Este #21F, tanto cívicos de diferentes regiones del país y el Comité Nacional de Defensa de la Democracia (Conade), como el gobierno y la Coordinadora Nacional por el Cambio (Conalcam), han convocado a movilizaciones en todo el país, unos en “defensa de la democracia”, y otros en defensa de la re-postulación de Evo Morales para las elecciones del 2019.
Martes 20 de febrero de 2018
Este miércoles 21 de febrero (#21F) será un nuevo escenario para que, tanto la oposición patronal como el gobierno, midan nuevamente fuerzas en un momento donde la derecha se ha fortalecido con la abrogación del Código del Sistema Penal. Sin embargo, los trabajadores y trabajadoras nada van a ganar con esta pelea, ya que ninguna de las dos opciones pelea por los intereses de la clase trabajadora, si no, por el contrario, por quién será el próximo administrador del Estado burgués y ponerse al servicio de los grandes capitales, que no son otra cosa que una lacra que genera grandes riquezas para una minoría a costa de la explotación y opresión de millones de trabajadores.
Después de que el domingo 21 de enero la oposición patronal dirigiera las movilizaciones que “amenazaban la hegemonía del MAS”, obligando de ésta manera a Evo Morales a abrogar el Código del Sistema Penal, los cívicos de diferentes regiones del país (gobernación, empresarios privados, la alcaldía, la iglesia católica, y sectores afines a la oposición) han convocado a un paro cívico conmemorando además el segundo año de transcurrido el referéndum del 21F (en el que ganó el no a la reelección por un 51,3%) y en rechazo al fallo del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) que dio vía libre a la repostulación de las actuales autoridades, entre ellas a Evo Morales para un cuarto mandato.
Con la aprobación de la reelección indefinida de Evo Morales por parte del TCP, se da una orientación fuertemente presidencialista que representa y manifiesta un giro a la derecha, no sólo del gobierno, sino también del régimen y del conjunto de la situación política nacional. En este sentido el gobierno confirmó que el 21F se proclamará a Evo Morales como candidato a la presidencia para el periodo 2020-2025, para lo cual se realizarán multitudinarias concentraciones en todas las ciudades capitales del país para conmemorar el “día de la mentira” en rechazo al referéndum del 2016.
Dos alternativas opuestas a los intereses de la clase trabajadora
El MAS (Movimiento al Socialismo), garante del orden burgués semicolonial, con una mayor integración a las clases dominantes y apoyándose en sectores de la burguesía regional vinculada a los negocios estatales pero con retórica popular, y que ha impulsado el surgimiento de nuevos ricos y de una nueva y cada vez más fuerte burguesía mestiza, ha confirmado que nunca fue opción de cambio para los trabajadores, trabajadoras, indígenas y la población en general.
Atrás quedó el discurso “socialista” y de protección de la madre tierra, basta mirar retrospectivamente a estos más de diez años de gobierno para darse cuenta que su discurso está marcado de mucha demagogia: aplastó todo intento democrático de los pueblos indígenas del TIPNIS para hacer respetar su territorio frente al avasallamiento de los intereses capitalistas; dejó sin fuentes de trabajo a cientos de trabajadores y trabajadoras frente al evitable cierre de la Empresa Pública Nacional Textil (Enatex); se sirvió del poder del Estado para ejercer una brutal represión policial a las personas con discapacidad y a los jubilados cuando exigían al gobierno una renta más digna; atentó contra los derechos civiles de las personas de la comunidad LGBTI con la reaccionaria sentencia 0076/2017 del Tribunal Constitucional Plurinacional que vulnera sus derechos humanos fundamentales; con mucho orgullo (en palabras de Evo Morales) favoreció a que el capital financiero triplicara su ganancias, y, con el aval del Banco Mundial estableció “nueva relación económica” con su “socio y no patrón” el imperialismo y las transnacionales, que en palabras de Evo Morales “ya no chantajea ni condiciona”, sino que “apoya nuestras políticas y programas”.
Estas son algunas de la miserias del gobierno del MAS, que se mantuvo y se mantiene sobre la base de un régimen crecientemente autoritario y represivo, y que apoyado por un aparato militar y policial, con métodos democráticos, y a la cabeza de su “salvador” Evo Morales como único árbitro entre las clases que permite la construcción del nuevo régimen de dominio burgués, administra la propiedad privada y garantiza la continuidad y la seguridad jurídica de las propiedades de los terratenientes y latifundistas, así como los negocios de la burguesía y las trasnacionales.
Por su lado, la oposición política patronal no es nada mejor ni está lejos de esta podredumbre, basta con mirar al pasado para evidenciar la expresión de la barbarie capitalista en manos de Sánchez de Lozada cuando relocalizó a miles de mineros y los expuso a la mayor de las miserias, y ver los hilos de continuidad de esta política neoliberal en los derechos violentados de los trabajadores y trabajadoras de "La Paz Limpia" con más de 100 despidos por el alcalde de la oposición patronal, Luis Revilla (Sol.Bo). Lo que está claro es que la vieja derecha, con una política neoliberal y con la necesidad de una mayor participación en los asuntos que le conciernen a toda la burguesía como clase, viene usando una serie de espacios políticos y mediáticos para ganar terreno en un escenario político pre electoral, como fue en la abrogación del Código del Sistema Penal.
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Construir una alternativa obrera independiente y revolucionaria
Desde la LOR-CI seguimos luchando para que surja un verdadero Partido Revolucionario de los Trabajadores como lo hicimos en marzo del 2013 y que fue saboteado por los masistas de entonces: Guido Mitma, Trujillo, Pérez y otros burócratas traidores, lacayos del gobierno. Por lo mismo, necesitamos poner en marcha un Partido Revolucionario de los Trabajadores que se vaya forjando en los combates políticos y de la lucha de clases, e impulsar la construcción de una genuina alternativa socialista y revolucionaria para evitar que nuevamente seamos arrastrados a la trampa de tener que elegir entre el MAS o la vieja derecha.
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Sin embargo, la posibilidad de que los trabajadores cuenten con un genuino Partido Revolucionario de los Trabajadores, solamente será posible enfrentando a todas las alas de la burocracia sindical y recuperando las organizaciones sindicales al servicio de las y los trabajadores. Únicamente sobre la base de la independencia de clase y de una verdadera democracia obrera en las fábricas y en los lugares de trabajo, los trabajadores estarán en condiciones de enfrentar a la patronal, defender el salario y empezar a construir un proyecto político que esté al servicio de las luchas obreras, campesinas e indígenas, de las mujeres y la juventud y que peleé por la ampliación de las libertades democráticas amenazadas y que se enfrente a la vieja derecha pro imperialista y al gobierno cada vez más represivo y patronal de Evo Morales.
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