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Red Internacional
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27 de octubre. Día mundial del Patrimonio Audiovisual

La fecha conmemora el día en que, en 1980 la UNESCO aprobó “la recomendación para salvaguardar y preservar las imágenes en movimiento”. Hoy, es una forma de insistir en la importancia de la conservación, preservación y el acceso a las nuevas generaciones del patrimonio audiovisual de cada país, y de concientizar sobre el tema. También es una oportunidad para ver cómo se encuentra hoy en día, en Argentina, la situación del patrimonio audiovisual.

Jueves 27 de octubre de 2022 19:30

Fotograma de Muñequitas Porteñas, primer film sonoro argentino en 1931

Fotograma de Muñequitas Porteñas, primer film sonoro argentino en 1931

“[Federico] Valle, prácticamente arruinado, trató de vender sus valiosos archivos de filmes a algún museo, pero al no hallar ningún adquirente, tuvo que cederlos a una fábrica de peines, que utilizó el celuloide para la elaboración de sus productos… En forma semejante han desaparecido muchos filmes. Muchos sueños y sacrificios han terminado así, con la dramática versatilidad del cine, transformados en hebillas y peinetas, irrecuperables, como un manuscrito entregado a las llamas”, escribe José Agustin Mathieu en su Breve historia del cine argentino de 1966.

La historia del cine argentino es una historia inestable, fragmentada, marcada por la falta de políticas de apoyo de los gobiernos, por la censura, pero también por una gran creatividad y una búsqueda constante de nuevas formas de filmar y comunicar. Sin embargo, la falta de políticas de guarda y preservación, como la creación de una Cinemateca que proteja las películas de los peligros del paso del tiempo, nos encuentra hoy con un patrimonio en estado crítico. Entre los incendios, la censura y el abandono, la mayoría de los films del cine mudo se han perdido, asimismo muchas películas de la época sonora. Gracias a historiadores, preservadores, trabajadores del cine y de la televisión que han dedicado sus vidas a recuperar estos archivos de los sótanos, de los estudios abandonados, de las casas de familiares, del extranjero, es que se han podido juntar fragmento por fragmento, fotograma a fotograma, para ir reconstruyendo el archivo fílmico argentino. Hoy también aprovechamos para homenajear a ellas y ellos.

Para dejar solo un ejemplo, veamos la imagen de portada. Muñequitas porteñas, la primera película sonora de 1931. La paradoja de este film es que el sonido se ha perdido, por lo que la primera película sonora de nuestro país es muda. Para poder proyectarla, los trabajadores del Museo del Cine Pablo Ducrós Hicken han inventado una forma creativa de problematizar el tema: a partir de las imágenes y algunos fragmentos de diarios y revistas de la época que contaban brevemente de qué se trataba la película, reinventaron los diálogos y la música con artistas contemporáneos.

A continuación, dejamos algunas recomendaciones para indagar acerca del tema:

Nitrato Argentino, una historia del cine de los primeros tiempos

Fragmentos de film de ficción argentino sin identificar, Nitrato Argentino
Fragmentos de film de ficción argentino sin identificar, Nitrato Argentino

Otro proyecto del Museo del Cine "Pablo Ducrós Hicken": Nitrato Argentino es un proyecto de preservación integral de la colección de películas en soporte nitrato. El rescate y restauración de estos materiales fue continuado por una página web y un libro, además de exhibiciones en distintos lugares, como forma dar acceso a los materiales que han podido ser rescatados.

“...en el caso del cine mudo argentino”, dicen los autores del proyecto, “es asimismo reducido a un imaginario de gauchos, malevos y celebraciones patrias. En el archivo fílmico del Museo del Cine “Pablo C. Ducrós Hicken” sobrevive una enorme cantidad de documentos que dan cuenta de una heterogeneidad visual y narrativa bien diferente.”

Algunas investigaciones contemporáneas sobre el cine mudo argentino nos dieron otro descubrimiento: en los primeros tiempos del cine muchas de las películas fueron hechas por mujeres. De esto se trata la investigación de Lucio Mafud: Entre preceptos y derechos: Directoras y guionistas en el cine mudo argentino (1915-1933) editado por el Festival de Mar del Plata en 2021.

