A un año de la fallida proclamación de la República catalana y de la aplicación del 155 con elecciones impuestas desde Madrid, el pleno del Ayuntamiento de Barcelona ha votado la reprobación del Rey y de la Monarquía.
Sábado 27 de octubre de 2018
Con un texto propuesto por la CUP-Capgirem Barcelona el pleno del ayuntamiento barcelonés votó la reprobación del Rey y la abolición de la monarquía. Dicho texto contó con el apoyo de de BComú, el PDECat, ERC y los regidores no adscritos Gerard Ardanuy (Demòcrates) i Joan Josep Puigcorbé. Al mismo tiempo que el Gobierno central anunciaba que recurrirá ante el Tribunal Constitucional la reprobación acordada por el Parlament catalán la semana pasada.
En dicho texto se insta a "rechazar y condenar el posicionamiento del rey Felipe VI, su intervención en el conflicto catalán y su justificación de la violencia ejercida por los cuerpos policiales el 1 de octubre" y se aboga por "la abolición de una institución caduca y antidemocrática como la monarquía". Otro gesto más que se suma a la quita que la alcaldesa hizo del busto de Juan Carlos I en 2015 y además se plantean cambiar el nombre de la avenida de Borbón de la ciudad condal.
Además, la moción votada el viernes critica los actos represivos y “las amenazas de aplicación del artículo 155”. Hay otra mención al intento que quieren hacer de ilegalizar partidos catalanes independentistas. Y, por supuesto se pide la libertad de los presos políticos que se encuentran en prisión preventiva y sin juicio aún desde hace más de un año.
A un año del 155 y la República fallida
Este 27O se cumple un año de aquella declaración que fue simbólica para los principales dirigentes del PDeCAT y Esquerra Republicana, pero que no lo fue para el pueblo catalán. Puigdemont se debatía entre convocar elecciones o tratar de hacer como que construía una república catalana. Por el otro lado, el pueblo catalán había ocupado escuelas y luchado contra las cargas policiales del 1O y protagonizado una masiva huelga tan solo dos días después.
Ahora están volviendo a la carga con más “declaraciones simbólicas” de la mano de la izquierda: BComú y la CUP. El consistorio barcelonés y el Parlament catalán votaron la reprobación del Rey y la abolición de la monarquía. Sin embargo, nada hace prever que pasen de palabras que se las lleve el viento. Vuelven a jugar con los sentimientos de los trabajadores y el pueblo.
Cuando hubo que defender la República, tanto Puigdemont como Junqueras abandonaron la posición de lucha. Dejaron la Generalitat vacía, ni proclamaron nada en el Diari Oficial de la Generalitat. Y, lo mismo harán estos “republicanos” de boquilla con estas declaraciones institucionales. Dirán antes los jueces: “sólo fue simbólico y no tiene consecuencias políticas. A un año de la República fallida no queremos referéndums fallidos.
En este aniversario, tanto Junts per Catalunya como Esquerra se negaron a hacer una movilización masiva. Lo cual demuestra que esta fecha no tiene significado alguno. La declaración institucional del President Torra tan solo dijo que “no se podía volver atrás” pero lo que hay por delante nada tiene que ver con el 1O, ni con una pretendida república catalana.
Un fantasma sobrevuela la península
Esta semana se destacó por el anuncio de referéndums que se hicieron o que se harán en el mismo sentido. Hay una oleada de referéndums anti monárquicos que se está extendiendo por la península. En barrios populares de Madrid hicieron uno el 23 de junio y harán otro el próximo 2 de diciembre. Universidades como la UAM de Madrid (¿y la Rey Juan Carlos?) y la UB y UPF de Barcelona también recorren el mismo camino.
Esta ola de referéndums ha hecho que Izquierda Unida se plantee reprobar al Felipe VI en todos los ayuntamientos donde pueda, como es el caso de Barcelona. La formación de Alberto Garzón critica la institución por “caduca y antidemocrática” y al Rey por cómo participó antes, durante y después del referéndum del 1O por la autodeterminación del Principado.
Fortalecer la movilización popular
Sin embargo, el PSOE ha demostrado una vez más ser el más firme defensor del monarca. Lo hizo González defendiendo a su amigo Juan Carlos, como ahora lo hacen sus “hijo político” Sánchez con Felipe VI. El Gobierno central llevará al TC la proposición votada por el Parlament catalán ya que la Monarquía “no es objeto de debate”. Qué raros son los republicanos del PSOE!! Si no se puede cuestionar la forma de estado, de República no querrán hablar.
El PSOE siempre se pone del lado del Rey y la monarquía cuando son cuestionados por el pueblo. Estuvieron con el PP y Ciudadanos aplicando el 155 en Catalunya, apoyan aunque no les guste tanto la ofensiva judicial contra los dirigentes políticos y no hacen nada por los presos políticos catalanes. Ahora que el Parlament catalán y el ayuntamiento barcelonés se pronuncian contra el Rey vuelve a defenderle, con el PP y con Ciudadanos. Sánchez sabe elegir a sus socios.
Es clave apoyar esta ola de referéndums por abajo, puesto que esta campaña es una forma de movilizar a los pueblos del Estado español contra el Régimen del 78. Un Régimen que se niega a que se vote la forma de Estado porque perderían. Estos referéndums serán la cabecera de playa para movilizar a los jóvenes de los institutos y universidades que son azotados por el paro y la precariedad; y serán la forma de que los trabajadores encuentren para luchar contra este podrido régimen.
De desarrollarse este proceso de referéndums por abajo en todo el Estado, será un fuerte cuestionamiento a Izquierda Unida y Podemos que tratan de ser los socios preferentes de Sánchez. Si realmente son antimonárquicos, Unidos Podemos habrá de romper más temprano que tarde con el PSOE y promover la movilización y organización de un fuerte movimiento por asambleas constituyentes en donde discutamos y resolvamos todo.