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Red Internacional
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Sesión en Diputados. ¡A las calles contra el veto y por nuestros jubilados!

El gobierno está dispuesto a todo con tal de imponer su plan de hambre y miseria. Milei juega con el hambre de los jubilados y apuesta fuerte a la casta, negociando con los diputados que están de oferta y dispuestos a cambiar su voto. Necesitamos ser miles frente al Congreso para imponer la derrota del veto en las calles, el único lenguaje que entienden los de arriba.

Juan Manuel Astiazarán

Juan Manuel Astiazarán @juanmastiazaran

Martes 10 de septiembre 22:03

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Muchas veces se dice que una imagen vale más que mil palabras. La reunión en Casa Rosada junto a los diputados radicales en oferta lo confirma. Allí se los ve a los diputados Picat (Córdoba), Tournier (Corrientes), Cervi (Neuquén), Campero (Tucumán) y Arjol (Misiones), quienes en junio habían acompañado con su voto el aumento a las jubilaciones. Ahora se dieron vuelta y Martín Menem, Patricia Bullrich, Karina y Javier Milei sonríen.

Se dieron vuelta: diputados radicales se juntaron con Milei y votarán contra los jubilados
Se dieron vuelta: diputados radicales se juntaron con Milei y votarán contra los jubilados

El presidente se arrojó a los brazos de la casta para garantizar el infame veto contra el aumento de las jubilaciones. Mientras los llama “ratas” y “degenerados fiscales” en las redes sociales, los invita a negociar cargos y otras yerbas a cambio de que modifiquen su voto y no convaliden la mínima suba de 17 mil pesos que ellos mismos habían votado en junio. Un papelón con pocos antecedentes que recuerda el escándalo de la corrupta Ley Bases, aprobada en el Senado a cambio de embajadas y nombramientos para senadores como Crexell, Espínola y Kueider que gracias a eso acompañaron al oficialismo.

En apenas nueve meses el Gobierno demostró cada vez que pudo que el relato anticasta era solo una pose de campaña, que no tiene empacho en negociar todo tipo de prebendas con peronistas, radicales y macristas para lograr los números necesarios y que la rosca parlamentaria es una de las dos patas fundamentales para seguir adelante con su plan de ajuste y motosierra.

La otra pata, indispensable, es la complicidad enorme de las dirigencias sindicales y los movimientos sociales, que hasta ahora se siguen negando a convocar medidas contundentes que harían tambalear a un gobierno tan ambicioso como débil. El último antecedente importante fue el papel penoso que jugaron la CGT y las CTA en la votación de la Ley Bases, con un sector directamente ausente y otro que se retiró tempranamente de la plaza, abandonando cualquier atisbo de resistencia.

De cara a la sesión de este miércoles, las CTA, Camioneros, Bancarios y los gremios de la Corriente Federal, entre otros, serán parte de la convocatoria pero sin llamar a paro para garantizar que la marcha sea fuerte y contundente. Por otro lado, el sector de los "gordos" de la CGT, con Daer a la cabeza, ni siquiera convocan. "Hay una decisión táctica de no participar institucionalmente en la marcha del miércoles" había dicho días atrás Andrés Rodríguez, titular de UPCN y secretario general adjunto de la CGT. Una postura consecuente con la de los últimos meses, donde se dedicaron a negociar entre cuatro paredes y a espaldas de sus representados la reforma laboral que quiere implementar el gobierno.

La movilización callejera, el único lenguaje que entienden los de arriba

El gobierno ya dejó en claro que está dispuesto a todo para imponer su veto al módico aumento de 17 mil pesos para las jubilaciones. Una vez más vuelve a dejar en claro que gobierna para los grandes empresarios, a quienes le rebajó el impuesto a su riqueza (bienes personales). Con el hambre de los jubilados subsidia a los más ricos del país, mientras asegura que “no hay plata”.

Mientras un grupo de diputados de la UCR se dan vuelta y anticipan que votarán en contra de lo que habían votado tres meses atrás, es muy probable que desde sectores del peronismo también hagan su aporte al gobierno. Por estas horas todavía no se sabe qué postura tomarán los diputados y diputadas que responden a los gobiernos de Salta, Misiones y Río Negro. También hay que poner en esa lista a los diputados neuquinos que cuentan con un monobloque y a los tucumanos, que fueron los primeros que abandonaron las filas de Unión por la Patria para ir corriendo a los brazos de Milei por orden del gobernador Jaldo. Estos últimos, ausentes en la votación de junio, seguramente terminen acompañando el veto presidencial.

La rosca parlamentaria demuestra un régimen podrido y corrompido al extremo, con sectores de todos los grandes partidos tradicionales colaborando activamente con los planes del oficialismo. Por eso no se puede confiar ni un milímetro en esas negociaciones a espaldas de los jubilados y de todo el pueblo.

Son muchos los estudios de encuestadoras que aseguran que existe un rechazo enormemente mayoritario en la población al veto presidencial. El gobierno cruzó un límite y lo viene ratificando con las represiones a jubilados en las últimas movilizaciones frente al Congreso.

Por eso es imprescindible que este miércoles la movilización sea masiva y contundente. Pasar de los dichos a los hechos y demostrar en las calles todo el apoyo y la solidaridad a quienes trabajaron toda su vida y hoy son la principal variable de ajuste de un gobierno que vino para agrandar el bolsillo de los empresarios y empobrecer a quienes vivimos de nuestro trabajo. Es necesario seguir exigiendo a las centrales sindicales, a las conducciones y federaciones estudiantiles y a las organizaciones sociales para construir una respuesta multitudinaria, golpear juntos y tirar abajo el veto. Esa es la única manera de responder a la altura contra este nuevo ataque, y es el único lenguaje que entienden los políticos capitalistas y los grandes empresarios.