Basta con mirar apenas algunos años atrás para dar cuenta de la enorme tradición de lucha de obreras y obreros en el norte del AMBA a lo largo de la historia. Aquí un repaso y recopilación desde La Izquierda Diario a aquellxs protagonistas de gestas históricas que el golpe buscó apagar.
Jueves 23 de marzo de 2023 15:19
Desde 1973 miles de trabajadores pusieron en pie comisiones internas y cuerpos de delegados en sectores de la industria y servicios, que peleaban por mejores condiciones de trabajo y contra los planes de ajuste del gobierno peronista como en el Rodrigazo.
Te puede interesar: La insurgencia obrera en el corazón de la industria
Te puede interesar: La insurgencia obrera en el corazón de la industria
Con esa enorme fuerza de miles y miles de obreros en la zona norte, sur y oeste del Gran Buenos Aires, se conformaban las Coordinadoras Interfabriles que llegaron a organizar a más de 130.000 trabajadores.
Las grandes empresas no sólo aportaron recursos económicos a los militares, sino que muchas tuvieron dentro de sus instalaciones centros clandestinos de detención y dirigían el secuestro de los trabajadores, junto a la complicidad de sectores de la burocracia sindical peronista, entregando sus datos y señalando a quienes eran los que molestaban a sus planes de mayor explotación.
Te puede interesar: 24 de Marzo: uno por uno, los jefes de AEA y la responsabilidad empresaria en el genocidio
Te puede interesar: 24 de Marzo: uno por uno, los jefes de AEA y la responsabilidad empresaria en el genocidio
Lo que estaba en cuestión era la lucha contra la explotación y por cambiar la sociedad de raíz.
El orden capitalista estaba siendo cuestionado y en el mundo experiencias de ese tipo eran ejemplo para toda una generación. La clase empresaria tomó nota del peligro que el cuestionamiento de miles de trabajadores, ponía en jaque el orden establecido.
Los registros posteriores a la dictadura destacan que una amplia mayoría de desaparecidas y desaparecidos integraban la clase trabajadora, eran obreras y obreros, docentes, profesionales asalariados. Este dato es otra muestra que grafica el genocidio de clase.
Pasaron ya casi 47 años desde el día que se conmemora el inicio de la última dictadura militar en Argentina que cayó con un enorme repudio popular. Muchos de los personajes que la orquestaron siguen siendo los mismos. Con las manos manchadas de sangre obrera, los empresarios de la industria siguen haciendo negocios con el bolsillo y el estómago de millones.
En la zona norte basta con mirar apenas algunos años atrás para dar cuenta de la enorme tradición de lucha de obreras y obreros industriales a lo largo de la historia. Aquí un repaso de sectores emblemáticos, protagonistas de gestas históricas que el golpe buscó apagar.
Terrabusi (actual Mondelez planta Pacheco)
Los trabajadores de Terrabusi en los años 70´ eran parte de las Coordinadoras Interfabriles de Zona Norte, en las que también se organizaban obreros de Ford, Alba, Astarsa, Mestrina y tantas otras. Habían sido protagonistas de las marchas de junio y julio de 1975 contra el Plan Rodrigo, la primera huelga general contra un gobierno peronista de Isabel Perón, López Rega y las patotas de la Triple A. Habían marchado con sus compañeros de Ford, Alba, Stani, Matarazzo, Astarsa y Mestrina, Fanacoa, Wobron, encabezando a 10 mil obreros de la zona. La mayoría de ellos vivían en San Miguel, Pacheco, Grand Bourg, Pilar, Benavidez, Tigre y otros barrios de la zona.
Susana Ossola y Juan Esteban Ferreyra fueron secuestrados y desaparecidos entre abril y mayo de 1976 y Carlos Becker cuando la dictadura iba a cumplir un año.
Los tres tenían menos de 30 años, siendo muy jóvenes luchaban junto a miles de obreros de la zona norte contra los planes de explotación de la empresa y el gobierno, pero también lo hacían para cambiar la sociedad de raíz.
