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Red Internacional
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Efemérides. A 100 años del Gol Olímpico: festival cultural y deportivo en Barracas

El 5 de octubre se realizará el evento, impulsado por el proyecto de activación patrimonial del barrio donde tuvo lugar el gol de César Onzari a la selección uruguaya, en 1924.

Viernes 4 de octubre 00:24

Cancha de Barracas donde sucedió el "gol a los olímpicos", más conocido como "Gol Olímpico", en 1924 | Archivo General de la Nación

Cancha de Barracas donde sucedió el "gol a los olímpicos", más conocido como "Gol Olímpico", en 1924 | Archivo General de la Nación

Hace 100 años, en el sur de la ciudad de Buenos Aires, se gestó uno de los hitos más importantes de la historia del fútbol mundial. El 2 de octubre de 1924, en el estadio del Club Sportivo Barracas, la selección argentina se enfrentó al Seleccionado uruguayo, reciente campeón olímpico. Ese día, Cesáreo Onzari, jugador del Club Atlético Huracán, convirtió el primer gol de córner de la historia del fútbol. Por mucho tiempo se lo llamó gol a los olímpicos, hasta decantar en su nombre final: gol olímpico.

Hoy, a un centenario de ese hecho histórico, el viejo estadio se encuentra sepultado bajo la urbanización caótica de Buenos Aires. Décadas de historias rioplatenses, inmigrantes, formando ese crisol multicultural que dio paso a un sinfín de pasiones, ahora enterradas bajo toneladas del cemento que se extendió sin planificación a lo largo de las décadas. Barracas parece haber olvidado que en las esquinas de Río Limay e Iriarte, se gestó una de las hazañas deportivas más gloriosas de aquella época.

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Pero para que haya una reactivación de ese sentido de pertenencia barrial, la historia del gol olímpico tuvo que llegar a los oídos indicados. Para dos antropólogos y fanáticos del fútbol, como Gabriel Moscovici y Pablo Valerio, sobran motivos para dejarlo impreso en la memoria del barrio para siempre.

Se cruzaron con Guadalupe Vazquez, gestora cultural y vecina del barrio que vive sobre la calle Río Limay, exactamente a la misma altura donde solía correr la línea de cal que marcaba la mitad de la cancha. En su patio se ubica uno de los cuatro corners de aquel viejo campo de juego. Ella se sumó al equipo con la idea de poder llevar a cabo el registro. Luego propusieron hacer un mural y un corto documental.

Zona del barrio donde estaba la cancha, escenario del Gol Olímpico de 1924
Zona del barrio donde estaba la cancha, escenario del Gol Olímpico de 1924 | Archivo General de la Nación

A partir de esta voluntad de registro se empezaron a sumar distintas instituciones deportivas, barriales y actores culturales que aportaron a lo largo de estos últimos meses y lograron que el proyecto fuera creciendo y derivara en el Festival Gol Olímpico. Será un evento barrial y participativo en el que se realizarán murales con distintos artistas locales, un corto documental, un festival, exposición de autos antiguos, taller arqueológico, orquestas y grupos de tango, recreacionismo de época y actividades lúdico- recreativas para infancias. A partir de estas propuestas y del nivel de efervescencia colectiva, el festival se fue transformando en una forma de encauzar las ganas de hacer algo grande.

En tiempos de crisis: de un hecho histórico a un festival barrial

La historia local puede ser aprehendida y transformada a partir de la participación activa de la comunidad. El hito de festejar el centenario del gol y el proyecto de reactivación conlleva la potencialidad de pensar y repensar las instancias socio comunitarias de participación colectiva. Generar lazos de reciprocidad y unión en un contexto de fragmentación cultural, individualismo y represión de una voz común.

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Gabriel y Pablo entendieron que era hora de trascender su rol como educadores y capitalizar la fortaleza territorial construida con diferentes actores del barrio para generar un espacio de encuentro comunitario en torno a un hecho simbólicamente potente. En el gol olímpico se concentra la fuerza de su tarea diaria poniendo en valor las historias del arrabal en subjetividades que son sistemáticamente afectadas por la precarización laboral, cultural, educativa y sanitaria. Además, van palpando una fuente de alegría común, un operador de sentidos renovados en un contexto de crisis y masiva desmotivación. Tal vez en el fondo esto del gol de goles canturrea la excusa perfecta para poder salir a las calles a expresar que nuestra historia local no está derrumbada y aplastada, sino que estamos acá porque lo sepamos o no, ella nos sostiene. Dicen que ese día cantó Gardel, que fue Alvear al partido, que fue también la primera transmisión radial de un partido de fútbol. Se le ganó a los campeones olímpicos.

Es un pequeño brote simbólico de unidad y alegría que insiste como un yuyo colado en esta época tan signada por el ánimo del individualismo, guerra y crisis.