Hoy se cumplen 26 años del mayor desastre ambiental petrolero de Argentina, causado por Shell, que quedó impune. Ayer se conocieron despidos discriminatorios en esta misma empresa. Hay que unir las luchas.
Ramiro Thomás @heliotropos_
Miércoles 15 de enero 17:00
Foto: Fernando Massobrio
El 15 de enero de 1999 en las costas del Río de La Plata, a la altura de la localidad de Magdalena, se produjo lo que es hasta el momento el mayor derrame de petróleo en agua dulce del mundo.
Ocurrió aproximadamente a las 14.30 horas, cuando el buque Sea Paraná colisionó con el buque tanque Estrella Pampeana que transportaba petróleo propiedad de Shell CAPSA, lo que produjo el derrame de más de 5.400.000 litros de crudo.
El petróleo rápidamente llegó a las costas cubriendo, al sexto día, una superficie de 70 metros de ancho por 15 kilómetros de largo. Los medios en un acuerdo político decidieron ocultarlo. Así lo relata Elio Brailovsky en su libro La guerra contra el planeta: “Es sugestivo que cualquier periodista conozca y mencione el desastre del Exxon Valdez, ocurrido en Alaska en 1989, y muy pocos recuerdan el del Estrella Pampeana en Magdalena. Pero lo más sugestivo y lo que diferencia este desastre del de Alaska, es que en el caso de Magdalena hubo un acuerdo político para ocultar las implicancias del desastre. Quienes ocupaban los cargos de presidente de la Nación, gobernador de la Provincia de Buenos Aires y secretaria de Recursos Naturales y Ambiente Humano en ese entonces trataron un tema de gravedad inusitada como si fuera un incidente menor”.
El plan de contingencia a cargo de la empresa y organismos estatales fue totalmente ineficiente, con personal inexperto y casi nulos materiales de seguridad. “Las personas que fueron llevadas por la empresa a meterse en el petróleo sin protección alguna sufrieron diversas enfermedades a raíz de esa exposición. Casi todos tuvieron lesiones dérmicas y respiratorias severas, que continuaron varios años más tarde. También fueron frecuentes los problemas en el sistema linfático, hígado y riñones. Los más perjudicados fueron los guardavidas, que, por estar siempre en el agua debido a su trabajo, fueron destinados a las tareas de mayor exposición al petróleo”, relata Brailovsky en su libro.
Como consecuencia se generó un gran daño a una reserva de biosfera reconocida por la UNESCO, además de afectar el ecosistema costero y con ello los medios de vida de recolectores de juncos, pescadores artesanales, emprendedores turísticos y pequeños comerciantes que fueron expulsados.
Hoy, 26 años después, la empresa Shell sigue sin pagar por los daños de los que son responsables. Con esa misma impunidad para destruir el ambiente y la salud de las personas, el lunes la patronal de la empresa comenzó con despidos discriminatorios.
Hasta el momento son cuatro pero se habla de varios más. Dos de ellos, Gustavo Michel y Fernando Luna, son petroleros de hace décadas y activistas contra los despidos y por derechos laborales. Ambos fueron reincorporados en 2014 luego de ser despedidos por el entonces ministro de Energía (y exCEO de Shell) Aranguren. Hoy vuelven a la carga con despidos persecutorios.
Hoy fui despedido por segunda vez sin causa de Shell-Raizen tras 16 años de trabajo. Una empresa multinacional con enormes ganancias, denunciada en Brasil por trabajo esclavo. Este despido, como en 2014, es claramente discriminatorio por mi actividad político-sindical (sigue)
— Gustavo Michel (@Michel_gus) January 14, 2025
Shell-Raizen vuelve a la persecución. Hasta ahora somos 6 despedidos, todos referentes de la defensa de los derechos de los trabajadores. En 2014 a tres de nos despidieron sin causa, igual que ahora. Luego de una dura pelea, la Justicia demostró que eran ilegales y persecutorios
— Fer Lu (@FerLu99467893) January 15, 2025
Para que estas multinacionales no sigan impunes es necesario que unamos las luchas de los trabajadores y por el ambiente. Solamente con los trabajadores en conjunto con usuarios, profesionales y comunidades locales manejando todo el sistema energético es que podremos plantearnos una transición verdaderamente justa hacia energías más limpias.
Mañana se cumplen 26 años del mayor derrame de petróleo en agua dulce de la historia. Fue un buque de Shell, en el Río de La Plata. Hoy, un día antes del aniversario, la empresa empezó con despidos. Shell despide y contamina. Todo el apoyo y reincorporación ya dr los trabajadores
— Ramiro (@heliotropos_) January 15, 2025
Milei profundiza el extractivismo y el ataque a los trabajadores. Su gobierno es un plan al servicio de los empresarios. Para que no haya más desastres ambientales por derrames ni trabajadores en la calle hay que unir todas las luchas y resistencias.
PBA. Ataque en Shell-Raízen: despiden a trabajadores en Dock Sud
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