24M y Terrabusi: el homenaje es seguir la lucha de nuestros desaparecidos
FATE y sus desaparecidos
En la fábrica del neumático, una de las empresas del grupo Madanes Quintanilla fueron desaparecidos 11 trabajadores : María Rosa Mora González, de 31 años, quien trabajaba en Fate Electrónica y fue detenida –desaparecida el 19de abril de 1976; Gustavo Adolfo Norberto Becker Martínez, de 23 años, trabajaba en Fate SAICI y fue detenido- desaparecido el 27de marzo de 1976; Oscar Alejandro Lagrotta Alzien, de 31 años, trabajador de Fate Electrónica, detenido- desaparecido el 26 de abril del año 76 a quienes se suman Eduardo Oscar Seghezz, Hector Talbot Wright, Bernardo Tolchinsky, María del Carmen Nuñez de Lizaso, Héctor Abrales, Silvia de Pareja, Enrique Turano y Carlos Rafaelli.
El genocidio de clase fue preparado para "aniquilar" a los sectores más conscientes de la clase trabajadora, impedir cualquier intento de organización obrera para imponer nuevas condiciones de explotación. Las muertes y accidentes en las fábricas, el trabajo en negro, la flexibilización laboral, la tercerización, sueldos de miseria, todo es una herencia de la dictadura.
Carlos "Charly" Oroño: "Vamos a las calles para que la historia no sea cubierta por otra página"
Techint -SIDERCA
La actual planta de Tenaris-Siderca, en aquel tiempo se encontraba bajo la jurisdicción del ejército en el Área 400: 80 trabajadores y trabajadoras resultaron víctimas de crímenes de lesa humanidad, 39 están desaparecidas, 7 fueron asesinadas, 34 son sobrevivientes. Ese plan tuvo una de sus noches más fatales el 22 de septiembre de 1976, conocida como “la noche de los tubos”.
Tanto esta patronal, Techint el gigante de acero de Paolo Rocca, como otros empresarios (como el recientemente fallecido Blaquier del ingenio Ledesma) fueron impulsores del golpe de Estado orquestado desde EEUU. Lo hicieron con la complicidad de los partidos tradicionales como el PJ y la UCR, con el guiño y participación de las burocracias sindicales, así como las cúpulas de la Iglesia. La clase capitalista se propuso destruir todo cuestionamiento a sus ganancias y al orden existente.
Techint: complicidad y represión en la dictadura militar
Astilleros Astarsa
En los astilleros Astarsa, un grupo de jóvenes trabajadores avanzó del terreno sindical al político, adquiriendo conciencia de clase y también la decisión de apostar por cambiarlo todo desde la raíz, enfrentando a la burocracia sindical, a los patrones entregadores de obreros y los genocidas de la última dictadura.
Su experiencia de lucha, a pesar de la brutal represión, sigue representando hoy un enorme ejemplo de organización y resistencia para las nuevas generaciones obreras, que día a día ven como se agravan las condiciones laborales y dan la pelea frente a los despidos y suspensiones desde pequeños talleres, o grandes multinacionales del cordón industrial más importante de la Zona Norte. Entre Astarsa y Mestrina hay 30 obreros navieros desaparecidos.
Carlos Morelli, exdelegado de Astarsa: “Es necesario que este 24 estemos en las calles”
FORD
Ford participó del genocidio en Argentina, aportando económicamente al régimen militar y hasta montando un centro clandestino dentro de sus instalaciones. Además, expresó públicamente su apoyo a los dictadores.
La lucha de sobrevivientes, familiares de víctimas y organismos de derechos humanos dio muestras sobradas de que la pata civil de la dictadura estuvo formada por grandes empresarios como los de la Ford y otras automotrices, los de las industrias de los cordones de la zona norte del Gran Buenos Aires.
Un dato que ilustra los favores de la Ford al genocidio: del sector “reparación final” solían salir muchas unidades Falcon sin identificación ni patente. Eran para los militares. Se había preparado el quincho para transformarlo en el centro clandestino de detención y torturas que Ford tenía dentro de sus instalaciones.
También el gremio Smata fue uno de los impunes aliados de los genocidas. José Rodríguez y los dirigentes del sindicato automotriz quienes proporcionaron listas con nombres de los delegados a los militares.