Clara Zappettini, Enrique Liporace y Carlos Piaggio en un rodaje en la Escuela de Cine de La Plata
Clara Zappettini, Enrique Liporace y Carlos Piaggio en un rodaje en la Escuela de Cine de La Plata

MAP: Movimiento Audiovisual Platense

A partir de un hallazgo en el subsuelo del edificio hace algunos años, graduados y docentes de la Facultad de Artes de la UNLP se dedicaron a recuperar las películas realizadas por estudiantes de la Escuela de Cine de La Plata. Inaugurada en 1956, fue la primera escuela de cine de Latinoamérica y tuvo como docentes a reconocidos directores de cine como Rodolfo Kuhn, José Martínez Suárez, Simón Feldman, Antonio Ripoll, David José Kohon, René Mugica, entre otros. Fue cerrada al comienzo de la dictadura militar de 1976.

Muchos de los estudiantes estaban comprometidos con la situación política del país; esto se refleja en los cortometrajes, en los cuales se abordan temáticas sociales, con personajes marginales que sufren y luchan contra la violencia del sistema. En uno de ellos, podemos ver a un joven Raymundo Gleyzer haciendo de extra para un cortometraje de sus compañeros.

Los cortometrajes están disponibles aquí.

Afiche callejero sobre la proyección de la película "Informes y testimonios” (CeDInCI)
Afiche callejero sobre la proyección de la película "Informes y testimonios” (CeDInCI)

Asimismo, de los graduados de la Escuela de Cine, surgió la película “Informes y testimonios: la tortura política en Argentina 1966-1972”. Un film militante, realizado en forma clandestina, que denuncia las torturas de la dictadura. En palabras de Fernando Martín Peña, “un film extraordinario que por su tema y contexto puede considerarse el Nunca Más del Onganiato.”

Está disponible aquí.

Filmoteca, programa de la Televisión Pública

No podemos cerrar sin dejar de recomendar el programa Filmoteca, conducido por Fernando Martín Peña y Roger Koza, donde se pueden encontrar muchos de estos materiales y más. Se puede ver los sábados y domingos a las 00hs en la Televisión Pública.

Asimismo, se recomienda –cada vez que haya una oportunidad–, no dejar de ir a una proyección de películas en fílmico. La sensación que nos produce escuchar el traqueteo del proyector y ver la imagen proyectada es difícil de describir, por lo que recurrimos a las palabras del cineasta Jonas Mekas: “con cada nuevo zumbido del proyector / con cada nuevo zumbido de nuestras cámaras / nuestros corazones se alzan hacia adelante, mis amigos”.

Salida de la fábrica de cigarrillos “La sin bombo”, Autor desconocido.
Salida de la fábrica de cigarrillos “La sin bombo”, Autor desconocido.

Dejamos esta breve lista a modo de pantallazo, sabemos que hay muchos materiales más que se podrían incluir. Si tenés una recomendación, te invitamos a compartirla. Con suerte, es una lista que se irá expandiendo año a año a medida que nuevos rescates nos sigan sorprendiendo e invitando a descubrir nuevas imágenes del mundo.

Por otro lado, muchos de los rescates aquí presentados dan cuenta de que los problemas de preservación en nuestro país no se dieron solamente por falta de interés, sino que también se puede decir que hubo intentos de borrar la historia fílmica de nuestro país, que también era la historia de luchas, de resistencias, de rebeldía. Hoy volvemos a escuchar que se remarca el valor de la memoria –paradójicamente, también gracias al cine–. Insistir en la recuperación, preservación y acceso de nuestro archivo patrimonial es una forma de recuperar un hilo, una soga de la cual agarrarnos cuando nos parece que estamos por caer al precipicio.

El cine seguirá existiendo

Luego de varios meses de lucha de toda la comunidad cultural, finalmente hoy se aprobó el proyecto de ley que prorroga las asignaciones específicas previstas para instituciones culturales.

Cultura. Por la lucha y la calle: el Senado deberá tratar hoy la ley que frena el apagón cultural

Que se haya aprobado el mismo día del Día del Patrimonio Audiovisual nos brinda una buena oportunidad para repensar no solo qué producimos, sino también qué pasa con nuestras películas una vez hechas.