Crimen de Estado. 1 de agosto: Justicia por Santiago Maldonado

En aquel agosto un enorme operativo con más de 100 gendarmes ingresó a la Lof Cushamen, desplegándose con una brutal represión a cada paso sobre esta recuperación de territorios ancestrales del pueblo Mapuche usurpados por los Benetton, en lo que fue una verdadera cacería con tiros, corridas, detenciones. No olvidamos que fue bajo el Gobierno nacional de Mauricio Macri y su Ministra Patricia Bullrich, mientras que en la provincia estaba Mario Das Neves y ya como vicegobernador, Mariano Arcioni.

Durante 78 días nada se supo de Santiago Maldonado, pero todo sabíamos que su desaparición fue a raíz del brutal operativo. "Yo estoy en mi casa, ¿Dónde está Santiago?", "Aparición con vida de Santiago" comenzamos a expresar en marchas y por doquier. Lxs docentes que queríamos enseñar en las escuelas lo sucedido en nuestra provincia, tuvimos que afrontar la resistencia de directivos, supervisores y el mismo Gobierno por lo que nos organizamos para fundamentar porque era importante hablar de Santiago y de la Lof Cushamen. No pudieron callarnos.

Siguieron las operaciones mediáticas y las falsas noticias, iniciaba una vez más en la historia del país una campaña de encubrimiento de los hechos en defensa de las fuerzas represivas. "No voy a tirar un gendarme por la ventana", decia Bullrich. 78 días luego de su desaparición Santiago apareció en el Río Chubut y sin dudas la Gendarmería nacional, el Ministerio de Seguridad y los Gobiernos nacional y provincial sabían que pasó y sostuvieron un pacto de silencio.

Santiago Maldonado: cuatro años de impunidad de Gendarmería, Bullrich y compañía

Pero hablar de Santiago, no es hablar del pasado. Hablar de Santiago es hacerlo también de Rafael Nahuel, joven mapuche de la recuperación Lof Winkul Mapu (Rio Negro) asesinado por la espalda por la Prefectura. Violencia represiva que no es privativa del Gobierno de Cambiemos durante 2015-2019. En plena pandemia, el Gobierno nacional del Frente de Todos con Fernández-Fernández a la cabeza, los que venían a poner en primer lugar a los jubilados y a llenar la heladera recuperando todo lo perdido con Macri, no hicieron más que reforzar a las fuerzas represivas. Y en Chubut respaldaron a Arcioni y a Massoni para el ajuste, el pago de la deuda y la represión.

Un Massoni que reprimió a docentes, activistas ambientales, a pueblos originarios y a quien decida luchar. Es el odio instintivo de clase al servicio de Benetton, la PAE, las mineras.

Cientos fueron los casos de impunidad policial: la muerte de Luis Espinoza en Tucumán y la desaparición seguida de muerte de Facundo Castro, caso en el que muchos volvimos a ver a Santiago reflejado, pero esta vez no ya en el espejo de Cambiemos, sino en el del Frente de Todos. Pero también vimos ingresar botas, camionetas y armas esta vez no a Lof Cushamen sino a Guernica para desalojar familias que pelean por vivienda digna. Mismo Estado, mismas fuerzas represivas, mismos encubrimientos. No hay grieta.

La muerte de Santiago Maldonado, un crimen de Estado

Y a cuatro años de la brutalidad que respiró la Lof Cushamen y que nos arrebató a Santiago, tenemos más muestras de que los partidos patronales defienden a las fuerzas represivas: Massoni impulsando su campaña montando operativos policiales en la Comarca Andina en donde las familias perdieron todo por los incendios de marzo y a algunos kilómetros de lof Cushamen y lo más grave, la ejecución del poblador Tino John en su domicilio, por quién exigimos justicia ante un Massoni que reivindica a Bullrich y su doctrina Chocobar pero también al Berni de Fernández.

Justicia por Santiago Maldonado.
Rafael Nahuel, Luis Espinoza, Facu Castro.
Por Tino John.
Por todos los casos de violencia estatal y policial: juicio y castigo a los responsables.
Antes Macri Bullrich, ahora Fernández, Arcioni y Massoni.