Genocidio de clase. “Las peores torturas durante la dictadura las sufrimos en el quincho de la Ford”
La dictadura en los gremios de Salud
La Izquierda Diario mantuvo un diálogo con la profesional de la salud, la médica psiquiatra María Ester Albarello, integrante de la Seccional San Isidro de la CICOP y Marta Márquez, trabajadora social, perteneciente al CAPS San Fernando (Centro de Atención Primaria) y ex presidenta del gremio de la salud. Nos contaron que significó para ellas vivir los años de terrorismo de estado y sobre el destino de otras compañeras de la salud que aún continúan desaparecidas.
Militar en salud durante la dictadura: “Honrar la memoria de nuestros compañeros hoy es nuestra tarea y compromiso"
Ex Editorial Atlántida: medios y dictadura
La industria gráfica también fue otro de los sectores empresarios aliados del Plan Cóndor, mostrando el fuerte entramado entre medios y dictadura, encabezando operativos de prensa planificado con los genocidas, como lo muestra el caso testigo de Alejandrina Barry (secuestrada por militares) mostrando a la niña (con fotos especialmente producidas para ello) como una víctima de sus propios padres “terroristas”.
En la planta de Garín de la ex Editorial Atlántida, hoy la actual fábrica recuperada Madygraf, así como en la sede Azopardo de la editorial fueron desaparecidos los obreros gráficos Sebastián Ryan y "Lole" Fernández, y los periodistas, editores Ernesto Luis Fossati, Marcelo Ariel Gelman, Mario Waldino Herrera, Heraldo Juan Marucco, Héctor Germán Oesterheld, y Enrique Walker.
Editorial Atlántida: emblema de complicidad entre medios y dictadura
Ferroviarios
La Operación "Caída de los Ferroviarios" fue un operativo de represión ilegal llevado a cabo por la última dictadura entre agosto y septiembre de 1977. Se calcula que un grupo de 21 trabajadores de las líneas Mitre y Belgrano, junto a sus parejas y familiares, fueron secuestrados por las fuerzas militares.
Desde hace años se vienen llevando a cabo juicios a los responsables de estos crímenes de lesa humanidad, y todavía miles de genocidas, militares y civiles siguen libres e impunes. Los años pasan, también los gobiernos y todos ellos se niegan a cumplir la exigencia de los organismos de DDHH y organizaciones políticas independientes del gobierno que seguimos peleando por la apertura de los archivos clasificados de la dictadura para saber qué les pasó y dónde están, ¡118 compañeros ferroviarios desaparecidos. Presentes!
Genocidio de clase. La Operación "Caída de los Ferroviarios"
Lozadur: la lucha de las mujeres ceramistas de la zona norte bonaerense
La empresa Lozadur se había instalado en un gran predio entre las estaciones de Boulogne y Villa Adelina en 1939. Se convirtió en una empresa importante que fabricaba vajilla de loza. “Era una planta fabril que contaba con unos 1200 trabajadores, de los cuales el 60 por ciento eran mujeres”.
Lozadur era la fábrica más grande del gremio ceramista, sus trabajadores ocuparon la planta incluso dos días antes de asunción del presidente de la fórmula “Cámpora al gobierno, Perón al poder”, el 23 de mayo. Pasado un nuevo aniversario del golpe, compartimos el ejemplo de las ceramistas.
Mujer y dictadura. Lozadur: la lucha de las mujeres ceramistas de la zona norte bonaerense
Todas y todos marchamos a Plaza de Mayo
A días de cumplirse un nuevo aniversario de la conmemoración del último golpe de Estado en Argentina, la izquierda plantea sus propuestas para terminar con la inflación, repudia la impunidad de los empresarios golpistas y levanta aquellas banderas. Son las mismas banderas que vamos a levantar este 24 de marzo en todas las plazas del país reclamando por Memoria, Verdad y Justicia. A diferencia de los partidos tradicionales y los libertarios, el Frente de Izquierda es la única fuerza que pelea contra esa impunidad y su miseria planificada.
En todo el país, para seguir peleando contra la impunidad de la que aún gozan muchos genocidas; para pelear contra el ajuste en curso; para denunciar a los partidos patronales, empresarios, que bancaron aquel golpe militar y hoy bancan estas políticas de ajuste. Te invitamos a marchar a las 12.30 hs desde el Obelisco a Plaza de Mayo con el PTS-FITU en el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia.