro es que Podemos pierde fuelle en una de las comunidades donde había obtenido el primer puesto en junio, pasando del 29,05% al 14,84%, es decir la mitad. Otegui ha querido recordárselo en su comparecencia a Pablo Iglesias, al remarcar que el “asalto a los cielos” en Euskadi pasa por la izquierda abertzale.

Unos resultados que globalmente tienen un sabor “agridulce”, sobre todo en el País Vasco, y que como tendencia no son muy auspiciosos para una tercera convocatoria electoral. Los meses de acercamiento a los socialistas y los llamamientos a gobernar juntos, en los que esta misma noche insistía Pablo Echenique en su comparecencia, parecen haber tenido un efecto “abandono” muy hondo en una de las plazas fuertes de la formación morada.

En conclusión, en los siguientes días y semanas se podrán medir mejor las consecuencias de las elecciones autonómicas de mayor repercusión estatal de la historia. Parece que por sí mismas no desbloquean nada, pero al interior de los principales partidos y sus hojas de ruta para salir del atasco pueden tener importantes efectos. Es así en el PSOE, también en el PP y por supuesto en lo “nuevo”, en un Ciudadanos que ve como le fagocita su “hermano mayor” y en un Podemos que sigue perdiendo fuelle a la par que acelera su adaptación al régimen.


Santiago Lupe

Nació en Zaragoza, Estado español, en 1983. Es director de la edición española de Izquierda Diario. Historiador especializado en la guerra civil española, el franquismo y la Transición. Actualmente reside en Barcelona y milita en la Corriente Revolucionaria de Trabajadores y Trabajadoras (CRT) del Estado Español.

X