Cuarenta horas era lo que demandaban nuestro bisabuelos y bisabuelas, cuando la productividad y la técnica comparada con la actual parece a estas alturas casi feudal, y ahora los empresarios quieren darnos su venia sobre las 40 hrs, pero que advierten que este apoyo al proyecto del gobierno, no será sin algo a cambio.
Miércoles 24 de agosto de 2022
imagen: Presidente Boric saludando a Juan Sutil. Prensa presidencia
Ayer el gobierno presentó en La Moneda indicaciones realizadas al proyecto de ley que Modifica el Código del Trabajo para reducir la jornada laboral a 40 horas (originalmente presentado por la entonces diputada Camila Vallejo del PC). Y que contó con la presencia de los máximos lideres del empresariado, entre ellos Juan Sutil, presidente de la CPC (ver imagen de portada), Diego Hernández de la Sociedad Nacional de Minería, representante de los empresarios mineros, y ambos jefes de las comisiones de trabajo del Senado y de la Cámara de Diputados, respectivamente, el diputado DC Alberto Undurraga, y el senador de Evopoli, el derechista Luciano Cruz-Coke.
Desde ya, que habría que preguntarse a qué se debe tanta “generosidad”, el Diario Financiero, un reconocido medio especializado de la patronal, incluso hablo del “beneplácito” [1] de los empresarios al proyecto.
Y no es casualidad, el proyecto de reducción de la jornada laboral, incluye todas las propuestas del empresariado, partiendo porque el proyecto va a tener la gradualidad que exigieron de 5 años, que el gobierno confirmo en 44 el primer año, 42 el tercer año y a 40 el quinto año.
Las indicaciones también contemplan indicaciones para jornadas de trabajo excepcionales como las trabajadoras de casa particular "puertas adentro" a quienes no se les cambiará la jornada y seguirán teniendo una de las jornadas más largas (la ley actual contempla 12 horas diarias de descanso de las cuales 9 deben ser ininterrumpidas). Solo se incorpora la posibilidad de dar dos días libres adicionales dentro del mes.
En el caso de las y los trabajadores de plataformas digitales cuya jornada es medida por mes (180 horas actuales) se rebajará la jornada a 160 horas. Lo mismo ocurrirá para las y los trabajadores del transporte.
Además, se incorpora una regla especial para "jornadas excepcionales autorizadas por la Dirección del Trabajo" para sectores con particularidades como la minería. Uno de los pedidos más importantes del gran empresariado.
Y también está la exigencia de flexibilidad y adaptabilidad, palabras que cuando sale de la boca de los empresarios, es un arma cargada que esconde siempre precariedad laboral, peores trabajos, con menos estabilidad, con menos derechos, menos beneficios. “La idea es que este proyecto tenga adaptabilidad y sea gradual y como entro recién esto nos va a permitir ir citando a los actores involucrados para sacar un proyecto bien hecho y que no atente contra el empleo” dijo el Senador de Evopoli, Luciano Cruz-Coke, tras la ceremonia.
Juan Sutil de hecho el 9 de agosto, cuando fue al Ministerio del Trabajo con 3 centrales sindicales chicas que utilizo para su discurso de gradualidad y flexibilidad, invitó a “hacer memoria de que hubo una propuesta en un momento dado de 41 horas, que es una propuesta que nace del mundo de los empresarios. Por lo tanto, estamos bastante cerca de lo que en su minuto se hizo como contrapropuesta”. Y donde también apuntó: “Están dadas las condiciones para poder avanzar con la adaptabilidad que corresponde, cierto grado de flexibilidad y con la gradualidad en su implementación correctamente aplicada”.
Entonces a donde nos estamos dirigiendo con estas 40 horas, las cuales por supuesto celebramos, siempre es una conquista que te quiten menos horas de vida de tu trabajo. Pero estos acuerdos por arriba con el empresariado, ávido de mayor explotación son una espada de doble filo.
Pero ya con toda la gradualidad y flexibilidad que le ofrece el gobierno, claramente buscan ir por más, así lo señalo a la salida del acto el mismo Sutil: “echamos de menos mayor adaptabilidad, como la opción de poder pactar bolsas de horas con todo tipo de trabajadores. Como está ahora redactada la indicación, no daría la libertad de pactar a los trabajadores no sindicalizados”.
Ricardo Mewes, presidente de la Cámara Nacional de Comercio (CNC), también dijo lo mismo: “establecer para determinados sectores, bolsa de horas” y analizar de manera separada las “distintas zonas del país, ya que en el sector turismo los horarios son distintos”.
¿Bolsas de Horas? ¿No es lo mismo que los bancos de hora de Piñera? Esos nuevos inventos de los ingenieros de la explotación laboral, entonces que camino se esta recorriendo con este proyecto, que dice que apunta a la calidad de vida.
Y las Cámaras empresariales ya buscan nuevas excusas para reducir lo menos posible, escudándose en que cada rubro tiene sus propias características, excusas que son mentiras para ocultar el trasfondo de sus intereses.
30 horas y trabajo para todas y todos
El avance de la productividad y la técnica, están a años luz de los niveles de cuando las primeras generaciones de la clase trabajadora exigían lo mismo que hoy, 8 horas por cinco días de trabajo, es que el empresariado nunca quiere perder, y dice que somos poco productivos, no es así, es que se quieren quedar con todo, por eso podemos ir por más, por la reducción a 6 horas por día, 5 días a la semana y 30 horas semanales, repartiendo el trabajo con quienes trabajan y quienes están cesantes, para trabajar todas y todos y terminar con el desempleo. Todo con un salario mínimo de $650.000 que vaya ajustándose con la inflación, sin trabajo inestable ni precario, al contrario de los intereses que hoy buscan adaptar a las 40 hrs, los grandes empresarios, los ahora nuevos amigos del gobierno.